For the love of a daughter. Liam Payne fanfic (Mayo de 2014)

capítulo 15

Golpes tintineantes y nerviosos sonaban entre nuestra distancia. Sus uñas pintadas de un color rojo granate chocaban contra el material de la taza de café.

Kat, solo hacía eso cuando algo importante sonaba en su mente.

Nunca nos quedábamos calladas en medio de una conversación, siempre había algo que contar. Esta vez todo era distinto, ella estaba callada y me ofrecía una vista plena de su semblante pálido en contraste con sus pecas anaranjadas.

-Kat.

-Mmm…-Musitó aun absorta en su descafeinado.

-¿Qué ocurre?- Me atreví a adelantarme a los acontecimientos, ya nerviosa por el constante goteo de ruidos producidos por las extremidades de sus dedos.

-Nada.

-Kat.- Insistí con un tono más desafiante, tal vez confiada de hacer un mayor efecto en ella con un tono más severo de voz.- Llevas callada mucho tiempo, cuéntame que ronda en esa cabecita tuya.

-Prométeme no decir nada.

-Prometido.

Dirigió su taza hasta la punta de sus labios probando la sustancia caliente de éste, como si fuera un vaso de vodka que pudiera darle el valor o soltarle la lengua en un caso como éste.

-Estoy embarazada.

-¡Dios mío!- En ese momento me esperé otra reacción por su parte. Bese su mejilla y a cambio a mi gesto una débil sonrisa iluminó su rostro, aun resentida por algo que yo no llegaba a entender.

Vi lágrimas asomarse a las pestañas inferiores de mi amiga, su labio inferior capturado entre sus dientes alineados. La tristeza captando todos sus sentidos, y en especial los míos.

Yo quería que este momento fuera perfecto para ella, no conseguí que fuera así.

Colocando con delicadeza un pañuelo sobre sus mejillas calmé la ansiedad que brotaba como gotas cristalinas de lo más profundo de su ser.

-Louis no quiere que nazca. No está preparado.

-¡SERÁ IDIOTA!-Grité a todo pulmón, en mi mente deseaba que él pudiera oírlo. Indignación creciendo dentro de mis entrañas, no llegaba a comprender como podía ser tan hombre para dejarla embarazada y luego decir que no está preparado para ser padre. Tenía ganas de golpearle hasta que suplicara misericordia y a la vez quería abrazar a Kat hasta dibujar de nuevo una sonrisa en su rostro y hacer brotar luz dentro de sus ojos.

-No sé qué hacer…

-ya sabes mi opinión sobre el aborto.

-ya…- Agachó la cabeza avergonzada- Le he dejado claro que jamás recurriría a ese método.

-Me alegro.

-También le aseguré que si nos abandonaba no le quería nunca más en nuestras vidas.

-y…

Tragó saliva mezclada con una capa fina de húmedas lágrimas que había habitado su conducto respiratorio. Llevaba tanto tiempo llorando que su cuerpo comenzaba a convulsionar con pequeños espasmos intentando recuperarse de toda la tristeza que había expulsado.

-Hace una semana desde que se lo dije Roch, se marchó y no ha vuelto. No sé nada de él.

-Oh cariño…- Mi forma de consolar nunca fue la mejor, pero en ese momento mi abrazo fue uno de los más sinceros. Sentí su cabeza enterrada en mi hombro, lágrimas mojando mi camisa de tela fina.

Incluso mi propia debilidad me traicionó. Lágrimas mojaron todo mi rostro y exploraban las zonas perdidas de mi cuello. No se merecía todo esto.