Capítulo 9

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Que linda que es.

La rubia ha sido tan maravillosamente hermosa desde siempre, Julie siempre solía observarla de lejos, incluso recibía burlas de Hanna cuando se quedaba embobada con ella.

Esa mujer realmente le encantaba.

Y ahora la tenía ahí, entre sus brazos, Claudia ya se encontraba dormida, respiraba de manera tranquila y se encontraba aferrada a la ojimiel. Nada podía hacerla más feliz en ese momento, durante tanto tiempo se la pasó viajando de país en país, intentando convencerse a sí misma de que había tomado la decisión correcta al no darle una oportunidad a Claudia, pero la realidad es que durante todo ese tiempo se sintió vacía.

Por lo menos durante los días de colegio se sentía feliz, se sentía plena, todo era más sencillo, se saltaban las clases, se escapaban a la casa de alguna, tenían maratones de sexo, se apoyaban con las tareas, eran maravillosas juntas. Nunca lograron ser novias, siempre fueron un "casi algo" la una para la otra, pero las dos habían quedado muy marcadas.

Con una gran sonrisa en el rostro acomoda los mechones rubios rebeldes, joder, es que incluso la nariz la tiene tan preciosa.

Aún queda algo se sentimientos hacia Claudia dentro de ella, lo sabe, pero no estaba dispuesta a aceptarlo ante ella, habían pasado ya muchos años, años en los que Claudia hizo su vida, se casó, tuvo un hijo y nunca más volvió a insistir con ella. Si algún día tuvieron una oportunidad ya la habían perdido, y por más que su corazón palpitara como loco por tener el calor del cuerpo de la rubia tan cerca no pensaba volver a caer en lo mismo.

También tenía que admitir que tenía sentimientos hacia su vecina, Brissa realmente le importaba, siempre había estado ahí para ella, escuchándola y riéndose de sus malos chistes, y hoy por fin la había conocido, le había visto esos ojos tan bonitos, era bella, muy bella. Cierra los ojos y piensa en la morena, podría intentar tener algo real con ella, es muy bonita, tiene una bonita sonrisa y una personalidad increíble, su cabello es de un rubio casi angelical, espera.. ¿rubio?

Niega, no abre los ojos de nuevo pero es que incluso en sus pensamientos tiene el rostro de Claudia ahora, y por más que intenta enfocarse en pensar en su vecina no puede, pero tiene que sacarse a esa mujer de la cabeza, no hay un juntas para toda la vida para ellas, ya no.

El timbre suena y ella se sobresalta, no se lo esperaba, revisa la hora. "2:00 am"

¿Que carajos? Quien iba a molestar a esa hora.

—¿Esperas a alguien?

—¡AAAH! — la voz de Claudia la toma por sorpresa, con una mano en el pecho respira agitada — ¡Mierda, mujer, me asustaste! ¡¿Que tu no estabas dormida?!

—Si, pero escuche eso — responde tranquila — es tarde para tener visitas, ¿algun revolcón de madrugada? — por más que la rubia intenta sonar burlesca se le nota un poco el tono de reclamo, Julie arquea la ceja.

—¿Y si así fuera que? — dice a la defensiva — a lo mejor si es alguna chica así que tu te quedas aquí, yo la atiendo rápido y regreso.

Es mentira, lo ha dicho únicamente para observar la reaccion de Claudia, aplaude internamente cuando la mira tensar la mandíbula, ¿Celosita, Claudia?

— No me importa, solo se silenciosa porque tengo mucho sueño — se cubre completamente con la sábana y evita mirar a la ojimiel, ¡si quiere ir a comerse a cualquier tipa pues que lo haga!

Julie sonríe y niega con la cabeza, pero en realidad no sabe quien podría ser, camina hacia la puerta y la abre, lo primero que ve es un hombre bastante apuesto, su rostro le es conocido, pero ¿de dónde?

Oh no, acaso es...

—¡¿Josh?! — pregunta incrédula y el chico delante de ella comienza a reír.

—¡Sexy Brigde! — la envuelve entre sus brazos y le da vueltas — extrañaba tanto verte, sigues tan jodidamente buena como siempre.

—Y tu siempre tan bateado como siempre — sonríe de lado — ha pasado tanto tiempo, hombre, ¿cómo me encontraste?

—En realidad tuve un poco de ayuda — responde — ¿Pero de quién son esas greñas rubias tan escondidas? — pregunta mirando hacia un rincon del departamento, Julie voltea y entonces observa a Claudia asomarse lentamente.

Así que estaba espiando quien llegó.

— Hola — saluda jugando con sus manos.

—¡Pero si es la diosa Claudia! — sonríe grandemente el chico — vamos, mujer, ¿tu siendo tímida? — pregunta sonriendo, pero entonces algo hace clic en su cabeza — esperen, ¿ustedes dos juntas?, ¡Oh por dios, se están enrollando de nuevo!

—NOOO — contestan ambas al mismo tiempo, el rie a carcajadas, Julie lo mira confundida y la rubia simplemente está sonrojada en el fondo de la habitación.

—Solo le estoy dando posada — aclara la ojimiel.

— Uhm, ¿a cambio de qué? — dice burlesco — pero bueno, Jul, ¿me vas a dejar pasar o me voy a quedar aquí parado para siempre?

—Pasa, pedazo de estupido — responde la ojimiel riendo.

—Antes de eso, mis preciosas chicas, les tengo un par de sorpresitas — una gran sonrisa adorna su rostro — vengo acompañado de dos personitas importantes.

El se hace aún lado y aparecen ahí, Kary y un pequeño niño de cabello chino, Julie los mira confundida, ¿Cuando Hanna y Kary decidieron tener un hijo y porque nadie le había informado sobre eso?

—Hola — saluda sonriente la pequeña.

Julie está apunto de responder pero un grito emocionado la detiene.

—¡Mami! — suena la voz chillona del pequeño, ¿mami?¿cómo que mami?.

Entonces siente a alguien correr a gran velocidad a su lado, la rubia abraza al pequeño y le llena el rostro de besos, Julie mira la escena totalmente sorprendida.

¿Ese niño es el hijo de Claudia?

— Mi amor — la voz de la rubia se escucha totalmente diferente, Julie capta tanta adoración en ella — mi pequeño, te he extrañado tanto, ¿La tía Danna te ha cuidado bien, mi cielo?

—Si, mami — responde, seguramente ni sabe que le han preguntado, esta llorando pero tiene una gran sonrisa en el rostro, Julie lo analiza, no ha tenido la oportunidad de conocer a Gabriel pero no hay duda en que esa marca en la mejilla al sonreír es igual a la de Claudia, y por supuesto, tiene la naricita tan bella como su madre. — quelo vivi cotigo.

Claudia lo escucha y el corazón se le aprieta en el pecho, su pobre niño, no debería estar lejos de su madre, el no debería de estar pasando por todo eso. El deberia estar junto a ella, y ella lo quiere a su lado.

Con esa idea en mente voltea a ver a la ojimiel, quien la mira directamente, Claudia sabe que Julie la ha ayudado mucho, ¿pero aceptar a su hijo con ella?

—Definitivamente no — responde la ojimiel, no necesito escuchar la pregunta, en los ojos de la rubia lo vio todo — lo siento, Claudia, pero eso si que no.

Julie Y Claudia (TERMINADA)Where stories live. Discover now