five.

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Nuevo día, nuevo problema para Mikey. Ya había pasado un tiempo desde lo que pasó con Draken, y desde ese momento se juró que nunca iba a permitir otra humillación así.

Y ahí se encontraba él, peleando con unos tipos cualquieras de pandillas cualquieras, después de todo era la única forma que conocía de olvidar sus penas y ordenar sus pensamientos.

Pero no importaba cuántas veces le ganara a esos tipos, cuánto los golpeara, no podía seguir ocultando lo mucho que le dolía. En medio de todo terminó soltando unas lágrimas, y en su momento de distracción obviamente lo aprovecharon. Uno de los tipos le dio un fuerte golpe en el rostro, el omega cayó, y los otros dos empezaron a golpearlo también, en el cuerpo, en todas partes que podían. Mikey ya no tenía ni fuerzas ni ganas de seguir con eso, no le quedaba más que esperar a desmayarse.

Y así fue.

— Te haremos pagar por todas las que nos has hecho hasta el momento. —

⠀⠀ ⠀⠀   ⠀⠀ ⠀⠀        . . .

En otro lugar del mundo. Estaba Draken en el restaurante que solía frecuentar, haciendo su pedido de siempre. Una vez la chica que lo atendía se fue del lugar un hombre se paró a su lado, claro que no le importaba. Pero sus instintos chismosos le dijeron que debía prestar atención cuando el individuo recibió una llamada.

— ¡Kisaki! — le miró de reojo. — oh, finalmente capturaron a ese bastardo de Mikey. Sí, sí entiendo. Estoy en camino a . . . — un fuerte apretón en su rostro le hizo soltar el móvil, lo único que pudo ver el tipo era a un alfa echando fuego por los ojos, no literalmente. Pero si se veía muy enojado, parece que estaba en problemas.

— ¡Aquí está su orden! . . . ¿Cliente? — nada, no había nadie.

⠀⠀ ⠀⠀   ⠀⠀ ⠀⠀       . . .

Mikey estaba tirado en un callejón, con el rostro llenó de moretones, lágrimas y sangre. Tenía la camisa apenas puesta, un brazo roto y toda una pandilla rodeándolo.

— ¿Te duele el brazo, eh? ¿Quién te derrotó? — comentaba Hanma con fingida preocupación y una sonrisa burlona. — tal vez debería romperte el otro también.

Antes de que Kisaki pudiera decirle algo apareció uno de sus hombres, con el que hablaba por teléfono. — Ya estás aquí. ¿Qué te tomó tanto tiempo? — al fin se dio la vuelta, y pudo ver a su hombre con el rostro destrozado, el cual cayó de inmediato al suelo. Detrás se pudo ver a Draken, con la misma mirada de que mataría a la primera persona que le dirigiera la palabra.

— ¿Quién diablos eres tú? — Hanma se levantó y marchó hacia el alfa rubio. Pero todo pasó tan rápido, que nadie podía creer que Draken haya noqueado al de tatuajes en sus manos de un solo golpe. Tetta miró la escena con horror, Shuji Hanma era su mejor hombre y lo habían derrotado así nada más. — Vengan aquí, voy a matarlos a todos ustedes.

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Ya habían pasado unos 15 minutos desde lo ocurrido, Ryuguji se había llevado al omega fuera del lugar, y ahora estaba dándole la espalda, incapaz de darle la cara después de que él mismo dijo que era mejor no volversen a ver.

— Tu mano. ¿Te duele?

— Me duele. — Sano se acercó un poco al alfa, teniendo miedo de que volviera a ser indiferente con él, tenía muchas preguntas, así que tiró un poco de la camisa del otro para llamar su atención.

— Voy a asumir la responsabilidad.

Cuando el omega escuchó eso las lágrimas traicioneras abandonaron sus ojos. ¿Cuánto tiempo había estado esperando escuchar eso? Iba a soltarle, pero la mano del alfa agarró la suya. Lo atrajo a su cuerpo y lo besó, sin celos nublando su juicio de por medio. Por fin lo había tomado en serio, Mikey sonrió.

— Así que. ¿Qué haremos ahora? — cuestionó Draken al separarse cuando hizo falta, tenía sus mejillas teñidas de un leve color rojo.

— ¿Estamos saliendo?

— Sí, tonto.

𝗮𝗯𝗮𝗿𝗲𝗻𝗯𝗼 𝗵𝗼𝗻𝗲𝘆 ; drakey. ❥˙๑Where stories live. Discover now