Capítulo 25

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Cuando Arthur Weasley fue atacado en una de sus rondas en el ministerio, la orden se convirtió en un caos total, las guardias se multiplicaron para todos y Fleur, quien aún no había expresado explícitamente su unión a dicho grupo, se vio envuelta en algunas situaciones problemáticas con los invitados de la mansión.

Para todos era conocida la amistad entre Draco y la rubia, por este hecho muchos desconfiaban de ella incluso cuando no les había dado motivos, las miradas de desdén se dirigían en su dirección cada que salía de su habitación y cuando abandonaba la casa por largas horas, Tonks debía escuchar los comentarios negativos hacia su novia y las suposiciones de sus largas ausencias. Suposiciones que en su mayoría eran ciertas.

Después de la exitosa cena entre los miembros de la familia Black, Tonks había intentado hablar con Bellatrix en varias ocasiones, pero debido al percance de los Weasley le fue imposible escapar un momento, por esta razón, Fleur que siempre estaba dispuesta a todo por su novia y que tenía mucho tiempo libre, pasaba sus tardes viajando de la mansión Malfoy a la Lestrange ayudando a Bellatrix en todo lo que necesitara.

Era indudable que el amor que Fleur y Tonks se profesaban era capaz de todo, aceptar a una familia llena de mortífagos y convivir constantemente junto a ellos no era tarea fácil y la rubia tuvo que aprenderlo muy pronto. Si bien, el estatus sanguíneo de la francesa estaba un poco manchado por su herencia veela, podía considerarse casi una sangre pura y Tonks, quien a los ojos de los demás era mestiza, tomaba esto con diversión.

Debido a las constantes visitas de Fleur en las mansiones Malfoy y Lestrange, fue imposible que no se topara con algunos mortífagos amigos de Lucius quienes al verla cuestionaron su árbol genealógico. Siempre encontró la manera de librarse de los interrogatorios y fue muy hábil para mostrar lo seguridad que en ocasiones no tenía. Cuando Bellatrix se enteró del acoso, amenazó a cualquiera que se atreviera a tan solo dirigirle la mirada a la novia de su sobrina y esa fue una clara señal para Tonks de que podía confiar en ella.

La primera semana de enero, la metamorfomaga encontró por fin un hueco en su apretada agenda y decidió dedicarlo totalmente a su familia. Ella y Fleur se trasladaron desde muy temprano a la mansión Lestrange donde Bellatrix las esperaba gustosa. Era una visión totalmente alucinante considerando lo "despiadada" que todo el mundo mágico la consideraba.

Tomando la mano de su novia, Tonks se adentró en los jardines tratando de ocultar su nerviosismo.

—No va a pasar nada cariño—dijo Fleur.

—Lo sé, no entiendo por qué aun así estoy nerviosa.

—No la conocía antes, pero por lo que he visto estas semanas sus sentimientos y sus palabras son sinceras.

— ¿Tú lo crees así? ¿Piensas que debería aceptarla?

—Sí, es parte de tu familia y no te ha hecho nada malo, yo la aceptaría.

—Bien, con eso me basta entonces. Lo haré.

Bellatrix las condujo por la mansión y le dio un extenso recorrido a Tonks explicando habitación por habitación cada detalle que estas contenían. Fleur caminó en todo momento tomando su mano y con una sonrisa en el rostro, no puso mucha atención ya que ella personalmente había ayudado a reorganizar la casa.

Cuando los demás miembros de la familia llegaron fue grato para todos descubrir que cualquier sensación de desconfianza había desaparecido, las cosas parecían marchar bien por una vez.

—Todo parece tan... bueno para ser verdad—dijo Draco acercándose a su prima.

—Creí que era la única que lo sentía así.

Lista para esto. Fleur y Tonks.Where stories live. Discover now