DAPHNE 2 [sin editar ni corregir]

Capítulo 14. Bajo tierra

No estarás pensando en meterte en las alcantarillas...- le dije lo más traquilamente que pude-.

En meternos- me corrigió-.

Noté como una tapadera de papelera se elevava mágicamente a mi espalda a la misma vez que lo hacía mi mano.

Daph... Guapa... Baja la tapadera, ¿vale?- me dijo un poco nerviosa sin quitarle el ojo a la tapadera que cada vez se elevava más-.

Esta bien- dije bajando la mano y se escuchaba un sonido metálico a mis espaldas-.

La mágia es de autoprotección- me dijo entre risas intentando reñirme-.

¡Por aquí!- se escuchó de lejos-.

Raquel me miro con los ojos muy abiertos y una gran cara de preocupación.

¡Daphne!- me dijo en un susurro de grito-. ¡Rápido, a la alcantarilla!-.

Nos metimos justo a tiempo.

Nos quedamos en silencio mientras escuchábamos a los guardias andar hacia la alcantarillas.

Que asco...- murmuré-.

Sh- me chistó Raquel-.

"Active" mi visión de auras y como imaginé el techo de la alcantarilla desapareció, dejando ver a dos figuras luminosas justo encima nuestra.

Avisemos a la reina- dijo uno de los guardias-.

Esperamos unos minutos hasta confirmar que ya no estaban. Por fin Raquel dijo...

¡Por los pelos!-.

¿Porqué nos hemos escondido? ¡A mi no me reconocen!- le dije enfadada-.

¿Qué hora es, Daphne?- me dijo de brazos cruzados-.

No me cambies de... Las dos y media... No me cambies de tema, Raquel-.

¿Dónde están dos chicas de trece, doce años a estas horas?- me volvió a preguntar-.

En el instituto... ¡¡Aaah!!- le dije al comprenderlo-.

Y se supone que eres tú la mayor...- dijo por lo bajo-.

Te he oido- le dije intentando reprimir una risa, cosa que se me da muy mal-.

No me digas- me dijo Raquel con sarcasmo-. Anda, vamos a por Catherine-.

¡Pum! Se escuchó seguido del sonido de cuando algo pesado cae al agua.

¡¿Raquel?!- pregunte, pero todo estaba muy oscuro y no la veía-.

Puaj... Que asco, que asco, que asco...- decía mientras la ayudaba a ponerse en pie-.

¿Te has chocado contra la pared...- le dije sin aguantarme la risa-. y te has caido a aguas pluviales? Jajajajaja-.

¡Eh, no te rias!- me dijo pero no le hice caso-.

Ven, dame la mano- me la dio- yo puedo ver en la oscuridad con mi visión-.

Vale- me dijo Raquel-.

No nos movíamos.

¿Se puede saber a que esperas?- me preguntó agarrada mi mano-.

Jeje... Es que hay dos caminos...- le dije mirando en ambas direcciones-.

¿En que direcciones van?-.

Derecha e izquierda- le contesté-.

El palacio está al este, toma el derecho- me ordenó-.

Allá vamos- le dije armándome de valor porque sabía que los óvalos luminosos que había en el suelo no eran florecillas...-.

Andamos en linea recta y con paso ligero. No tuvimos ningún percance por el camino.

Finalmente llegamos a una puerta de metal entre-abierta. Detrás de la puerta se veía una luz siniestra, pero era una luz. Me dolian los ojos y los descansé volviendo a mi vista rutinaria.

Llegamos- le dije-.

No me gustan las celdas- me dijo aferrándose a mi espalda-. En las películas suele haber monstruos en ellas...-.

Jajaja... Ya... Monstruos...- dije intentando no darle a entender que yo también tenía miedo-.

¿Daphne? ¿Raquel?- dijo aquella voz que desde hacía tanto tiempo no escuchaba-.

¡¡Catherine!!- dijimos ambas y nos acercamos corriendo a la celda procedente de la voz-.

¡Mis niñas!- dijo ella con una sonrisa de oreja a oreja pero rápidamente se le fue-.

Catherine estaba muy delgada. Tenía el pelo enmarañado y llevaba el mismo vestido con el que la ví la última vez. Las demás celdas estaban desocupadas. En su celda había una vasija al fondo, un plato con comida en una esquina y en una pared una cama saliendo de esta.

¿Qué haceis aquí? ¿Cómo habeis llegado? ¿Quién es esta niña, Raquel?- nos preguntó-.

Hemos venido a sacarte de aquí- dijo pirmero Raquel-. Y esta chica es Daphne. Le he hecho el hechizo de la metamorfosis-.

¡Raquel! ¡Eso no era parte del plan!- le dijo Catherine-.

¿Es que había más planes?- les pregunté confusa y a lo que ellas me respondieron riendo-.

Debemos explicarselo todo, Catherine- le dijo Raquel-.

Si... Creo que ya va siendo hora...- dijo ella poniendo sus manos en su regazo-.