La Enemistad Entre El Amor

Compartiendo el dolor

Grisha se encontraba revisando unos documentos, aun que no estaba de buen humor por lo de la casa de los Ackerman, no iba a dejar que eso fuese un obstáculo para trabajar, además aun tenia la esperanza de que Kenny vendiera la casa ya que dudaba mucho que pudiese mantener a toda su familia, unos toques de puerta interrumpieron su pensamiento

—Adelante—

—Señor lo buscan— le dijo su secretaria entrando a la oficina

—Ahora no tengo tiempo dígale a esa persona que me busque mañana— hablo mientras revisaba los documentos

—Señor, la persona que lo busca es el señor Ackerman— cuando dijo esto Grisha la vio con mucha atención

—Hagalo pasar

—Pero señor el no viene solo

—No me importa, hazlo pasar

—Si señor— asintió la mujer— adelante— les dijo a los Ackerman cuando abrió la puerta

—Hola Grisha

—Que sorpresa verte Kenny

—Ella es mi madre, su esposo y el es mi sobrino— los presento sin dejar su voz seria

—Mis condolencias por su perdida

—Gracias— respondió Sofia

—Siéntese¿Quieren algo de tomar?

—No, esto será rápido — dijo sentándose en el sillón

—Bien, entonces hablemos de la venta, ¿trajiste los documentos?

—No

—No hay problema— agarro un archivo de su oficina— aquí tengo otros para que los firmes

—Grisha no voy a vender la casa— fue directo

—¿Que?¿Dijiste que no vas a vender la casa?

—Si, cambie de opinión

—Kenny entiendo que estes dolido por lo de tu hermano pero si necesitas más tiempo yo te lo daré

—No se trata de tiempo Grisha— se levanto del sillón— la casa no es solo mia, también es de mi cuñada

—No hay problema, podemos llegar a un acuerdo

—Ese no es caso, la última voluntad de mi padre fue que no vender la casa y cumpliré su último deseo— dijo en un tono firme y serio

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—¿Como crees que les este yendo?— le preguntó la ojigris a su tía

—No lo sé pero dudo mucho que les este yendo bien

—Y tienes toda la razón— Stiv se metió en la conversación

—¿Desde cuando estas ahí?— preguntó Yani en un tono molesto

—Solo pasaba pero como te oi hablar de ellos

—¿Por qué dijiste que mi tia tenia razón?

—Grisha es una persona que jamás nos trato con igualdad, se notaba a lenguas que no le agradabamos— se cruzo de brazos

—Pensé que era uno de sus amigos

—No lo és, Grisha solo se nos acerca para que le vendamos la casa y dudo mucho que se ponga contento con la noticia

—Si pero no importa lo que el haga, la decisión ya esta tomada— le respondió con firmeza

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