Capítulo 11

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Kira

Un fuerte timbre me sacó de mi sueño, causando que me sobresaltara por completo; me había dormido en clase. Me acomodé correctamente sobre el banco intentando disimular.

"Que desgracia" pensé cuando caí en cuenta que apenas habían pasado treinta minutos de la clase.

Intenté prestar atención a las palabras que salían de la boca de mi profesora de Biología, pero no entendí nada. Tampoco lograba concentrarme.

Escuché unos murmullos y volteé sigilosamente mi cabeza hasta la izquierda, donde noté que era nada más y nada menos que Kotku; coqueteando y riendo con el chico que se sentaba detrás de ella. Observé como esbozaba su desaliñada sonrisa al chico, y este se la devolvía a gusto. La mirada de Kevin —creo que ese era su nombre?— recorría el torso de Kylie con ferocidad y poca discreción.

A veces realmente me cuestiono si ciertos hombres tienen neuronas.

Otro sonido me sacó de mis casillas.

Mis ojos viajaron hacia la ensanchada puerta del salón, donde yacía un chico bastante peculiar. Las pocas voces que se escuchaban desaparecieron por completo. Boris.

¿Quién más era capaz de interrumpir sin siquiera tocar la puerta?

"Buenos días.." la profesora habló en un tono confuso. Observó al pelinegro de pies a cabeza y prosiguió, "¿Qué necesitas?"

Por otro lado, Pavlikovsky parecía intratable. Tenía la misma cara que hace dos horas atrás en el espantoso encuentro, y ahora además lucía menos lúcido.

Acomodó su chaqueta ligeramente y relamió sus labios, "Becker, la necesitan en la oficina del Rector" escupió y fijó sus ojos en los míos. Específicamente en los míos; fríamente y concretamente. Lo observé mientras sus dedos recorrían sus rizos, sin desligar mi mirada de la suya.

La profesora giró su cabeza hacia mí y me cuestionó con su semblante, "¿Kira?"

"¿Yo? Uh.." atiné a decir. Cada poro de mi cuerpo temblaba y se sentía atemorizado de la idea de salir con Pavlikovsky.

Pero luego volví a examinar a las personas que se encontraban en el salón, topándome con la hostil expresión de Kotku mirándome; su rostro no era nada más que una sonrisa burlona y grotesca. Cuando mis ojos interactuaron con los suyos su expresión se volvió aún menos amigable.

"¿Kira, sabes la razón?" La profesora me volvió a preguntar. Era obvio que ella no confiaba en Boris.

Tragué bruscamente y asentí titubiante, "Creo, creo.." contesté bajo y agregué, "quizás sea por el baile de Primavera"

Mientras terminaba de articular la frase, le eché un vistazo a Boris; me observaba victorioso —y quizás un poco sorprendido. Bosquejó una media sonrisa y sus cejas se levantaron levemente.

"Bueno, en ese caso puedes ir. Reintégrate en cuanto puedas" Ms. Donis me sugirió amablemente y yo le asentí, a su misma vez levantándome de mi asiento.

Caminé cabizbaja hasta el marco de la puerta donde se encontraba Boris, escuchándolo claramente murmurar "muy bien". Exhalé ya rendida, caminando fuera de la sala de clases con el pelinegro a mi lado.

Los primeros minutos ninguno dijo nada, y por un momento realmente me convencí de que iríamos a la oficina del Rector. Eso fue hasta que tomamos un camino distinto y llegamos al estacionamiento, donde inmediatamente me paré en seco decidida a no avanzar más.

"¿Qué crees que estás haciendo?" Le pregunté, mucho más altanera de lo que pensé. Boris ya iba caminando por delante de mí, por lo que únicamente se giró y soltó una suave carcajada –aún así bastante grave.

"No iremos a ningún lado" se defendió, abriendo la puerta de su bellísimo auto. Abrió la puerta del copiloto y se apoyó al lado de ella, haciendo la seña para que entrara.

Sin embargó, sacudí mi cabeza en negación, "¿Cómo sé que no me quieres hacer daño?"

Boris hizo una mueca de repulsión, "no seas infantil, Kira. Te quiero preguntar algo"

Más confundida que hace un par de minutos, avancé poco decidida hasta la puerta del Camaro Chevy. Me agaché observándolo en neta confusión mientras ingresaba al auto. Una vez dentro, el me sonrió y dio la vuelta para entrar al asiento del piloto.

Cuando escuché la puerta cerrarse, mi pierna comenzó a tiritar. Miraba al frente incluso aguantando mi respiración, no quería hacer ningún ruido. Desvié mi mirada hacia la ventana con el único objetivo de evadir cruzar miradas con Pavlikovsky.

"¿Qué estás haciendo?" Boris preguntó irónico, "no es que la vista sea muy variada"

Bufé y me giré, encontrándome con su rostro bastante cercano al mío, "¿Qué mierda quieres?"

Mi nariz se arrugó inconscientemente al identificar el fuerte aroma a cigarrillo dentro del auto. Escuché la carcajada burlona de Boris una vez más.

"Tranquila, nadie te dirá nada" me intentó consolar aún con el tono satírico en su voz. Examiné sus movimientos mientras se dejaba estar en el respaldo de cuero del auto, separando sus piernas, "no es como que muchas personas vengan al estacionamiento"

"Estoy perdiendo la paciencia" alerté mientras me reacomodaba en el asiento, abanicándome con mis propias manos. Moví mi mano hasta la manilla de la puerta e intenté abrirla, pero Pavlikovsky ágilmente puso pestillo, "Si no me dejas salir te juro que voy a gritar.."

Me sobresalté al sentir su tacto sobre mi muñeca. No estaba ejerciendo presión, pero por alguna razón me mantuvo quieta. Sus ojos se clavaron nuevamente sobre los míos y de la misma manera; fríamente decidido. Lucía seguro de lo que estaba haciendo. Sus finos dedos entrelazaron mi muñeca perfectamente, rodéandola por completo.

"Necesito que me hagas un favor" su voz fijó y se sobrepuso a la mía. Sus dedos seguían al rededor de mi muñeca.

"No entiendo que necesitas de mí"

Y por algún motivo, pensé que sería algo desagradable; me esperaba cualquier cosa. A estas alturas no dudaba del estado mental de Boris Pavlikovsky.

"Eres la mejor en la clase de Filosofía, y yo también.." arqueé mi ceja cuando escuché lo que dijo. Murmuré un "ajá", "..el problema es que he faltado a muchas clases. Es el único ramo que estoy reprobando, a no ser de que obtenga el puntaje máximo en el último trabajo"

"¿El grupal?" pregunté y asintió, "..pero se entrega en una semana más"

"Por eso. Necesito que lo hagas conmigo" afirmó. Su mirada bajaba de vez en cuando hasta mis labios poniéndome incómoda.

"¿Por qué haría eso?"

"Porque de todas maneras necesitas una pareja para el trabajo, y dudo mucho que no quieras tener una excelente calificación"

Lamentablemente estaba en lo cierto.

"Está bien, pero necesito empezar lo antes posible" establecí y el sacudió su cabeza de arriba a abajo.

"Si quieres puedo ir a tu casa mañana" propuso y yo accedí.

Luego caí en cuenta que era muy tarde para un trabajo que se aproximaba tan rápido, "hoy mismo" sugerí, tono estable y clavando mis ojos en los suyos. Boris asintió.

Saqué de mi bolsillo un papel arrugado y le pedí un lapiz a Pavlikovsky para escribir mi dirección. Cuando terminé, se lo tendí y el lo guardó. Boris me dedicó una sonrisa a medias pero yo me mantuve seria.

"Ahora, mantente alejado y estaremos bien" pinté una mueca antipática en mi rostro solo para que Pavlikovsky arqueara su ceja izquierda. Volví a bufar y esta vez salí del auto definitivamente.

Ahora tenía que hacer un trabajo con Pavlikovsky.

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𝐝𝐫𝐮𝐠 𝐝𝐞𝐚𝐥𝐞𝐫 ✧ boris pavlikovsky.Where stories live. Discover now