Por lo general, casi todos los que pertenecían al equipo del hospital psiquiátrico se rendían ante el nuevo recluso. Ya sea por su poca colaboración, mala actitud e incluso daños físicos que él mismo les provocaba. No era un caso fácil y (N) lo sabí...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
┏━━━━━━━❈✦❀✦❈━━━━━━━┓
𝚁𝚎𝚜𝚒𝚜𝚝𝚒𝚛
┗━━━━━━━❈✦❀✦❈━━━━━━━┛
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Una vez logro introducir la llave en la cerradura, abro la puerta y entro al lugar, para acto seguido ver como el de las cicatrices se aproximaba hacia mí con una silla sobre sus manos, claramente con la intención de atacarme con ella.
Rápidamente, me agacho para cuando tira la silla y en un movimiento veloz doy una patada en dirección a la parte baja de sus piernas aún estando el suelo, logrando que este caiga ante la poca esperada maniobra. Tras caerse, pareció golpearse la cabeza, ya que tardó varios segundos en recomponerse, pero para cuando lo hizo, detrás de mí ya se encontraban dos policías junto a la chica que me había acompañado antes.
— Yo te lo advertí, (N), casi mueres por ese lunático de no ser por mí — comentó ella con un tono entremezclado de preocupación y enojo.
Es así como veo que los dos guardias entran a la sala y sostienen de ambos brazos al de cabellos rosados, el cual intenta resistirse ante su agarre, fallando rotundamente en el intento. Miro la escena con algo de pena, ya que realmente no quería empezar la sesión de esta forma.
— Primero, no lo llames así — le dije mientras me levantaba del suelo — Segundo, fui durante un par de meses a un curso de autodefensa, sé que hacer en el caso que intente atacarme, no era necesario venir con tus esbirros.
— Creo que lo que estarías necesitando serían unas clases de buenos modales — comentó burlescamente mientras me daba un leve golpe en mi nuca — No te lo tomes tan personal, simplemente me asusté y temía que acabaras herido.
— Tienes razón, yo también me alteré un poco, perdona — reí mientras sobaba la parte golpeada.
— ¡Suéltenme, malditos gorilas de mierda! — interrumpe una tercera voz, siendo esta la del criminal
Vuelvo a ver la escena, soltando un largo suspiro. Definitivamente era un caso el cual no se debía tomar a la ligera, pero que tampoco se rendiría fácilmente.
