Visita 3

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—Anoche tuve el sueño más placentero en meses — ella sintió la mirada violeta desde fondo de la celda, no la vio pero estaba segura de que podía verlo sonriendo— tú estabas en el... ¿quieres saber más detalles?

—No, te pregunté por tu aldea natal eso es de lo que quisiera detalles —Tenten cerró los ojos irritada.

—Estabas de rodillas frente a mí, rezabas con fervor con los ojos cerrados —él ignoró el hilo de la conversación continuando para molestarla.

—No creo en ningún dios, lamento arruinar tu imaginación, jamás rezaría —suspiró mientras arreglaba los papales de información de otro recluso pasando anotaciones en limpio.

—Cuando abriste los ojos lo supe, estabas lista así que clavé la aguja directo en tu corazón.

Tenten trató de mantener la calma mirando con neutralidad hacia la celda, no pudo evitar sentir el escalofrío al escuchar aquello sobre querer asesinarla, maldijo ser tan sensible con sus emociones sin poder evitarlo.

—Te diré algo sobre mí y mi aldea, puedes responder con información de igual valor.

—Arruinas la diversión, estoy seguro de que sientes curiosidad de cómo terminó mi sueño.

—En lo absoluto, no me interesa —mencionó con nulo interés.

—Eras inmortal igual que yo —finalizó mientras reía.

Tenten levantó la mirada de los expedientes y lo vio cerca de los barrotes ahora que se había acercado a ella mientras hablaba.

—¿Qué se necesitaría para volverme inmortal igual que tú? —entrecerró los ojos castaños con curiosidad.

—Rezarle a Jashin, entenderá el tipo de persona que eres y de inmediato te dará el honor.

—¿Solo rezaste y lo obtuviste?

Él rio en respuesta después inspeccionó las cadenas de sus muñecas que lo aprisionaban a la pared de la celda si se alejaba más de lo necesario.

—¿Qué clase de persona según "Jashin" merece la inmortalidad? —ella continuó sin desviar el tema.

—Crecí en una aldea normal y estúpidamente aburrida, éramos pobres así que mi padre me vendió un día para pagar una deuda terminé trabajando con un herrero, más como su esclavo que como su ayudante, aun así, fue lo más cercano que tuve a una figura paterna aunque me golpeada cada vez que sentía la necesidad de descargar su ira mientras estaba alcoholizado.

—¿Y tu madre? —Tenten prestaba atención al fin haciendo anotaciones en su reporte.

—Jamás la conocí, me abandonó con el imbécil de mi padre —el criminal expresó aburrimiento en su mirada.

—Debió ser difícil —dejó de anotar y levantó la mirada hacia él— solitario.

—El mundo es una mierda para cualquiera guárdate tu lástima —sonrió hacia ella— y bien, dime algo de tu infancia feliz en esta patética aldea.

—Mi abuelo me crio, nunca conocí a mis padres murieron juntos en una misión, fuera de eso mi abuelo me enseñó todo lo que sé cómo maestra de armas desde pequeña.

—Que mierda más aburrida... —levantó la mirada cuando terminó de examinar las cadenas en sus pies.

—Así es, mi vida no tiene nada de especial así que acostúmbrate a oír cosas parecidas a esta, nunca destaque en nada.

Él solo la miró sonriendo en respuesta.

—¿Qué? —alzó la ceja devolviéndole la mirada.

Eternos Anhelos Where stories live. Discover now