In a year [KookTae]

09. Septiembre

Jungkook esperaba a Taehyung frente a la puerta de este último. El evento al que asistiría empezaba a las cinco de la tarde, pero se irían un poco antes porque él era parte del mismo, ya que, los de la tienda en donde trabajaba cantarían una canción y él, por esa noche, sería uno de los vocalistas.

Cuando Taehyung por fin salió de su hogar, Jungkook quedó anonadado.

¿Cómo era posible que Taehyung fuera si quiera un ser humano promedio?

Si Taehyung en ropa casual era bellísimo, en un traje formal era un príncipe. Decir que Jungkook estaba babeando no sería una exageración.

Jungkook ni siquiera se había percatado que Taehyung estaba en el mismo estado de estupefacción, no obstante, a diferencia de él, Taehyung habló.

—¡Oh por Dios...! —Taehyung se llevó una mano tapando su boca impresionado.

—¿Qué? —Jungkook no sabía que más decir, pues estaba ensimismado contemplando a su vecino.

—Te vez increíble Jeon. Deberías usar ropa formal más seguido—. Taehyung trató de dejar de mirarlo, pero es que Jeon Jungkook se veía demasiado sexy y elegante—. ¿Eso es un nuevo piercing? —Se acercó un poco observando el nuevo piercing del labio inferior.

—Uh, sí... ¿te gusta? —Jungkook sonrió de medio lado.

Sí, quiso decir Taehyung, sin embargo solo se encogió de hombros tratando de restarle importancia mientras sonreía.

—¿Eso quiere decir que ahora si logré enamorarte? —Mencionó Jungkook en tono coqueto acercándose a Taehyung mientras lo tomaba de la cintura.

—Claro que no Jeon, en tus sueños. Ahora camina porque si nos seguimos halagando esto se va a poner raro y llegaremos tarde.

—Mierda, sí, tienes razón. Pero déjame decirte que estás hermoso Taehyung.

—Gracias Jeon, tu también te vez bien.

—¿Sólo bien? Lo voy a tomar, pero me ofende muchísimo—. Se rió Jungkook tomando de la mano a Taehyung mientras bajaban a esperar el taxi que los llevaría al lugar.

Obviamente no iría en su moto, estaba más que claro que algún tipo de bebida alcohólica entraría a su sistema y él no estaba dispuesto a atentar en contra de la vida de su Taehyung.

El lugar estaba abarrotado de personas. Taehyung por fin pudo averiguar -gracias a un cartel- que el evento era de beneficencia y los fondos que se recaudarán irían a instituciones infantiles u orfanatos.

Se sentaron en una de las sillas reservadas y vaya que Taehyung se sentía muy fuera de lugar, pero al mismo tiempo demasiado elegante. ¡Habían unos asientos exclusivamente para él y Jungkook! En su corta vida había pasado algo así.

Por su parte Jungkook no podía apartar sus ojos de Taehyung quien sonreía y aplaudía con cada presentación. Después de todo había sido buena idea traer a su vecino.