For the love of a daughter. Liam Payne fanfic (Mayo de 2014)

Capítulo 10

Un mes después.

Las cajas se habían amontonado en una esquina de la amplia habitación. Compuestas mayoritariamente por fotografías y ropa de abrigo para Hannah, seguían ahí esperando a ser abiertas y vaciadas.

Sus pasos revoloteaban como una mariposa indefensa sobre la moqueta del salón. Bailando al compás de la musica de un programa infantil de televisión habíamos conseguido que Hannah nos dejara ordenar el desorden que había ocasionado la mudanza a la casa de Liam.

-Te he dejado un espacio en el vestidor para tu ropa.

-Gracias. No ocupará mucho espacio, es relativamente poco.- Tiré hacia atrás de los puños enrollados de mi camisa estampada a cuadros.

-No me creo que tenga más ropa que tú.

-Puedes creerlo- Su dentadura, perfectamente alienada, Se abrió paso entre sus labios rosados y carnosos. La felicidad se acumulaba en sus ojos y reflejándose sobre sus palabras.

La inseguridad adentrándose en mi cuerpo, centrada principalmente en la boca de mi estómago, cada vez que pensaba en el paso que se estaba llevando a cabo tanto interiormente y de forma exterior. Esto suponía un gran paso en la relación, vivir juntos. El último mes había sido un proceso de conocimiento, Atracción, Adaptación y por supuesto de amor. Dejando a un lado tantas formalidades en una extensa empresa, los momento de alivio se hacían presentes descansando bajo sus brazos y amando sus besos. Hannah se percataba del cambio ya teniendo a Liam más presente en sus decisiones, en su proceso de aprendizaje, descubrimiento...

Oficialmente nuestra relación era tan bonita como un noviazgo de adolescente, pero mucho más seria que esas alianzas locas sin fundamento.

-¿Qué estás pensando?

-En nuestra relación.- Mis pasos tranquilos intencionados a llegar hasta su anatomía tomaron la iniciativa- Este último mes ha sido precioso- Mis manos se acomodaron en la calidez de su nuca jugando con la rasposa piel unida a un bello corto y oscuro. Sentí el contacto de sus manos sobre mis caderas masajeando sin pudor la piel hormigueante.

-Yo también lo creo.- Mis pómulos alzados se rindieron ante las perlas que adornaban mi boca, dando paso hasta un contacto entre nuestros labios. Una constante oleada de amor acompañada por escalofríos haciendo turismo sobre mi cuerpo.

Repitiendo, su boca siguió pidiendo permiso para adentrarse con más profundidad y más sentimiento envuelto en cada movimiento.

Unos golpes atravesaron la sala, la dura madera de la puerta gimiendo ante tal invasión.

-Uhm-Gruñó molesto rozando la punta su nariz contra la mía- Ahora que todo se ponía interesante- Su protesta fue acompañada por un puchero formado en su labio inferior. Tan divertido y atractivo de una misma forma.

-Abriré yo gruñón.

Encaminándome hacia la entrada, cercana al lugar en el que estábamos antes, seguí mis pasos para terminar girando el pomo de la puerta.

Su pelo era oscuro, más del color que la recordaba, y de un liso completamente impecable. Nunca la había visto vestida de esa manera, un jersey de un color beige acompañado de unos vaqueros azules y desgastados por las rodillas. Terminando mi recorrido de un segundo en sus zapatos planos, botas altas y marrones, fácilmente identificables como piel natural.