𝕯𝖎𝖔𝖘 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖒𝖚𝖊𝖗𝖙𝖊《𝐇𝐚𝐧𝐦𝐚 𝐒𝐡𝐮𝐣𝐢 𝐱 𝐎𝐜》

Capítulo 34

| Avanzando |

♡ Alice ♡

En estos momentos me encontraba en el trabajo, había llegado cinco minutos antes de forma puntual por miedo a llegar tarde, la señora que me había contratado me alagó por haber llegado temprano, aunque llevaba unos tres días trabajando en este lugar y siendo puntual, ya que ella era bastante exigente.

Aun así yo me dedicaba a limpiar el lugar y a llevar los pedidos a las mesas pequeñas de afuera o si era para llevar les daba la comida guardandola en cajas y bolsas para que se la llevaran, de momento creo que lo estaba haciendo bastante bien.

-oye, niña. -me llamó la señora del lugar, yo estaba con la escoba justo en la entrada sacando el polvo que pudiera haber.

-¿si? -caminé hasta llegar a su lado.

-¿que es esto? -tocó la mesa en donde se atendía dos veces con su dedo, yo miré con confusión al ver todo en orden.

-disculpe, no comprendo.

-¡vaya! ¿Eres tonta?

-uh... -me congele al ver ese trato hacia mi.

-necesito que limpies aquí otra vez, yo sigo viendo sucio.

Lo acababa de limpiar...

-esta bien, enseguida.

-no, no, no... -se negó- ahora tienes que guardar unos pedidos, ¡vaya eres lenta! ¿Tengo que despedirte?

-no, discúlpeme. -decidí seguirle la corriente.

-bien... -apretó sus labios- ve a hacer lo que te pedí y luego limpia aquí.

-si. -asentí.

Cuando ella se retiró rápidamente dejé la escoba a un lado mientras iba a guardar algunos pedidos para llevar en las bolsas correspondientes que luego vendrían a buscar. Estaba consciente de que el trato que tenía ella hacía mi no era el adecuado, pero no podía estar cesante más tiempo, me sentía algo inútil de no poder aportar en casa, y si esta era la forma lo haría, no era tan grave, tal vez luego podría buscar otro nuevo trabajo.

El día pasó de forma muy lenta, tuve que aguantar algunos regaños sin sentido, y eso que era solo el tercer día. Pero aun así, decidí hacer la vista gorda respecto al tema.

Para cuando dieron las diez de la noche, yo estaba terminando de guardar un par de cajas del lugar, ya estaba todo listo para cerrar, por lo cual una vez terminé, me dispuse a despedirme para poder irme del lugar.

-nos vemos mañana. -me despedí de la señora quien estaba contando el dinero.

-hasta mañana. -se despidió sin mirarme.

Salí del lugar comenzando a ir a casa, saqué mi móvil para poder escribirle a Hanma que ya iba en camino mientras caminaba, las calles ya estaban oscuras, pero estaba acostumbrada a ellas así que en parte les perdí el miedo.

-¡buah! -dijeron detrás mío tomando mis dos hombros, yo frene mi caminata y pegue un pequeño salto dando la vuelta.

-¿Hanma? -puse el móvil en mi pecho- me asustaste, ¿que haces aquí? -sonreí.