La Enemistad Entre El Amor

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La pequeña rubia se encontraba en el patio de la escuela, sentada en el césped mientras abrazaba sus piernas pensaba en lo que ocurrio con Levi, <<¿Por qué?¿Por qué la eligió a ella y no a mi?>> se pregunto mentalmente, el rechazo de Levi la dejo pensando en que tal vez no era lo suficientemente bonita como para llamar la atención del joven pelinegro pero eso no tenia sentido, ella era mucho más bonita que Hanji sin mencionar que se vestia mejor a ella, entonces ¿por qué la eligió a ella? Quizás realmente era eso, quizás ella no era tan bonita como lo era Hanji, quizás Hanji era más bonita y por eso Levi la prefirió a ella.

—Rita— apareció la última persona que queria ver

—Ahora no Petra— no estaba de humor para soportarla

—Vi lo de Levi, te lo dije Rita, el solo es un don nadie— se sento frente a ella

—Basta Petra, no estoy de humor para soportar tus tonterías— la miro molesta

—No son tonterías, Rita date cuenta de que ese chico no es más que un pobre que no vale la pena

—Petra ya es suficiente, deja de juzgarlo por su estado económico— refutó levantando un poco la voz

—No solo lo juzgo por eso, lo juzgo por que se ve de lenguas que no es alguien fiable

—¿Y tu lo eres?¿Eres alguien fiable Petra?— cuestionó aun molesta

—Esto no se trata de mi Rita, se trata de ese

—No Petra, esto es un problema tuyo, ¿que tienes contra el? ¿Acaso el fue grosero contigo?

—No pero...

—Si nunca fue descortés contigo no tienes por qué hablar mal de él— se levanto de golpe mirándola molesta

—Rita el no pertenece a nuestro nivel, tu aspiras a algo mejor— trato de hacerla razonar

—Sabes algo Petra? No puedo creer que seas tan prejuiciosa— la miro de forma juzgadora

—Yo no soy ninguna prejuiciosa— se levanto del suelo

—Lo eres, has vivido llena de caprichos toda tu vida, creyendote la mejor pero la verdad es que ni siquiera eres ni mitad de lo que dices ser y nunca lo serás si no eres capaz de ver más allá de tu ego

—Rita...

—Lo siento Petra pero no tengo ganas de oír como te crees las mejor— dicho esto se fue dejándola sola

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La joven pelinegra se encontraba a lado de sus amigas cuando vio pasar a un castaño de ojos esmeraldas, al verlo su corazón empezó a latir como loco mientras que sus ojos solo se dedicaban a verlo caminar por el pasillo. No podía creer que existiera alguien tan guapo como él, cuando deseaba poder besarlo y decirle cuanto lo amaba.

—Mira Mina ahí esta Eren— comentó una de sus amigas al notar al castaño

—Se ve tan guapo— dijo otra con una sonrisa mientras lo miraba

—Oigan basta, les recuerdo que Eren es mío

—¿Y por que no vas a hablar con el?

—El debe hacerlo, yo no

—Si fuera tu no estaria tan confiada

—Si, quizás puedan robartelo

—Eso ni de broma— se dirigió a donde Eren— Hola Eren— le hablo una coqueta Mina

—Ah... hola Mina— dijo viendola

—¿Como has estado?

—Bien supongo— se alzo de hombros sin darle importancia