La guerra se acabó. Sin embargo, sólo una queda con vida es ella. Una chica a la que nunca le prestaron suficiente atención.
Una niña, que va a ser enviada a tiempo y cambiar toda la historia.
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𝒏𝒂𝒅𝒂.
No queda...
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"Oh, lo siento" murmuro tan pronto como choco contra el amplio pecho de alguien. Miro hacia arriba, sonriendo torpemente al general cabeza lectora de los ejércitos aliados.
"Está bien" Gaara me sonríe. Puedo imaginarme cómo me vería. Mi cabello es un desorden largo, todavía cubierto de sangre de uno de mis pacientes. Mi camisa y chaleco están hechos jirones con marcas de quemaduras todavía visibles en mi piel. Estoy cubierto de moretones y rasguños de la última pelea. "¿Estás bien, sakura-san?" Su voz es como terciopelo, tranquila y serena. Incluso en medio del caos, parece tranquilo.
Me despierto con un fuerte chillido cuando siento que me vierten agua fría. Tiemblo de frialdad mientras miro a la risa Ibiki. Deja la canasta y me sonríe satisfecho con lo que ha hecho.
"¡Vamos mocosa!" Ibiki grita felizmente y se da la vuelta, dirigiéndose hacia la puerta. "¡Tienes veinte minutos para prepararte!"
"Tengo día libre, Ibiki" le grito, mirando mi cama mojada.
"Ya no" Hace clic en su tono y suspira, frotándose la cara. "Te necesitan en el cuartel general de T&I" suspiro, asintiendo con la cabeza. "Bajaré en veinte, tenemos que darnos prisa antes de que el hombre muera" Asentí una vez más, arrojando mi manta mojada sobre mi cuerpo.
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"No pareces feliz, mocosa" Anko me mira y levanta las cejas. "¿Qué pasa?" está más tranquila que de costumbre, lo que me sorprende e interesa. Incluso durante el interrogatorio más intenso, Anko nunca se pierde. Sin embargo, ahora parece casi agotada y desvanecida.
"Solo un poco, supongo" me encojo de hombros y continúo caminando por el pasillo. Saludo a los ninjas en el camino, la mayoría de ellos ya están acostumbrados al hecho de que estoy trabajando aquí, pero todavía hay algunas personas que consideran que este trabajo es inapropiado para mí. Las mismas personas que me despreciaron en mi vida anterior.
"¡Sakura Chan!" Inoichi me hace un gesto con la mano y yo le devuelvo el saludo, sonriendo amablemente a la figura paterna frente a mí. "¿Estás lista para el caso?" Me pregunta con un tono más serio y yo asiento.
