Té para 3

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A Mo le gustaba demasiado el Té, tanto asi que llevaba un termo a todos lados, desde solo una caminata, al colegio o incluso a la casa de Tian.

Por eso Tian decidió darle de regalo un termo gigante solo para té, y es que a todos les gustaba el té de Mo, mas de una vez Mo pensó seriamente en venderlo por que la gente se peleaba por tomarlo.

El echo de que el adorara el té solo hacia que Tian se ensimismara mas en regalarle cosas, desde solo una cajita de un té caro hasta una tetera bonita en forma de gato.

Cuando pasaban tiempo en casa de Tian sacaban "las tazas elegantes" en forma de cáctus,y en la de Mo, las con fotos aleatorias, una tiene el mapa del metro.

Eran como unas abuelas preparando galletas y escuchando música antigua mientras tomaban té, unas almas viejas que no se sabe cuantas veces ya vivieron, pero adoran escuchar y disfrutar canciones de amor de décadas atrás, y es que Mo siempre escucho estas canciones mientras ayudaba a su mama con las tareas, y Tian siempre escuchaba la radio con las señoras que lo cuidaban.

Una interrupción repentina llego pasmando a ambos jóvenes dejándolos de un color muy cercano al del papel.

El hombre, que Mo recordaba como el hermano mayor de los He, se alzaba imponente e impecable en el mezón lleno de harina y masas en forma de peces.

-¿¡que mierda hace el aquí, eh, bastardo?!- Tian sonrió divertido de la situación, y invito a su hermano a tomar asiento mientras le pedía a Mo que preparara un poco de su té especial para hacer el ambiente mas agradable.

El mayor de los He les explico que no era necesaria la molestia, que se iría rápido y solo vino por algo que guardo hace mucho en su antiguo departamento.

Pero Tian insistió, y cuando le da con algo, no deja de molestar.

Mo estaba nervioso, por que sabia que algo malo había en ese hombre, sentía como le quemaba la nuca con la mirada y eso le daba escalofríos, detesto el sentirse asustado por un maldito de apellido He, pero había algo que le daba un aura mala a ese apellido, un algo que pensó que seria ideal nunca descubrirlo y solo irse lentamente en silencio.

Y Tian no lo dejo irse, y lo obligo a cocinar mas galletas y preparar una buena cena.

Al final Mo termino sentado al frente del hermano de Tian con el al lado, y sudaba frió, quería irse pero el demonio de Tian lo agarro fuerte de la pierna, impidiendo que se vaya.

El tiempo podía ser relativo y extrañamente pasaba demasiado lento a los ojos de Mo, quien se mantenía tieso y erguido ante el hermano de Tian.

El reloj del comedor era lo único que se escuchaba junto a los sonidos del horno.

Y pasaban minutos hasta que Cheng hablo.

-El....¿es tu novio?- Mo escupió el té tan fuerte que casi se ahogo, y juró que se murió 4 veces antes de gritar "NO".

Tian quería presumir, y lo hizo, decorando romantícamente su historia y de como avanzaron hasta este punto (recalquemos que esto no es tan romántico como lo pinta Tian).

Pero He Cheng no era tonto, las miradas que se mandaban ademas del nada discreto toqueteo por parte de ambos bajo la mesa hablaban solos, se querían comer a besos y el solo interrumpía ahí.

Le dolió ver como su hermano mas joven tenia una mejor relación que la de el, y también ver como creció tanto y se sintió tan viejo al ver como se sonrojaban.

Sintió su juventud junto a Tian hace mas tiempo del que en realidad era, su hermano creció tanto y no se dio cuenta, se olvido de lo bello de los días y de disfrutar algo tan pequeño como un té caliente en una extraña taza con forma de pata de gato.

Y es que hasta el mismísimo He Cheng se divirtió con esas tazas, y miro al rededor viendo que su antigua casa, tan vacía y fría, ya no lo era mas, y es que ese departamento para el nunca fue un hogar, mas bien era un lugar para pasar la noche, pero Tian hizo de su casa un hogar, lleno de juventud rebosante de calidez por donde mires, y Cheng se fijo especialmente en un juego único de tazas de una pareja de recién casados.

Y se río, si, He Cheng se río.

Ambos melosos "amigos" voltearon a ver a su invitado y embelesados lo miraron extrañados por la repentina sonrisa del mayor.

-no se preocupen, no es como si me importaran, solo cuídense y tu- dijo señalando a Mo- por favor escríbeme la receta de tu té, te pagare por ella-

Tanto Mo como Tian estaban en shock y tan pronto como entraron en razón, comenzaron a reír nerviosamente, Tian se quedo hablando con su hermano mientras Mo dejaba mas galletas en la mesa, y escribió la receta mientras Cheng le pasaba mas dinero del que esperaba y pensó "¿acaso se limpian el poto con dinero o que mierda?", así es Mo ¿tu no?.

-al final ,¿que viniste a buscar hermano?-

-ah, cierto-Cheng se levanto y camino rápido hasta una de las estanterías de la cocina de Tian.

Y de el fondo de esta, había otro fondo, y en ese fondo secreto se escondían un montón de cosas variadas, revistas viejas, dinero, licor, polvo, entre otras cosas.

Lo que Cheng saco de adentro sorprendió tanto a los presentes que se quedaron congelados.

Era una taza de los BTS.

¿Que mierda?

Tian se largo a reír tanto que se apoyó en Mo para no caer mientras su hermano lo miraba como si lo fuera a matar ahí mismo, Mo solo miraba asustado la taza.

-¿Que sucede?-Cheng estaba extrañado por la reacción de Tian

-hermano, sabia que eras raro pero no pensé que seria tan grabe- Cheng seguía sin entender

-¿por que dices eso Tian?- frunció sus cejas

-¿que mierda tu taza hermano?- por fin capto, que lento.

-ah, ¿esto?, le debía un favor a un amigo, y ahora que murió ,su hija me reclama su taza favorita, mi amigo la robo y escondió droga ahí, y aquí esta-

Hubiera sido mejor no saber todo eso Cheng, pero gracias igual.

Cheng se llevo su taza, una sonrisa y una receta especial a su nueva casa, y se aseguraría esta vez que se volviera un hogar, no como su antiguo departamento, agradecía que ahora estuviera en mejores manos, unas traviesas por si acaso, hasta un lento como Cheng se dio cuenta de eso.

Cuando Qiu llego al lugar que compartía con su jefe Cheng, se encontró con una adolescente y Cheng tomando té juntos y comiendo galletas, mientras la niña le habla de una banda, se nota como Cheng resplandece de juventud, algo extraño para Qiu que solo miraba la taza de BTS de la niña.

¿Esa no era la taza con droga del bastardo que mato hace no mucho?

No importaba, mas le preocupaba la actitud de Cheng.

-ah Qiu ¿como te fue? Ven, siéntate, te serviré una taza, adelante come unas galletas.

Qiu termino sentado, como un perro obediente mientras tomaba un rico té y comía galletas, sin darse cuenta que la taza que tenia en mano era una taza de pareja.

Cheng se sintió mas joven, y la niña sonreía mientras veía como las personas que mataron a su padre, en realidad no eran tan malas.

[Fin]

One shotsWhere stories live. Discover now