Capítulo 4: El trabajo

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La vida de Amber transcurría normal, cumplía sus deberes de casa, hacia sus tareas escolares, a veces iba con su abuela para ayudarla en la tienda y después se iba a la universidad, todo era normal hasta llegar la noche.

A la hora de dormir, se ponía su pijama, iba al baño, se lavaba los dientes, después la cara; colocó su celular sobre el buró que estaba junto a su cama, puso su alarma para el día siguiente, y de uno de los cajones, saco un brazalete plateado con figuras en forma de líneas retorcidas, al centro del brazalete tenía tres pequeñas piedras rojas, se lo colocó en la mano izquierda, se metió a la cama, cerro sus ojos y se quedó profundamente dormida.

- Amber el entrenamiento ha terminado, has desarrollado grandes habilidades, así que es hora de ponerte a prueba, por lo que hoy tendrás un trabajo de campo, así que iremos a un lugar diferente. -

- Claro, como digas, me siento lista, para la siguiente fase.

Habían pasado tres meses desde su plática en el parque, en este tiempo durante las noches la conciencia de Amber era transportada a un bosque en donde había un lugar acondicionado para entrenar, había una pequeña cabaña, en ella, tenía una cocina repleta de cuchillos de diferentes tamaños y formas; su alacena estaba repleta de frascos que contenían plantas especiales, cada uno etiquetado para saber de cual se trataba.

Una recámara donde el  clóset estaba repleto de diferentes armas había arcos, ballestas, hachas, espadas, pistolas, escopetas, tonfas, kunais y demás armas.

A un costado estaba un librero que a simple vista parecía no tener muchos libros, pero al tomar uno y empezarlo a leer nunca terminabas ya que al menos cada libro contenía 60 libros dentro del mismo los cuales tenían toda la información para poder leerse entre sí.

Junto a la cama estaba un tocador repleto de lápices labiales, sombras, delineadores, bases de maquillaje, cepillos, perfumes, etc.

Afuera de la cabaña estaba un lugar acondicionado para entrenar, había un enorme campo para practicar los tiros con el arco o las pistolas, al fondo había unos troncos que eran utilizados como tiró al blanco los cuales estaban bañados en fechas y municiones.

A un lado de la cabaña estaban unos troncos enterrados en el suelo y acondicionados para practicar con los cuchillos, se notaba el desgaste de la madera en los puntos vitales, prueba de que habían estado practicando.

Del otro lado había un área circular de arena en donde practicaban la lucha cuerpo a cuerpo.

- Bien toma lo que necesites -

- Si-

Amber entró a la cabaña tomo algunos cuchillos, que colocó sobre sus botas negras una mochila pequeña, la cual ya estaba preparada previamente, y unas piedras negras que estaban en un pequeño cofre sobre una mesa junto a la ventana del fondo, las cuales tomo y fue colocando cada una en el brazalete y al ponerlas sobre el solas se encajaban e iban cambiando de color ,a hora su brazalete tenía una piedra roja, una verde, una azul, una amarilla, una lila, una dorada y una negra, siete piedras adornaban su brazalete.

Tomo sus cosas y salió.

- Bien, ya casi es hora, te explicaré, Dens es un semi demonio que le encanta divertirse susurrando al oído de los hombres los cuales caen en su hechizo obligándonos a asesinar a cualquier persona, le encanta ver la sangre esparcida por todos lados. Tú serás la persona quién asesinara. Sentí su presencia cerca de este lugar como ves, es la feria de este pueblo hay muchos festejos por doquier, él está por esa zona. - Señalando un escenario en donde se presentaría una banda muy conocida - por lo que tú entrarás como una espectadora más y trataras de llamar su atención.

- Claro.

Se dirigió hacia el lugar y mientras caminaba tocó su brazalete frotando la piedra de color dorado activándola, está le permitía utilizar magia para poder cambiarse de ropa en tan solo un instante asiendo que su ropa de combate se transformará, su pantalón negro se transformó en un jeans de color blanco, sus botas con los cuchillos se transformaron en unos tenis grises, la blusa negra de manga larga quedó cubierta por una sudadera de color azul claro y su cabello recogido en una coleta quedó suelto, su mochila se había transformado en una bolsa de mano; siguió su camino y con cada paso quedaba, recordaba todo lo que había pasado en estos tres meses, saco un espejo y un lápiz labial de su bolsa, se pintó los labios y hecho un vistazo a su delineador, notando como esa luz de sus ojos se había cambiado por una mirada indiferente y vacía.

Todo lo que había pasado en este tiempo la cambio.

-Crots tenía razón, todas las personas cambian ya sea para bien o para mal, mis manos están manchadas de la sangre de mi tío y es algo con lo que tendré que vivir.- guardo su espejo, cerró los ojos y suspiro, al abrir sus ojos, su mirada había cambiado, esa luz mágica de inocencia y timidez había regresado.

- Bien tengo que hacer mi trabajo- pensó de manera fría.

Ahora su actitud reflejaba ser una mujer tímida y frágil. Ella caminaba haciendo parecer que buscaba a alguien, con cada paso que daba era imposible que los hombres no voltearan a verla, pues su sencillez la hacía verse deseable.

Continuará...

Mis amigos lectores, ya estamos a la mitad de esta historia, son nueve capítulos en total, espero que los disfruten tanto como yo, recuerden si tienen alguna duda, sugerencia díganme, y les pido de favor compartan esta historia y pasen a mi pagina a dejarme su like, mil gracias

Amber El Origen de un GuardiánWhere stories live. Discover now