Complicaciones

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La castaña de ojos ambar estaba junto a su madre en la salan, sentadas sobre el sofá, ella veía a su madre tomar un vaso de agua para tratar de controlar su enojo, le hubiera dado un calmante pero no era lo más recomendable luego de que estuvo bebiendo, algo que le molesto un poco por cierto, aun que ya estaba ocostumbrada a verla beber cuando estaba estresada desde hace mucho tiempo.

—Entonces los vecinos pusieron una bodega— dijo luego de que terminara de tomar su agua

—Si— puso el vaso en la pequeña mesa de cristal

—¿Y por eso estás así?

—¿Y te parece poco?— la miro molesta—¿donde se ha visto que un área residencial tan moderna como la nuestra tenga una bodegucha?

—Mamá cálmate,¿si?— dijo tranquila poniendo su mano en su hombro— no es bueno que te exaltes y más cuando estuviste bebiendo— lo último lo dijo con reproche

—Ya lo sé pero esa gente saca lo peor de mi

—¿Por qué mejor no te olvidas de eso?

—¿Como quieres que me olvide de eso? Esa bodega nos hará quedar mal frente a nuestras amistades

—Tal vez no sea tan malo

—¿Los estas defendiendo?— la miro frunciendo el ceño— por que seria lo último que me faltaba, que mi propia hija defienda a esa gentuza

Nego con la cabeza — no es eso mamá, solo que todas formas no podemos hacer nada para que no pongan esa bodega

—Lo que más cólera me da es que el alcalde dejo que pusiera esa bodegucha

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Sentia las suaves manos de su secretaria en sus hombros, estos se movían de un lado a otro dándole un masaje para liberarlo del estrés que sentía y no solo era por el trabajo, sus manos eran divinas para el puesto que ella con cada masaje que le daba lo calmaba.

—Gracias por los masajes, no se que seria de mi sin ti

—Lo hago con gusto— dijo sonriente— yo haría lo que sea por ti

—Lo sé y yo también

—Grisha....¿cuando vas a divorciarte?

—...todo a su tiempo,¿si?

—Otra vez con la misma excusa— dijo dejando de hacerle masajes para tomar distancia y darle la espalda

—Entiende que tengo que ver los papeles, no puedo permitir que se quede con la mitad de mi fortuna— se explico viéndola

—Entonces para ti el dinero vale más que yo— se cruzó de brazos, inconforme con lo que decía

—Yo no dije eso— dijo acercándose a ella para poner sus manos en sus hombros desde atrás— ¿como vas a pensar que yo voy a preferir el dinero antes que a ti?

—Pero así parece— aparto sus manos y se alejo más de él— ya vamos años así y me sigues diciendo lo mismo

—Mi amor entiéndeme, ¿tu crees que a mi me gusta estar con ella?

—Ya no se que pensar— suspiro— a veces pareciera que solo me estuvieras usando para divertirte y que en realidad tu sigues....— dejo de hablar

—Crees que sigo queriendo a Carla,¿verdad?— su silencio lo confirmo, tomo sus mejillas con sus manos— Marlene, mírame, yo no siento nada por ella,yo te quiero a ti

—¿De verdad?— se atrevió a verlo a los ojos

—Por supuesto que si y para probarlo,—acarició su mejilla— hoy nos iremos a cenar, solos tu y yo

La Enemistad Entre El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora