Capítulo 14

914 168 24
                                    

 "Los que decían que el diablo no podía ser tan malo, jamás lo conocieron a él y a su talento para hacer pecar"

Me despierto escuchando unos gritos de mujer. Ya sabía de quien provenía así que simplemente me levanto de la cama para ir al baño.

En cuanto me veo al espejo no puedo evitar llorar. Detengo mi respiración intentando calmarme, vuelvo a respirar sintiéndome mejor y me quito la ropa para entrar a la ducha.

Limpio cada parte de mi cuerpo con tanta fuerza que se queda marcado. Termino de ducharme y me coloco la ropa interior y luego el único traje negro que hay en el armario. Me coloco mis zapatos y camino haciendo sonar mis pasos hasta el comedor.

—¿Vas a un funeral, niño?— La chica esta tan pegada a Yibo que simplemente tomo una uva para morderla con una sonrisa.

—Como sigas de perra con él no me quedara de otra que ir a tu funeral.— Termino de introducir la fruta a mi boca mientras ella se levanta de la falda de Yibo y camina hasta mí. Mientras lo hace y uso el cuchillo esparciendo la jalea por el pan que tomé.

—¿Me estas amenazando?— Pregunta cerca de mi rostro. Yibo se levanta para intentar separarnos, yo le doy una mordida al pan con una sonrisa.

—Yo no amenazo querida. Yo solo te advierto. — Tomo el cuchillo con fuerza y lo espeto tan cerca de su mano que puedo verla pintarse de rojo. —Toma eso como prueba— Le guiño un ojo para tomar a Yibo de la corbata y subirlo por las escaleras.

—¿Estas celoso?— Toma asiento, muerde su labio divertido. Yo simplemente lo tomo del mentón alzándolo. Pone sus manos en mi cintura, cuando su mano baja e intenta introducirse por el pantalón la detengo, la alejo de mí y sonrío.

—Wang Yibo— Lo llamo por su nombre completo viendo sus ojos dilatarse.— Te aconsejo no tentarme, ni provocarme— me acerco a sus labios dejando un beso corto, bajo por toda su quijada hasta llegar a su oído. Muerdo su oreja para luego pasar mi lengua por el mismo lugar, él jadea.— Porque el que va a perder, serás tú.

Doblo su mano con fuerza, él se aleja para sostener su brazo. Yo simplemente tomo asiento en la silla y me acomodo un poco el pelo. Cuando estoy listo tomo mi bolso y las gafas.

—¿Iras al aniversario de la muerte de tu padre?

Le preguntaría como es que lo sabe, pero el recuerdo de él con mi información llega a mi mente. Simplemente asiento a su pregunta, salgo de la habitación con él detrás.

—No creo poder ir...hay varios policías buscándome y aunque no sepan quién soy, podría pasar algo.— Me coloco mis gafas en cuanto estoy en el piso de abajo. Ziyi se separa de la chica la cual me mata con la mirada y se dirige a mi lado. Yo le doy una sonrisa a Yibo.

—Tampoco te pedí que me acompañaras— Le guiño un ojo y salgo de la mansión. Los guardias son amenazados por parte de Yibo quien advierte matar a cualquiera que deje que me pase algo.

Él me abre la puerta del auto y yo entro, me mira apoyando su brazo en la parte superior de la puerta.

—¿Cuánto durara esta actitud?— Pregunta. Analizo su postura arrogante.

—La cambiaré en cuanto ella se largue y tu dejes de ser una muestra regalada.— Cierra la puerta para hablarme desde la ventanilla.

—¿No quieres compartir con alguien?— Sonríe juguetón, lo miro serio.

—Dios no comparte sus ángeles con Lucifer, ¿Por qué debo compartir a mi ángel caído?— Muerde su labio y suelta un pequeño grito divertido.

—No sabes cuánto me enciende verte así. Ahora ve con cuidado— Se adentra al auto para besarme. En cuanto termina el auto arranca, yo subo el cristal viendo el cielo aun nublado.

Parece que tanto tiempo con Yibo me pego su ego.


***

—¿Qué pasa?— Pregunta Ziyi mientras explota su goma de mascar.

—Ese hombre...— señalo a un hombre que se acerca a mi madre la cual está en el suelo arrodillada. Le da un pequeño abrazo y yo simplemente aprieto con fuerza mis puños. — Mató a mi padre— Ella abre los ojos como plato.

Me quedo viendo como Zanjin toma una tarjeta. Rápido le escribo que la tire y que se lleve a mi madre de ahí. Él mira su teléfono y empieza a buscarnos; en cuanto nos ve hace lo que le ordené.

El hombre sigue la mirada de Zanjin topándose conmigo, tiemblo un poco y Ziyi lo nota.

—¿Zhan?— pregunta acercándose a mí. Veo como todos empiezan a abandonar el cementerio, solo quedábamos Ziyi, el hombre y yo.

—Déjanos solos— Digo, ella da una mirada completa hacia él y se va.

—Vaya...has cambiado mucho— Intenta abrazarme pero yo me alejo rápido. El frunce el ceño —¿Aun me culpas?— Pregunta. Yo me rio un poco.

—Eras...su psicólogo. Tu dijiste que si él se iba un tiempo a un hogar de rehabilitación iba a mejorar. Tu prometiste que lo ibas a cuidar, pero no lo hiciste. Dejaste que lo mataran por tener pastillas que sirven como drogas.— Él baja su cabeza un poco dejando ver sus canas y la gran calva.

—Yo...lo lamento— Vuelve a verme— Si te sirve de consuelo, estarán por internar a tu madre. En la última prueba se notó que alucina de vez en cuando, debemos llevarla al-

—Simplemente aléjese y no se acerque a mi familia, o le juro que se va a arrepentir.— Lo corto para hacerme a un lado. Sale rápido y yo camino hasta la tumba. Tomo un objeto al lado de su tumba y enciendo la vela.

—¿Bell'uomo? — Sigo en lo mío viéndolo por el rabillo del ojo. Se queda a mi lado en todo momento.

Cuando termino simplemente apago la vela y dejo todo en su lugar. Acaricio las letras escritas en la lápida.

—Un buen padre, esposo, hombre, amigo y consejero. Mi padre y mi madre se conocieron en un centro de adopción, se enamoraron al instante y escaparon de ahí. Cuando se casaron, me encontraron y adoptaron.— Digo, él me mira atento.— Si te estas preguntando por qué están todos estos objetos, es porque mi padre amaba la cultura de otros países. Tomas uno de estos, lo enciendes y le pides que descanse en paz. Solo los familiares pueden hacerlo, porque son los que darán su descendencia.— Digo, tomo uno para encenderlo y pasárselo a él.

—No sé si deba...— Comenta, en sus ojos hay vergüenza mientras mira la lápida. Yo simplemente sonrío.

—Eres quien cuida a su hijo, eres quien paga todos los tratamientos de mi madre. Eres un idiota, sádico y tonto sujeto...pero también eres quien me gusta y eso, te hace digno de hacerlo.— él lo toma, cierra sus ojos y luego sopla.

Hacemos una última reverencia y tomo su mano para salir de ahí. Mientras caminamos él me detiene.

—Tengo el presentimiento de que te falto comentarme algo.— Asiento.

—En tu familia creen sobre el ángel que te salva del infierno. En mi familia, creen que hacer una reverencia en pareja es enseñarle al fallecido con quien decidiste pasar toda tu vida.— Comento, toma mi mejilla con una sonrisa y pega su frente a la mía.

Luego, seguimos caminando. Antes de entrar al auto le doy una mirada a Yibo.

Por favor, no me culpes si el final no es de tu agrado, tampoco si l destino te dio a alguien que no puede salvarte de tu infierno. Discúlpame si no te puedo salvar, primero debo salvarme a mí, de mi propio infierno.





EXTRA

—¿Cómo va la misión?

—Lo estamos siguiendo Lord X. Solo va de la universidad a la mansión y de la mansión a la casa de su madre adoptiva. Aunque últimamente se lo ve muy metido en su papel, creo que de verdad se está enamorando— Añade haciendo que se forme un silencio notorio.

Y es que al final todos siempre se enamoran.

El Rey de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora