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–¿Entonces Sanzu?
–Ella no haría eso.
Ese sentimiento transcurre por su mente una y otra vez. Desde que ellos se lo dijeron, ni siquiera sabe si es verdad o mentira.
–Te juro que la vi hablando con otro chico– menciono Ran cuando Sanzu empezó a caminar.
No debería pasar eso, ¿No se supone que son pareja ahora? Entonces, ¿Por qué estabas hablando con otro chico?
Abandono el lugar con un único objetivo, quería encontrarte, necesitaba hacerlo. De lo contrario empezaría a volverse loco.
No creía una sola palabra que había salido de la boca de esos hermanos, ellos no sabían, ni te conocían. No tiene porqué creerles, te buscará y tú se lo dirás. Le dirás la verdad.
Espera que no se torture más con sus pensamientos o será un grave problema. Pero eres buena chica.
Subió a su moto, fue hasta tu trabajo, pero no estabas ahí. Entonces recordó que hoy era tu día libre. Más cosas a la cabeza sobre eso.
Ese día era frío, el cielo estaba nublado y de un color gris. Había viento por la cuidad que volvía más difícil manejar en una moto.
Era incluso extraño el momento, como si algo le dijera que algo estaba mal, que una piedra se formaba en sus zapatos, grande y desesperante. ¿Será capaz de perdonarte si algo no le gusta? Claro que sí, te perdonará todo, porque eso es el amor ¿No? Se trata de perdonar a la persona que quieres.
Todos cometemos errores, las personas se equivocan. Y aunque hagan el peor crimen siempre habrá alguien que lo vea con otros ojos. Se supone que de eso se trata el amor. Se supone. Supongo realmente.
La última vez que te vio fue ayer en la noche que te acompaño a casa después de tu trabajo. Bueno, esa ya era una clara rutina desde que empezaron a salir. Era inimaginable que te dejará regresar sola a casa, no quiere verse de nuevo involucrado en la misma situación. Sería desesperante esperar a otro tipo afuera de su trabajo hasta que se digne a salir.
Creo que tú disfrutabas estar con él, porque siempre sonreías cuando él se acercaba a ti y lo tomabas de las manos. A decir verdad, el romance era muy apresurado, pero de eso se trata cuando te gusta alguien, quieres todo al mismo tiempo.
Siempre que caminaban en medio de la noche recargabas tu cabeza en su hombro y te aferrabas a su brazo. Él era más cálido que cualquier otra persona.
