☘︎Cᴀᴍᴘᴀᴍᴇɴᴛᴏ KNY☘︎ [𝚃𝚊𝚗𝚣𝚎𝚗]

23# Esto no es un adiós

Pov Omnisciente.

Tanjiro dejó la maleta afuera de la cabaña.
Por última vez volvió a mirar la habitación de Zenitsu, exhalando el dulce aroma. Sería (posiblemente) la última vez que lo olería.

Inosuke vio a Tanjiro en la puerta de la habitación de Zenitsu, no quiso intervenir y se marchó sin decir nada.

- Esto me pasa por tonto. Sabía muy bien de tu buen oído - se sentó en la cama - Fui egoísta y solo pensé en mis sentimientos; sacar esos sentimientos para quitarme un peso de encima. Espero que me perdones algún día...

Nezuko llego a la entrada de la cabaña, observando las maletas fuera. Dejó las suyas y entró.

Se encontró con un Tanjiro en llanto.

- Tanjiro...estoy segura que Zenitsu te hubiera correspondido tus sentimientos - se apoyó en el marco.

- Por eso mismo Nezuko...me hubiera gustado oír esas palabras de su boca - Tanjiro intentó imaginarse a Zenitsu diciendo: "a mí también me gustas".

- Siempre pued- - fue interrumpida.

- ¡Ya no hay un "puede", entiende, por favor, Nezuko!, ¡Todas mis malditas oportunidades se fueron a la!...basura.

- Intentaba ser optimista, Tanjiro, lo siento.

- Espérame en la salida. Tenemos que volver a casa...- Nezuko se retiró en silencio.

Sabía que a Tanjiro le gustaba Zenitsu, pero, no sabía que le gustaba tanto para llorar y provocar esa desesperación en él. Si tan solamente vivieran en la misma ciudad...las cosas no estarían así.
Por lo que había escuchado era que después del campamento Zenitsu se mudaría de Japón por una temporada, quién sabe cuánto. Nadie sabría de el en esos momentos y ahora, ese era el caso.

Tanjiro agarró la maleta de la entrada, ahí estaba Inosuke esperándolo.

- ¿Ya estás bien? - Inosuke mostró preocupación.

- Si, gracias, Inosuke. No es algo de vital importancia, después de todo...no hubiéramos durado, el vive lejos y yo también - Tanjiro colocó una mano en el hombro de Inosuke - Me alegro de conocerte, jajaja.

- No sé que me dices Gompanchiro. Caminemos rápido - se fue del sitio.

- ¡Oye, Inosuke! - Tanjiro corrió detrás de él, sin antes volver a mirar la cabaña - Esto no es un adiós... Zenitsu.

La entrada estaba repleta de coches de los padres de campistas. Entre todos ellos estaba la furgoneta de sus padres.
Pudo ver a la madre de Inosuke, le extrañó que su madre fuera tan...diferente a él, pues era una mujer bastante educada y dulce.
Mientras, Kanao y Nezuko caminaban juntas directas a la furgoneta de sus padres, supuso que presentaría a su novia.

- Muchas gracias por hacerte amigo de mi Inosuke, y, lo siento si te causó problemas - se disculpó.

- Para nada, es todo un placer conocer a su hijo - miró a Inosuke - es un gran amigo...

- Oye, hijo, ¿Y ese chico rubio tan mono?- se quedó reflexionando- Tenía nombre...mmmh, ¡Ah!, ¿Y Zenitsu?

- ¡Mamá! - gritó Inosuke - El...bueno, se lo llevaron ayer - habló desinteresado.

- Oh, que pena, con lo buen chico que es - suspiro - me hubiera encantado saludarlo.

- Señora Hashibira, tengo que irme, es un placer conocerla, espero que algún día podremos volver a vernos.

- Igualmente - le dió un caja con frutas - Es de nuestra parte, jajaja, están muy frescas.

- Gracias, adiós. Adiós, Inosuke, te hablaré por teléfono - se fue con dificultad debido a la gran caja.

- ¡DÓNDE NO ME ESCRIBAS GOMPANCHIRO IRÉ A TU CASA A DARTE UN PUÑETAZO!, ¡SE DONDE VIVES!.

Tanjiro río internamente.

Al llegar a la furgoneta observó a su familia, Hanako, Rokuta, Shigero, Takeo...estaba feliz de volverlos a ver después de varios meses; ellos también.

Miraba de nuevo esos paisajes que antes eran desconocidos para él, pero, ahora solo eran recuerdos de su experiencia en el campamento KNY. Realmente...no estaba triste. No pudo declararse a Zenitsu, sin embargo, sabía que Zenitsu también sentía algo por él, o no, no sabía muy bien, mas, sentía un ardor dentro que le decía que si.
Ahora con un pésame en el corazón, olvidaría con el pasar del tiempo sus sentimientos, y comenzaría otros.

"Por más que duela dejar atrás lo que más amas...debes dejarlo ir"

Esa era un nota que se había encontrado en la habitación de Zenitsu.

Al llegar a su casa se pusieron en marcha. Acomodaron todas sus cosas y abrieron la panadería . Los clientes habituales llegaron, muy felices de su regreso.

- Me alegro que volvieran, el pan no es igual que en otro lado - comentó una mujer mayor.

- Jajaja, aquí hacemos todo con amor - rió Nezuko.

Ver esa escena le hizo olvidar su mal sentimiento. En la actualidad su familia le valía y le sobraba, tal vez, en un futuro lejano...alguien entrará en ese círculo.

Zenitsu miró el techo, sin saber que hacer. Había perdido a alguien que significaba mucho para él. En fin, no era su culpa, el viviría feliz. Es pasar página, porque, estaba seguro que volvería a verlo, y si no lo hacía el destino, lo haría él.

- Tanjiro...te digo adiós hoy, pero, mañana te diré, hola.

"Espérame..."

- Yo te esperaré incluso toda la vida...