Un poco de tranquilidad...

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Severus se alejó solo un poco de donde estaban ambas mujeres para hablar con el director y poder observar a Elizabeth.

Poppy le levantó el rostro y la chica soltó un gemido de dolor. Albus miró a Severus de reojo y noto que estaba haciendo grandes esfuerzos para controlarse.

-¿Que te parece si vamos por unas galletas y té?- preguntó el viejo director.

-No pienso dejarla sola- contestó el.

-Solo será un momento. Me gustaría hablar contigo hijo- Severus miró a Elizabeth quien asintió y luego el aceptó.

-Rapido Albus- caminó sin esperar al anciano, rápidamente hasta su oficina, donde entró una vez que el director llegó y abrió para ambos.

-Quisiera hablar contigo algo un poco serio con respecto a lo que sucedió.

-¿Un poco serio? Lo encuentro bastante serio Albus, ese hijo de perra lastimó a Elizabeth y juro por Merlín que la próxima vez que lo vea lo mataré.

-Entiendo lo que sientes Severus pero me temo a que hay un problema con respecto al muchacho- Severus alzó una ceja totalmente molesto y desentendido- el es hijo de la aubsecretaria del ministro de magia- Severus abrió los ojos sorprendido totalmente ¿una escoria como esa podía tener emparentado con alguien de un puesto importante en el ministerio? Al parecer si era posible.

-Eso no significa que la próxima vez que toque a Elizabeth no lo mataré.

-Ahora estas con esa mujer Severus, deberías usar la cabeza- Albus le tendió unas galletas que Snape negó con la cabeza.

-¿Pensar con la cabeza? Estas diciéndome que no lo hago, ¡Ja! ¿Entonces debo irme a otro país para poder estar tranquilamente con mi mujer? Eso tratas de decirme- Albus negó con la cabeza.

-Sabes que no me refiero a eso Severus, yo estoy de brazos cruzados, se me es imposible hablar mal sobre el chico pero tu, conoces a su madre, llevas una relación personal con ella y me refiero a una amistad no a un amorío- dijo al ver como Severus iba a comenzar a gritar antes de que pudiera terminar- creo que ella podría escucharte Severus, es una buena oportunidad- Severus asintió.

Conocía a la mujer y si era necesario hablar con ella y mostrar pruebas de lo que había ocurrido lo haría con tal de que ese hijo de perra no volviera acercarse a su chica.

Pero por el momento no lo haría, necesitaba estar con ella, aún estaba afectada por lo ocurrido y no quería dejarla sola en ningun segundo así que miró a Albus y decidió preguntar.

-¿Es todo lo que tienes para decir?

-Puedes retirarte Severus- el hombre volvió al ala hospitalaria y antes de poder llegar a la puerta, pudo ver la silueta de la mujer de la que hace poco estaba hablando.

-Mamá el me golpeó- se quejaba el bastardo desde la silla que estaba en la entrada de la enfermería, junto a su madre al ver que Snape se acercaba.

La mujer mayor miró a Severus, su figura era distinguida y sus curvas algo que no dejaba lugar a la imaginación aunque al pocionista jamás le cautivo aquella mujer, no podía negar que era bastante guapa para su edad. Severus con postura erguida miró al niñato asqueroso y luego puso su mirada en la distinguida mujer.

-¿Severus? ¿Tu golpeaste a Daniel?- lo miro sin poder entender bien lo que sucedía ahí.

-Lo siento Sinistra pero si, lo hice, el lastimó a una mujer de manera horrible- Sinistra miró a su hijo y luego al hombre frente a ella, ambos se conocian hace bastantes años, habían asistido a Hogwarts al mismo tiempo y ella al igual que el, había sido Slytherin pero con otros principios, no tan obsesionados con la pureza de sangre, algo que los llevó por un tiempo a formar algo parecido a una amistad.

-No puedo creer que Daniel...¿donde esta esa chica? ¿Quién es?

-Es Elizabeth Grindelwald- respondió Snape- en este momento se encuentra en estado de shock al recibir tanta mierda por parte de tu hijo, este asqueroso tipo intento violarla- Sinistra miró a Daniel otra vez, enfadada y con lágrimas en los ojos de la rabia, se acercó a él chico y le dio una gran cachetada.

-¿Cómo pudiste deshonrarme de esa manera?- el chico se tomó el rostro y su mirada cambió después de eso y colocó una sonrisa.

-Jamas me habías golpeado madre, no puedes de verdad creerle a un tipo como él.

-Lo hago David, conosco a Severus desde antes que nacieras.

-Pues es un falso madre, lo está diciendo porque se acuesta con ella- Sinistra miró a Severus a quien casi se le salía el humo por las orejas.

-¡Creo que se de quien puedo confiarme y de quien no David!- grito la mujer a centímetros de su rostro.

-Pues es obvio que no, el es un maldito mortifago, no puedo creer que confi...- otra cachetada de parte de su madre le cerro la boca.

-No quiero que vuelvas a llamarme otra vez para estas estupideces David, hoy mismo te iras de Hogwarts y volverás a Rusia con tu padre, el te sabrá ayudar a cumplir con lo que debes.

-Madre no... te diré la verdad pero no lo hagas- David tenia miedo de vivir con su padre y al escuchar lo que su madre pretendía cambió su rostro a uno preocupado y temeroso.

-Partiras hoy mismo es mi ultima palabra- esta vez se dirigió a Severus- te ves bien después de tanto tiempo- intento sonreír la mujer- siento que tengamos que vernos en estas condiciones Severus, espero verte otra vez, no así por supuesto.

-Digo lo mismo querida- le dio una pequeña sonrisa y la mujer desapareció con el chico del brazo.

Soltó el aire esta vez más tranquilo y sin perder otro segundo, entró en la enfermería.

-Cariño- Severus se acercó y la abrazó fuertemente frente a Poppy- ¿Estás bien?

-Estoy mejor Severus, gracias no se que habria echo si...- comenzo a soltar lágrimas que no le permitieron seguir hablando.

El le rodeó los hombros con un brazo y le dio un beso en la frente. Poppy decidió dejarlos solos para que hablaran y se retiró.

-Iremos a mi casa este fin de semana, era una sorpresa- intento sonreír el hombre pero le fue imposible, solo pudo soltar una mueca horrible- nos quedaremos ahí al menos por el fin de semana, luego si deseas volverás a tu...- Elizabeth le abrazó fuertemente y lo cortó.

-No, no quiero volver ahí, no puedo ir a mi cuarto.

-Puedo hablar con Albus para que te quedes conmigo hasta que te cambien de habitación- ella asintió- yo te cuidare en todo momento, te daré las pociones correspondientes y te acompañaré hasta Slughorn- ella asintió

-¿Y... y el?- le miró otra vez a los ojos con lagrimas a rebozar.

-Tranquila cariño, ese mal nacido se irá del país, con su padre a Rusia, no tienes que volver a preocuparte por ese asunto- Elizabeth se perdió en la calidez de su mirada y la preocupación que reflejaba- te quiero Severus- el le sonrió con amor reflejado y luego la abrazó y besó su mejilla sin decir ni una palabra.

Elizabeth le dio un beso en la mejilla y se recostó sobre su pecho ambos esperando a que Poppy diera su veredicto, minutos después la enfermera volvió a salir y los observó a ambos.

-Ella está mejor Severus, solo necesita descansar y que estés junto a ella, le recete algunas pociones para el dolor, eso es todo, llevala a su habitación- habló la enfermera y Severus la despidió con un movimiento de cabeza.

-Te llevare a mi cuarto- ella asintió y el se levantó soltandola un poco.

-No, no te separes- pidió la chica.

-Tranquila es solo para poder- ella se acercó otra vez, ambos estando de pie, entonces Severus tuvo una idea.

Levantó a la muchacha entre sus brazos y la llevó hasta su cuarto desde la enfermería, a ratos la dejaba en el suelo unos segundos y luego seguía, era un poco pesada como para bajar hasta las mazmorras pero no la dejaría. Una vez en su cuarto ambos se recortaron en la cama y ella se durmió sobre el pecho del hombre quien la miraba y acariciaba su cabello de manera delicada.

Una Grindelwald en HogwartsWhere stories live. Discover now