Capítulo 7

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Akane

Rokuro estaba tardando afuera. Presiento que algo no está bien, y... tengo miedo.

Quizá estoy exagerando, pero yo presiento que algo está mal; lo mejor es que salga a ver que pasa.

—Oye linda —le hable a Rinda.

—¿Mande? —respondió, sin voltear a verme, mientras sonreía al comer.

—Ire a ver porque tarda tanto tu hermano, ¿está bien? —pregunte.

—Sí mamá —dijo ella sonriéndome.

—Espera aquí ¿si? —le pedí.

Ella asintió y siguió comiendo.

Me levanté de dónde estaba sentada y le hable a Rokuro.

—¡Rokuro! ¡¿quién es?! —grite desde ahí— ¡¿Porqué tardas tanto?!

—¡No es nadie mamá, en un momento voy! —respondió Rokuro, y su respuesta no me tranquilizó en lo absoluto.

Comencé a caminar hacia la puerta, estaba asustada y ni siquiera sabía el porqué.

Cuando ya estaba un poco más cerca de Rokuro, volví a preguntar.

—¿Rokuro? —de pronto escuché que él grito "vete", y ahora solo puede venir una persona a mi mente— ¿Quién es hijo? —pregunte cuando ya estaba detrás de Rokuro; mi corazón me decía que la persona que estaba al otro lado era él...

Rokuro no respondió, avance un poco más para ver a quien fuera que estuviese ahí.

—Ranma... —solté de pronto al verlo.

Estaba aquí, había vuelto ¿porqué? Me quedé en shock, no supe que hacer o como reaccionar.

—Akane —dijo él, su voz... es su voz, estoy tan feliz con volverlo ha escuchar; con eso confirmo lo que ya era lógico.

Estaba muy sorprendida, cubrí con ambas manos mi boca e inmediatamente e inevitablemente comencé a llorar.

Ranma al fin había vuelto.

No sabía porque lloraba, eran tantas emociones juntas. Estaba feliz, muy feliz; pero también estaba enojada, decepcionada, sentía un gran dolor en el pecho.

No sabía exactamente qué era lo que sentía, una parte de mi quería abrazarlo y agradecerle a Dios el que estuviera bien, el que al fin haya podido regresar. Pero más sin embargo, otra parte de mi quería reclamarle tantas cosas, quería decirle que se fuera, quería reclamarle el porqué nos abandonó.

—Maldito —dijo de pronto Rokuro—, mamá está llorando otra vez por tu culpa —me sorprendió tanto como le habló.

Entonces reaccione, Rokuro había estado enfrentando a su padre solo, para que yo no pudiera verlo, sólo para que yo ya no sufriera; aunque el también estaba sufriendo, lloraba, y eso provocaba más mi dolor.

—¡Vete! —grito Rokuro— ¡Vete de aquí! —él se acercó a su padre y empezó a empujarlo — ¡¡Vete de una buena vez!! —estaba dándole algunos golpes en el pecho.

—Rokuro, por favor sólo déjame explicarles —pedía Ranma—, quiero que hablemos y explicarles todo —mi pequeño lloraba, ¡mi hijo estaba llorando!—. Por favor hijo —Ranma no se defendía de los golpes de su hijo, pero yo tenía que hacer algo, no era una escena que me gustará ver.

—¡¡No quiero tus explicaciones!! —grito Rokuro.

—Rokuro —hable de pronto—, Rokuro, por favor déjalo —camine hacía dónde estaban ellos y jale un poco a mi hijo.

VolveréWhere stories live. Discover now