Capítulo 8

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Mientras Lavia salió sin ser notada por ambos. Luan se sentía aún con algunas dudas.

– ¿Estás seguro de que eres mí padre y no eres mí hermano mayor?

David la miraba en blanco.

¿Cómo no puede estar seguro de ser su padre?

— Soy tu padre biológico. Si no estas feliz con eso...

Ella no está entendiendo esto. Pensó que tal vez estaba la posibilidad de que sean hermanos, porque son idénticos. Pero es seguro que son padre e hija y mirándolo bien, algo no es bueno... Aún más por lo último que dijo.

"¿Cómo no estar feliz de conocer semejante hombre y además que es su padre?".

– ¿Cómo no puedo estar feliz? Mí papa se ve tan joven y guapo que los demás tendrían envidia.

Dijo mientras le sonreía con picardía.

Él la miró a los ojos, tenía una presión en su pecho. Después de todo, su hija luego de mucho tiempo lo volvió a llamar papá.

— Yo...

Cuando él quería responderle, la puerta de la habitación se abrió, entrando Lavia junto con él doctor Bey con grandes bolsas negras bajo sus ojos.

El doctor Bey estaba tan agotado, que en el momento justo en que se sentó por un  segundo para tomar un té relajante, la puerta de la sala de descanso del hospital se abrió revelando la apariencia de Lavia, cuando vió su expresión, sentía que alguien debió haberlo maldecido...

...

Lavia se acercó a ella y la tomó de la mano.

— Luan, el doctor va a volver a hacerte pruebas, me duele el corazón si no recuerdas todos los lindos y especiales momentos que tuviste conmigo y tus hermanos.

– ¿Hermanos?

Sus ojos temblaron un momento cuando pensó en su vida anterior, pero trato de olvidarlo y escuchó lo que decía Lavia.

— ¡Sí!, tus hermanos mayores, ellos son gemelos. Los conocerás pronto y vendrán en un momento. Estaban tan preocupados por ti que volvieron de un viaje para verte al saber que por fin despertaste. Te aman mucho.

– Oh.

Su falta de reacción fue algo incómoda hasta para el doctor Bey y la enfermera que entró para darle una bebida caliente de cacao con crema. El doctor pidió que se la trajeran para él, pero parece que lo malinterpretaron.

La enfermera se lo dió a Luan que estaba con una sonrisa radiante al tomar un sorbo. Y el doctor parece que comió una mosca...

No tomó su té y ahora se siente enfermo, es algo irónico siendo un doctor. Cuando se siente mal y mareado le gusta tomar cacao caliente para relajarse y el dulce le daría un poco de energía.

Le dijo a la enfermera que traiga otro para él está vez.

"Ah, está delicioso, pero por alguna razón estoy bastante feliz luego de tomarlo".

Mientras ella disfrutaba de la bebida caliente. 

—¿La caída afecto algo más que su memoria? – mirando al doctor Bey, fue David.

Poniéndose pálido por las tres miradas amenazantes,  no sabía si reír o llorar en esta situación..

Son Lavia y David, pero la tercera persona, obviamente la que queda es Luan.

Su padre la mira con un sentimiento complejo, y también preocupado. Y su madre, aunque actúa muy dulce y amorosa, sus ojos la miran como si fuera una rara.

¡Dicen que mi guapo esposo es feo!Where stories live. Discover now