Luthor y sus juguetes

2.1K 191 10
                                    

A/n: Mon-ew de the cw, no me agrada.
Pero creo que escribí una versión distinta y bastante decente de él, así que veamos qué le pasa.

____________________


La tarde siguiente.

Mon-El va al punto de encuentro que acordó con sus padres.

La DEO había conseguido permiso para que la nave pudiera acercarse un poco más al espacio de la Tierra sin causar pánico a la población.

Estaba esperando que sus padres aparecieran o algo, cuando de repente una luz azul cubre su cuerpo por completo y lo teletransporta.

[...]

Siente ganas de vomitar al volver a sentir algo firme bajo sus pies, parpadea un par de veces para adecuarse a la luz y respira hondo. Hace mucho que no usaba ese tipo de transporte, estar en la Tierra le hizo olvidar siquiera que sus naves podían hacer eso.

— Hijo. — Rhea sonríe al ver a su hijo frente a ella, sano y salvo.

Mon-El ve a su padre y a su madre, y avanza hasta ellos para darles un abrazo a cada uno. — Es bueno verlos, pensé que no volvería a hacerlo.

— Te ves diferente. — Comenta su padre.

Mon-El asiente, se siente diferente, y no es sólo por los poderes, estar en la tierra le ha brindado una experiencia única.

Rhea insiste en que almuercen antes de charlar un poco más, él acepta con gusto y varios súbditos ingresaron con distintos platillos.

Mon-El les agradece por la comida y le dice que se ve excelente, tanto el súbdito que la sirvió, como Rhea, se ven sorprendidos.

Al terminar su comida, la reina se aclara la garganta y va directo al punto, sólo vino hasta este rincón de la galaxia por una cosa.

— Mon-El, ahora que hemos vuelto a estar juntos. — Rhea sostiene la mano de su esposo para hacer su punto. — Queremos que regreses con nosotros y gobiernes el nuevo Daxam.

— Madre, realmente me alegro de verlos nuevamente y saber que están bien, al igual que gran parte de la población de Daxam, pero tengo que rechazar tu oferta. — Mon-El se limpia las manos con una servilleta y le sonríe a su madre, esperando que sea comprensiva con él. — Me gusta aquí.

La expresión de Rhea cambia ligeramente, al parecer, esa no es la respuesta que estaba esperando.

Mon-El puede escuchar el sonido del metal golpeando a varios metros de distancia, quizás en la bodega, quizás detrás de la puerta, no podía distinguir bien la distancia. Pero si algo recordaba de su planeta muerto, era el ruido que hacían sus armas al golpear entre sí. Vuelve a mirar a su madre, esta vez con un poco de duda.

—  ¿Está bien que me quede?

Su padre sonríe y es el primero en responder. — Por supuesto que puedes quedarte, hijo. Lo más importante para nosotros es tu felicidad.

Rhea sonríe ampliamente y está de acuerdo con su esposo. — Tu padre tiene razón. Bueno, ya que zanjamos este tema. Cuéntanos más sobre tu vida aquí… en la Tierra.

Mon-El asiente, aún con dudas en el fondo de su mente, y empieza a contarles sobre su trabajo en Catco, sobre cómo algunos días también trabaja de barman por diversión, y sus actividades en el DEO.
La vida que lleva aquí es buena, ha hecho muchas amistades, ayuda a los demás y los protege, se siente bien ser parte de eso.

Sin que él lo sepa, el interior de la reina hervía en ira contenida, después de todo lo que había pasado para llegar aquí, su querido hijo no regresaría con ella…

Nuestra Vida |Supercorp|حيث تعيش القصص. اكتشف الآن