dilo de una vez

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Para Mo las palabras eran algo que no era necesario cuando hablaba con Tian.

Se acostumbro tanto al hecho de que Tian a cada minuto lo mirara atentamente que se olvida de ello y solo sigue con sus días como si la penetrante mirada de Tian no lo persiguiera como un Cóndor a su carroña.

Y es que a Mo ya ni le molesta que lo mire, el siempre a sabido de la impresionante capacidad de los humanos a adaptarse a cualquier tipo de ambiente en múltiples lugares, el no era la excepción a esto.

Aveces el solo esta tranquilo y mira a Tian hacer cualquier cosa que este haciendo, y Tian solo lo miraba de vuelta y podían pasar horas y solo se mirarían.

Un día, Yi estaba tan preocupado de mirar lo que hacían que olvido que debía de ir a ayudar a Xixi a limpiar los baños, y el pobre castaño termino con la espalda echa pedazos pero con un peliblanco haciéndole cariño y compañía en su casa mientras le ponía parches y le contaba de su día.

Las personas sabían que la comunicación de Tian y Mo era extrañamente buena para no ser fluida, ni siquiera llegaba a ser una conversación real, tan solo una mirada de reojo era suficiente para que Mo entendiera que debía dejar de gritar, y una mirada enfadada significaba que Tian tenia que dejar de apegarse tanto a Mo.

A pesar de su buena relación, cuando estaban a solas, Tian le llegaba a rogar a Mo que hablara con el, que le dijera algo.

Mo definitivamente no era un hombre de muchas palabras, mucho menos bonitas, y esas eran las que Tian deseaba escuchar mas que nada en este mundo.

Aveces lograba sacarle algo, mas no mas que un "gracias por todo" o un "tu sabes lo que siento".

Una vez logro hacer que le dijera "me gustas", ¿por que no intentar que se lo diga otra vez?.

Tian estaba extrañamente silencioso y tranquilo ese día, como reflexionando algo, demasiado pensativo, Mo con solo mirarlo un momento supo inmediatamente que algo andaba mal, y comenzó a sospechar inmediatamente.

Sin quedarse de brazos cruzados, tomo su chaqueta y su mochila para irse y pensó que seria bueno prepararle algo como una sopa a Tian, quizá se sentía cansado y una sopa le sentaría bien.

De lejos, Tian lo veía comprar, y solo se sentía inmensamente suertudo de tener a un hombre tan hermoso a su lado, y aun mas que eso, era su persona especial, y aun no creía que sus sentimientos conectaran así de bien.

Sus poros liberaban felicidad pura y decidió irse a su casa a esperar a su amado hombre con unos pastelitos para tomar té.

Cuando Mo llego a casa de Tian, sintió un escalofrió en la espalda y corrió a la cocina, de donde provenía un ruido extraño.

Reviso el horno y la cocina, y nada estaba encendido, y piso algo blando.

Vio su pie y era una dona, y vio a un lado y había una hilera de estas.

Siguío el camino, sabiendo que era una broma de un aburrido Tian que le gustaba molestarlo, pero si eso animaba un poco al pelinegro Mo seguiría esa hilera hasta el fondo del mar.

Y cuando llego al final encontró a Tian riendo mientras le tiraba donas a Mo en la cara, y Mo, enojón como siempre, le declaro la guerra.

Jugaron como niños y ríeron como auténticos delirantes mientras comían donas chuecas y sin forma tirados en el suelo, intentando recuperar el aliento.

Mo se largo a la cocina a hacer una sopa mientras Tian limpiaba el desastre que dejaron las donas.

Se sentía completo y lleno, como si no necesitara realmente de nada mas que a Mo una tarde para calmar todo tipo de pensamiento negativo, Mo lo liberaba de las cosas malas y ya no sentía la constante necesidad de sentirse necesitado, de que le digan que lo aman, por que ya tiene a alguien que lo ame de verdad.

Y Tian decidió decirle de todas maneras que lo ama, y que espera que un día el pueda decirle lo mismo.

Y Mo se lo dijo, sonrojado y tartamudeando, pero serio, quería transmitirle a Tian que tan lejos llegaba todo lo que sentía en su corazón, y juntos, con un atardecer de fondo y música ligera sonando en su casa, comieron tranquilos, amándose y sintiéndose amados una vez mas, hablando como nunca lo habían hecho, diciendo todo lo que jamás dijeron,y atreviéndose a abrirse por primera vez, aliviando un poco el peso tan grande que debían de cargar.

Al día siguiente, mientras los 4 amigos almorzaban juntos, todos miraban atentos como los impredecibles y tan unidos Mo y Tian parecían acercarse aun mas.

Xixi solo le decía a Yi que se calmara mientras este solo se tapaba la boca en un intento de calmar su risa mientras todos observaban atónitos a la pareja.

Realmente no se hablaban y de alguna manera se comprendían, nadie los entendía y en realidad no les importaba, Mo solo quería que Tian dejara de presumirle a todos lo buena que era su sopa y que debían de felicitarlo por tener a alguien como Mo en su vista.

Al final, no necesitaban hablar, pero aun así lo hacían por que el silencio era aburrido para Tian, prefería llenarlo con las risas de Mo.

[Fin]

One shotsWhere stories live. Discover now