Home | Brian O'Conner ©

Capítulo 68 - Vales más que eso.

-¿Saben? He tenido otro recuerdo.

Mia la ayudó a levantarse. La hora de la sentencia finalmente había llegado, y debían dirigirse hasta la corte para que Addison pudiera recibirla.

-¿Cuál? -preguntó Dom con curiosidad. Le agradaba oír que su hermana pudiera recordar de a poco su vida. Letty no corría con la misma suerte.

-No recuerdo cuando fue. -respondió algo apenada, disimulando una mueca de dolor al apoyarse en sus entumecidas piernas. -Pero estabamos en un desierto, o algo así. Habían muchos autos.

Al ver las miradas cómplices de sus acompañantes, supo que aquel sueño no había sido producto de su imaginación.

-La gente corría y bebía. Recuerdo tener mucho calor.

Su hermana asintió con una pequeña sonrisa. -Sí, había sido el día más caluroso del año.

Ella concordó con sus palabras, pudiendo casi sentir en su cuerpo aquel sol abrasador que le tostaba la piel.

-Recuerdo una carrera... Alguien me chocó.

El rubio sonrió con burla, también recordando aquel evento. -Sí. Te embistió luego de que le ganaras. Casi le arrancas la cabeza.

-Tenía un Mclaren, ¿qué esperabas? -se atajó orgullosa, rememorando el momento exacto en el que Letty había roto el parabrisas de aquel idiota.

-Algunas cosas nunca cambian. -murmuró Dom con una sonrisa, llamando al elevador que los llevaría dos pisos arriba.

Addie rodó los ojos con vaga satisfacción por sus palabras. Le daba cierta esperanza saber que seguía siendo la misma persona que ellos conocieron.
Omitió totalmente la acalorada sesión que había tenido con Brian luego de aquella discusión, encerrados en una caravana rodeados de aficionados.

-Fue un día antes de que todo se fuera al carajo, ¿verdad? -preguntó curiosa, bajando ligeramente su tono de voz.

Los tres asintieron en silencio, parándose a su lado mientras el ascensor subía piso por piso.

-No recuerdo mucho de eso.

Mia le sonrió a medias. -Tal vez sea mejor así.

La omisión de sonido perduró en el pequeño espacio, haciendo sentir a la morena fuera de lugar, pues no lograba entender completamente a lo que su hermana se refería, ni porqué todos parecían querer evitar ese recuerdo.
Se maldijo a sí misma por no esforzarse más en recordar su propia vida.

El edificio sin duda era un caos. Policías, abogados, testigos, y ciudadanos comunes. Todos corrían de un lado para otro, organizando e intentando llegar a su propia sesión a tiempo.
A Addison le parecía curioso como las personas nunca se detenían, siempre con la mente en alguna parte, jamás disfrutando del lugar en donde se encontraban.

Ella odiaba eso. Siempre había preferido la calma y la tranquilidad, y dejar la velocidad únicamente en las carreras. No creía que aquella fuera una forma de vivir, pero tampoco iba a juzgar como el resto del mundo organizaba su tiempo.

Al llegar finalmente a la Corte, la gente recién comenzaba a llegar al lugar. Algunos la veían con lástima, otros con neutralidad, y un pequeño sector la observaba con odio y maldad. Aquello le causó escalofrío.

-Solo serán un par de minutos, ¿sí? No te preocupes. -animó Brian con una suave sonrisa, tomando su mano mientras la acompañaba a su asiento.

Ella suspiró temblorosamente. -Un par de minutos en donde se definirá toda mi vida. -murmuró agobiada, entrelazando sus dedos en busca de algo de calor.