4

14.3K 2.4K 2.5K
                                    


-Bien, chicos antes de que se vayan tengo un aviso que d..

-¡Deja de joder!

-Cállate Baji, déjame escuchar- comento Draken aburrido.

Takemichi asintió agradecido por la interrupción del rubio.

-Como decía, el día de mañana por parte de la auditoria interna del instituto se estará haciendo evaluación a los alumnos de ultimo grado para evaluar sus conocimientos y entre ellos mi materia también esta incluida, así que espero que realmente hayan prestado atención. eso es todo, nos vemos mañana.

Y como esperaba todos se fueron o eso es lo que había pensado porque aun sentado en su lugar, Sano Manjiro lo observaba. Takemichi le dirigió una mirada curiosa y siguió guardando sus cosas en su mochila.

-Y bien, ¿En que puedo ayudarte?

Mikey saco una paleta y la desenvolvió para después meterla a su boca, acto seguido se levanto caminando hacia el pelinegro.

-Eh estado pensando en aquello te pedí.

-¿Ah si?, ¿Y que quieres?, te recuerdo que me chantajeaste Sano.

-Pues yo que sepa no te quejaste.

-...

El rubio tomo asiento en la esquina de la mesa, dejando sus pies colgando, saco la paleta de su boca haciendo un ligero pop.

-Bento.

-¿Eh?

-Quiero un bento para mañana.

El mayor lo observo incrédulo, había esperado todo menos esto, ¿Un bento?

-Ah y agrégame un dorayaki, no lo olvides ojitos bonitos- dijo dándole una ultima mirada para después retirarse dejando al docente solo en el aula.



La alarma comenzó a sonar y Takemichi gimió bajito y se acurruco aun mas en su cobija, dios quería seguir durmiendo.

Espero a que a la alarma terminara de sonar y se levanto con gran pesadez, se vistió y peino para después caminar hacia la cocina, encendió las luces y observo por la ventana que la luna aun seguía brillando en lo alto del cielo.

Apenas si cocinaba para el y ahora tenia que cocinar para ese alumno rebelde de Sano Manjiro.

Se coloco el delantal para después comenzar a cocinar, aunque en su mente seguía caliente y dormido.

La hora paso rápido y Takemichi observo orgulloso su trabajo, tortilla de huevo, arroz, Katsudon y verdura frita, aunque pensándolo bien, ¿No era demasiado?

¿Sano se terminaría de comer todo esto?

¿Por qué estaba pensando como una esposa preocupada por su marido?

Movió de un lado a otro su cabeza tratando de borrar la imagen mental de el como la esposa de Manjiro.

-¿Eh?.¿Takemichi dono?

El pelinegro brinco del susto y se giro para observar a Inupi ingresando a la cocina, se le había olvidado que el rubio venia siempre por las mañanas para preparar el desayuno para todos.

-¿Quieres que le prepare algo?- pregunto observándolo curioso.

-Ah, buenos días Inupi kun, no te preocupes yo ya he preparado para mi.

El rubio se asomo viendo lo preparado por Takemichi.

-¿Podrá acabarse eso?.

-¡Claro que si!

GokusenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora