04

414 70 8
                                    

En la habitación de Chūya y Dazai, siempre había momentos llenos de cariño...

— Chūya, deberíamos registrar a Ryūnosuke con nuestro apellido.

Propuso tierno.

— Primero casémonos, y luego iniciemos con la adopción, Dazai.

Se acomodó de lado, de manera que quedaba frente a su pareja, para observarlo mejor.

— Cierto... Chūya, ¿Quieres ser la mamá?

Preguntó juguetón, causando sonrojo en el contrario.

— ¿Q-Qué cosas dices, idiota? Yo... Soy hombre también... No puedo ser mamá de Ryūnosuke...

Decía avergonzado, ocultándose ligeramente con su cobertor.

— Vamos, Chūya. Sé que Ryū estará feliz de que seas su mami. Hasta yo lo sería. Eres muy lindo y cariñoso con él, todo lo que Ryūnosuke se merece.

Persuadía. Se aproximó al pelirrojo, para juntar su nariz con la suya de una manera cariñosa y tierna. Luego, besó sus labios delicadamente, y se separaron.

— Haré mi mejor esfuerzo, Dazai. Por Ryūnosuke y por tí. Son mi nueva familia ahora...

Al día siguiente, al amanecer...

Ryū salió de la habitación. Quería salir de la casa a buscar un lugar donde podría hacer sus necesidades básicas, como lo hacía en las viejas calles de los barrios bajos.

Se encontró con Chūya en el pasillo.

— ¡Buen día, Ryūnosuke! ¿Dormiste bien?

Saludó el pelirrojo siendo amigable. Ryū seguía estando un poco tímido, aún no les tenía la confianza suficiente.

— S-Sí... La cama es muy cómoda. G-Gracias por cuidar de mí...

Dijo apenado.

— No agradezcas, cariño. Dazai y yo pronto nos casaremos y podremos adoptarte oficialmente.

En ese momento...

— ¡Ryū-nii! ¡Buen día!

Atsushi salió energético de su habitación, con el tigre de peluche en sus brazos.

Chūya-san, ¿Papá no ha despertado?

— Oda-san... No, no ha salido de dormir. Es extraño. Él siempre se levanta primero que todos.

Mi Maestro, Mi Padre, Mi AmigoWhere stories live. Discover now