Ten mi nombre...

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Estaban en la cama del mayor, el castaño sentado recargado sobre el respaldar de la cama, comiendo gomitas

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Estaban en la cama del mayor, el castaño sentado recargado sobre el respaldar de la cama, comiendo gomitas

Las semanas pasaban y no queriendo las atenciones y el cariño que demostraba el mayor iba a haciendo que sus pensamientos diversión se volviera más serio

El no podía enamorarse de su Sensei, eso sonaba un poco mal...

Los entrenamientos eran duros, pero las recompensas de mimos hacían que fuera llevadero de llevar.

Estaba seguro que se estaba poniendo blanco como un papel, por no exponerme al sol

El estaba ahí mirándolo orgulloso mientras tomaba su mano

—Estas haciéndolo muy bien—Halago el pelo plateado—Haras que Cobra Kai gane baby boy—

[…]

Estaban cenando cuando Silver dejo sus cubiertos y lo miró fijamente haciendo que el tambien dejara los suyos

—Quiero proponerte algo, Hace poco hable con tu madre y ella accedió y si tú aceptas mi abogado hara el trámite—Empezo a platicar, el hizo una expresión confundida, ¿De que estaba hablando?

—Que cosa Terry?—Pregunto, no hace mucho había empezado a tutearlo y aunque eso lo hacía sentir extraño cumplió con lo pedido, un pequeño capricho que estaba cumpliendo

—No hay nadie en mi testamento—Lo miró y aún no comprendía que tenía que ver el en ésto

El mayor al parecer vio su rostro confundido y carraspeó

—Que tengo que ver yo en esto Terry?—Lo miró intentando descifrar la mirada de su sensei

—Quiero darte mi apellido—Exclamo haciendo que casi se ahogara con su propia saliva

—Que? Cómo...Casarnos?—Trataba de entender, era demasiado joven para estar ligado de esa manera

—No! Tu aún no tienes 18, pero te quiero dejar en mi testamento...Por eso necesito darte mi apellido, serías algo como un hijo adoptivo...—Explico el hombre hablando pausadamente

—Pero lo que hemos hecho no son cosas que harían un padre e hijo—Lo miró, Terry solo sonrió

—Lo se—Lo tomo de la mano delicadamente—Acaso no te gustaría ver los rostros de ellos al anunciarte como Robert Swayze Silver?—

No fue necesario decir nombres para saber a quienes se refería

Miró fijamente sus ojos azules, que lo miraban cautivadores

—Esta bien Sensei, Tomaré su apellido—Terry sonrió complacido y alzo su copa de vino, mientras que el alzaba su vaso con jugo

¿Porque estaba haciendo todo esto, si se suponía que era un capricho del hombre.....Y para el una fantasía cumplida...?

—¿Quieres bailar?—Pregunto el adulto estirando su mano al joven

—Claro, porque no?—Se paró poniendo su mano sobre la mano más grande de Silver

Terry media como 1.90 y el con sus 1.73 se sentía tan pequeño a su lado, no entendía porque el hombre se comportaba tan caballeroso, todo eso lo estaba confundiendo

Una canción lenta sonaba en el tocadiscos, ambos daban pequeños pasos de adelante a atrás, como si solo existieran ellos dos

Sintió la mano del mayor sobre su cintura, el mantuvo su mirada fija en los ojos azules del peliplateado uno de sus brazos estaba tomando la mano de Silver mientras que la otra descansaba sobre su ante brazo

No decían ninguna palabra, solo estaban ahí haciéndose compañía hasta que el teléfono en el bolsillo del mayor sonó arruinando el momento, se separaron y el atendió el teléfono, oía que contestaba con frases cortas y escuetas

—Tengo que salir Baby boy—Anuncio Silver, Robby miró a un enorme reloj, apenas las diez de la noche

—¿A esta hora?—Pregunto viendo como el mayor hacia una sonrisa

—Si baby boy, ve a dormir, llegaré hasta tardé—Se acercó a el y beso su frente como un acto inocente

Claro que el sabía que no dejaría todas las mujeres bonitas que había por un simple chico de 17 años que le enseñaba karate, pero aún el pensamiento lo hacía querer enojar, y eso lo desconcertó, no debía molestarse. Ni siquiera le debía interesar

Pareciera que Silver leía sus pensamientos ya que puso su mano sobre su nuca y atrajo hacia sí

—Casi puedo pagar un dólar por tus pensamientos, pero no es lo que tú cabecita está maquinando, así que ve a descansar—Y se aparto tomando su saco que estaba en el respaldar de su silla y salió

Lo vio irse hasta convertirse en nada y pensó

Robby Silver....no sonaba mal.

Cuando la Luna se escondeWhere stories live. Discover now