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𝙲𝚊𝚕𝚘𝚛

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Ya habían pasado varios meses desde entonces, los cuales fueron por momentos bastante agradables como agobiantes

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Ya habían pasado varios meses desde entonces, los cuales fueron por momentos bastante agradables como agobiantes.

Es verdad que en algunos casos pude lograr sacarle más información o establecer un diálogo medianamente tranquilo, pero tampoco era tarea sencilla. El pelirrosa siempre buscaba una forma para zafarse de las sesiones, ya sea como hallar una manera para retrasar su llegada, generar conflictos con los policías, amenazarme, insultarme, rebajarme, y entre otro sinfín de cosas. Era obvio que aparte de buscar herirme para que me fuera y dejara su caso, también lo hacía con tal de no tener que hablarme sobre su vida privada. Ya varias veces me había rebotado cuando intentaba hablar sobre su familia, lo mismo ocurría con el origen de sus marcas en su rostro o cuando le preguntaba por su pasado con Mikey.

Era un trabajo agotador, sin embargo cada vez parecía que faltaba menos para que dejara de hacer presión y finalmente cediera.

Miré el pequeño reloj que guardaba en mi bolsillo, notando como habían pasado quince minutos desde que comenzó la hora de la reunión y Sanzu aún no aparecía. Tenía el presentimiento que se debía a algo que él estaba haciendo para evitar venir, como usualmente ocurría.

Esto fue algo que me olvidé de mencionar, pero incluso el criminal llegó a dañarse con tal de evitar venir, pero al final de todas formas lo trajeron gracias a la rigidez y poca preocupación que tenían los policías hacia los criminales.

Finalmente escucho como la puerta es abierta, viendo como el de cicatrices entraba al cuarto con la cabeza agachada siendo escoltado por guardias.

— Finalmente viniste, ya me habías preocupado — dije intentando crear un ambiente de conversación agradable.

— Jódete — contestó, lo cual solo causó que soltase una pequeña risa baja.

El chico fue empujado hasta la silla y obligado a sentarse por los policías. Una vez hecho, el chico se cruzó de brazos y me miro sin expresión alguna, mientras que los guardias se alejaban de él y se colocaban a los costados de la habitación, tal y como normalmente lo hacían.

𝐋𝐞𝐭 𝐦𝐞 𝐡𝐞𝐥𝐩 𝐲𝐨𝐮 ❱ Sanzu Haruchiyo x Male ReaderWhere stories live. Discover now