Stranger -Loki

-𝟜𝟘-

Oscuridad. Simple oscuridad. Así describía Pietro el lugar en el que se encontraba tirado.

Se sentía con asco, pero no percibía ningún olor. Se levantó aún a oscuras cuando una luz comenzó a irradiar. Era Novis.

La chica flotaba con sus ojos desprendiendo una luz cegadora. A su alrededor miles de números se movían y tachaban.

—¿Novis? —preguntó con su característico acento, pero la menor no salía de su burbuja. Intentó sacudirla, pero no hubo efecto, la movió de lugar con aún ella flotando, pero nada pasaba.

Pietro se sentó a su lado un largo rato hasta que la luz de sus ojos comenzó a hacerse más intensa y a iluminar todo el lugar. Los ojos de Novis volvieron a la normalidad en el preciso instante en que comenzaron a caer.

Cayeron en medio de una tormenta que ninguno pudo descifrar si la había provocado Novis o estaba de antes. Cayeron en unos árboles llevándose varios golpes hasta llegar al suelo. La chica débilmente levantó su cabeza.

—¿Pietro? ¿Qué mierda haces aquí? —ambos estaban empapados por la lluvia.

—No tengo idea, yo te seguí y luego estábamos ahí en esa cosa negra y...

—¿Cambiaste conmigo?

—¿Dónde estamos?

—En otra dimensión, idiota.

—¿Cómo volvemos?

—No, no volvemos. Halla como volver porque yo no quiero hacerlo —como pudo se levantó con un horrible malestar y caminó hasta un árbol que la cubría un poco de la lluvia, aunque ya no tenía sentido.

—Tenemos que volver, mi hermana...

—¿Ahora te preocupa ella? Debiste pensarlo antes de seguirme. Jamás he vuelto a una dimensión en la que he estado.

—¿Por qué nos trajiste aquí?

—¡Cierra la boca! Tantas preguntas me agobian.

—Solo quiero saber...

—No quería lidiar con lo de Tony, quise escapar, eso es todo —Pietro se quedó en silencio mirándola.

Novis pensaba en Wanda, ella había quedado sola, Pietro era la única familia que le quedaba y Visión también había muerto. Novis sabía lo que era estar sola, y también sabía que era que te arrebataran a tu familia.

—Mira pedazo de idiota, ahora tengo que devolverte.

—Hey...

—No, no hables. Estoy muy cansada. Jamás había llevado a alguien conmigo y ahora tendré que llevarte a todas partes. Ahora acostúmbrate a estar mojado porque voy a dormir. Vigila que nadie venga a matarnos, gracias.

Cuando Nov despertó estaba soleado, pero ella seguía con la ropa mojada. Su dolor de cabeza se mantenía y como pudo se giró en busca de Pietro, el cual estaba dormido. Le dio un golpe en la cara haciendo que despertara de una vez.