𝗣𝗥𝗢𝗟𝗢𝗚𝗨𝗘

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 ੈ ‧ 𝐃𝐘𝐒𝐓𝐘𝐂𝐇𝐈𝐏𝐇𝐎𝐁𝐈𝐀 | 𝙱𝙴𝙵𝙾𝚁𝙴
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 ੈ ‧ 𝐃𝐘𝐒𝐓𝐘𝐂𝐇𝐈𝐏𝐇𝐎𝐁𝐈𝐀 | 𝙱𝙴𝙵𝙾𝚁𝙴▃ ▃ ▃ ▃ ▃ ▃ ▃ ▃ ▃ ▃ ▃ ▃ ▃

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००० ━━━ ❛ prologue ❜

  La muerte es un proceso doloroso, al que todos nos enfrentamos al menos una vez en la vida. Afrontarlo es más sencillo para unos que para otros; muchos de nosotros creeríamos que un niño no entendería la complejidad de la cuestión, pero Ava lo hacía, tenía solamente once años cuando perdió a todo lo que tenía en la vida.

Ava Smith se crió con sus abuelos, siempre los vio como lo más cercano a una figura paterna, Stella y Carlo se encargaron de cuidar a su nieta con todo el amor posible, era solo una bebé cuando perdió a sus padres en lo que los muggles llaman un 'accidente automovilístico'. Desde ese momento los adultos prometieron que Ava no crecería con carencias y que harían todo en sus manos para hacerla feliz, sin embargo,
no pudieron cumplir su promesa, a su corta edad, algo ya le faltaba. . . y ese 'algo' eran ellos.

La niña tamborileaba sus pequeños dedos contra su baúl, su cabello lacio y castaño se pegaba a sus mejillas debido a las lágrimas que caían de sus ojos. Ava no quería mudarse a Londres, no quería ir a Hogwarts y definitivamente no quería vivir con desconocidos, pero al ser la única referencia cercana que tenían Stella y Carlo, era lo único que se podía hacer, eso o ir a un orfanato, pero esa no era ni siquiera una opción. La mujer a su lado sonrío tratando de transmitirle calidez, cosa en la que falló, no había forma en la pequeña Smith se sintiera mejor.

─ Ellos son buenas personas, Ava, tus abuelos...

La niña la paró de inmediato ─ No los conoces.

─ Los señores siempre hablaron maravillas sobre ellos, sobre lo mucho que valoraban su amistad y... y tú sabes eso mejor que nadie ─ La mujer calló al notar que el llanto de la pequeña en lugar de cesar se volvía más intenso.

─ ¿Por qué no puedo quedarme contigo? ─ Gritó haciendo que el chófer del auto abriera los ojos en par ─ ¿Por qué, Sarah?, ¿Acaso no me quieres?

─ Niña mía, sabes que te quiero desde que te cargué por primera vez, pero no tengo las posibilidades para hacerme cargo de ti como lo hacían los señores, de cualquier modo te puedo visitar cuando lo desees, solo envíame una carta y estaré aquí en menos de lo que cuentas hasta tres ─ Sarah sonrío maternalmente.

─ ¿Puede ser hasta dos? ─ Ava preguntó limpiando sus lágrimas.

─ Puede.

El auto se detuvo enfrente de una pequeña mansión de tres plantas, la fachada así como la parte de arriba eran de un color blanco luminoso que estaba rodeada por un jardín armonioso, y la familia integrada por dos adultos mayores y un niño, hacía que todo encajara a la perfección, en otra situación, Ava hubiese pensado que parecían sacados de una fotografía de alguna revista muggle.

La ex mucama de los Smith ayudó a la castaña a bajar del coche, tendiéndole una mano, la cual la menor apretó con fuerza sin intenciones de quererse despegar.

Los Potter siempre se habían caracterizado por ser personas amables y de un buen corazón, así que cuando recibieron una carta por parte de Sarah comunicando que sus amigos más queridos habían fallecido y que su nieta había quedado desamparada, movieron todos los papeles posibles para que la niña quedara bajo su tutela.

Euphemia le sonreía de forma maternal a Ava, tratando de que se sintiera un poco mejor, Fleamont igual sonreía, al mismo tiempo que tomaba del hombro a su hijo, quien realmente no quería estar ahí, solo deseaba seguir jugando con su escoba para que cuando fuera momento de partir a Hogwarts, fuera el mejor jugador de Quidditch de su casa.

El encuentro finalmente se dio, haciendo que las dos femeninas quedaran enfrente de la pequeña familia ─ Les agradecemos mucho que cuiden de Ava, nosotros... nosotros lo haríamos con gusto, pero el sueldo de una empleada no...

La matriarca de los Potter apretó su hombro, dedicándole una sonrisa tranquilizadora ─ Nosotros lo entendemos perfectamente y puede estar segura de que para nosotros es un placer cuidar de Ava ─ Euphemia se agachó lentamente quedando a centímetros de la niña y abrazándola ─, lamento mucho tu pérdida, cariño, Stella y Carlo eran nuestros más queridos amigos y haremos todo lo que esté en nuestras manos para que aquí te sientas tan querida como con ellos.

La castaña se desplomó en los brazos de la mayor abrazándola con fuerza ─ G-Gracias...

─ Shh, shh, no tienes que agradecer ─ Se separó para limpiar sus lágrimas ─, ¿Quieres entrar y comer algo? Debes estar hambrienta, has viajado por mucho tiempo. ─ Ava negó con la cabeza, lo último que quería hacer en ese momento era comer ─, bien... podemos instalarte si eso te parece mejor.

La pequeña asintió volteándose hacia su nana ─ ¿Antes de contar hasta dos?

─ Te lo prometo, mi niña ─ Susurró tratando de que las lágrimas rebeldes que amenazaban con salir, no lo hicieran, tenía que mostrarse fuerte para que Ava también lo fuera ─ te quiero.

─ Yo a ti.

. . .

Los días pasaban cada vez más rápido y aunque los Potter habían hecho todo en sus manos para que Ava se sintiera mejor, nada parecía funcionar, la pequeña no quería salir de su habitación y apenas habían logrado de que picara la comida, James la había invitado a jugar, pero había sido rechazado, Ava ni siquiera quería tocar sus libros nuevos y ella tenía una gran pasión por la lectura. No es que nadie la culpara por sentirse triste, pero sí les preocupaba que fuera a enfermar.

─ ¿No creen que está siendo un poco... melodramática? ─ Euphemia le dio una mala mirada a su hijo haciendo que este rodara los ojos ─ solo digo... que ella no está poniendo de su parte para mejorar, si tanto le importaban sus abuelos, debería hacer un esfuerzo por ellos.

─ James ─ Fleamont se arrodilló frente a su hijo con algo de trabajo ─, de verdad espero que tú nunca, pero nunca tengas que perder a alguno de nosotros, porque para Ava, Carlo y Stella lo eran todo, no está bien ventilar las intimidades de los demás, y menos las que son tan dolorosas, pero hace unos años, nuestros amigos perdieron a su hijo y a su nuera en un accidente, frenos cortados... ─ Tragó en seco después de decir las últimas dos palabras ─, Ava quedó bajo su tutela, perderlos... no me imagino lo devastada que debe estar en este momento, ¿Te imaginas?, ¿Te imaginas perder a quien más amas y a las únicas personas que has tenido en la vida?

El pequeño Potter lo reconsideró ─ Debe estar muy triste... de verdad espero que se sienta mejor pronto.

Pero Ava no lo hizo, al menos no del todo, una parte de ella se fue con Carlo y Stella, una parte que nunca creyó recuperar.

. . .

author's note:

Muchas gracias por estar aquí,
espero que hasta aquí les
esté gustando mucho la lectura.

dystychiphobia ¹ | james potterWhere stories live. Discover now