Como un ladrón.

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Perdón por tardar tanto, esta vez la escuela fue más larga y dura conmigo, espero publicar continuamente en estas cortas vacaciones... ya estamos muy cerca del final, gracias por leer.

@hashimada_7w7_ y aun así me costo mucho trabajo esto, espero tu más sincera opinión.

Madara sentía la áspera textura del suelo, el viento frío que lo atrapaba y el sonido nocturno de la nada, sentía tanto y era tan satisfactorio...pero ese cuerpo cálido sobre de él, esos cabellos suaves y su suspirar latente mientras seguía ahí jugando en su vientre esos labios ya sucios.

Odiaba estar ahí, tirado, mientras sus sentidos estaban alerta. Y es que el acto sexual era conocido pero ajeno a él, cuantas veces pensó en pagar por compañía y al final se acobardaba por el miedo al que sentir y que hacer. Y con repulsión jalo los cabellos blancos de Tobirama atrás, extasiado por jugar con el miembro del Uchiha le sonrió. 

-Cariño no te enojes conmigo.- le decía tan suave que el sarcasmo era nulo en su frase.- No pienses más, el rol solo es un juego.- besó las piernas de Madara.- Arrodillado ante ti. ¿No te agrada?

Pero Madara no sabía que decir, nuevamente pensó en cuantas veces el Senju había hecho esto... y no es que fuera experto pues Madara era el nuevo en esto, pero parecía que Tobirama disfrutaba mucho esas repugnantes sensaciones.

-Desgárrame, tortúrame, mátame, que me vengaré esta noche de ti.- y continuó lamiendo la punta de la entrepierna del mayor.

Llevándolo de nuevo al futón ya desarreglado, besaba sus piernas mientras las levantaba lentamente a sus hombros. Como la luna blanca, sus ojos rojos eran la única oscuridad en su belleza pura. Le sonrío y Madara se sonrojo, no por lo que Tobirama iba a hacer y estaba haciendo si no...por esa pura sonrisa.

-¿Tienes miedo?- su pregunta fue sincera.

-Yo no quería esto.

-Dominas, emperador...pero aun desconoces el placer del cuerpo.- tocaba su cuello con dulzura.- Solo dime que hacer y estaré ante ti.- lo beso.

Madara sintió la presión en su parte baja, cálido pero era horrible, la peor sensación de todas. Pero, el albino le besaba cada que podía como si fuese él un colibrí picando a una rosa, con mucho cuidado, sus labios era donde más le gustaba pues era la sensación que mas le agradaba, la más pura. Y Madara suspiro.

-Dime que hacer...- le susurró al oído.

-Dame más.- la voz dominante de Madara era tenue pero no perdía su fuerza superior.

Y el guerrero entendió, las embestidas eran más fuertes, pero calmadas. Madara suspiraba mientas acariciaba el ya cálido cuerpo de su amante, que poco a poco iba sumándose a la debilidad pesé a que Tobirama era quien llevaba las riendas solo era un peón más ante sus ojos, un peón que hacia todo por él. 

Madara ya estaba ahora sobre Tobirama, moviendo sus caderas rápidamente, esa fue la segunda sensación más satisfactoria... pues esos ojos carmín no dejaban de verlo como un Dios.

El albino acariciaba las piernas del pelinegro, mientras que el pelinegro apretaba con fuerza el pecho del albino.

-¿Qué me quieres hacer?

-Robarte tu corazón, Tobirama.

El albino sonrió.

-Ya lo tienes.- y con fuerza se levantó para llevarlo contra la pared, donde sus embestidas eran más fuertes.- Yo solo quiero robarte suspiros.

Madara benevolente, suspiro en sus oídos, lo que potencio al Senju que también ya comenzaba a gemir, a abrazar ese cuerpo que no es suyo, ese corazón que no le pertenece... a ese ladrón que le quito todo.

 Madara solo lo abrazo cuando sintió el estasis de su pequeño peón, cuando se detuvo, más que por falta de pasión, por fuerza física, pues entre sus gemidos entre cortados, seguía besando al Uchiha con dulzura esperando alguna recompensa por su trabajo. Mientras que en sus piernas corría el capricho de Tobirama.

Madara entonces tomo el rostro de su insignificante peón, lo beso con pasión y sin pedir permiso, succionado cada suspiro del menor que dejaba su aliento por él... por él...por Izuna... Tobirama se separo.

Pero el mayor lo trajo a sus brazos, como entendiendo sus remordimientos, que ambos compartían por la misma persona, pero a diferente modo. Nadie lo mencionó pero era evidente de quién se trataba.

-Yo...- tontamente trato de disculparse.

Pero Madara lo besó nuevamente.

-Solo hazme tuyo, una y otra vez... cariño.- en tono burlón pero sin herir era pureza tan rara, que Tobirama solo besaba el cuerpo que ya dominaba y conocía... noche tras noche...

Como un ladrón le robó suspiros, le robó sus sueños, le robó su libertad, como un ladrón ya le había robado su corazón.







Algo corto por que quería hacerlo más "poético" además no quería incluir detalles sexuales por que mi idea principal es como, realmente en el amor si hay un robo por ambas partes o por todas partes jaja. 

Igual pues mi idea es que sexualmente si hay dos roles, el sumiso y el que domina... pero realmente lo sexual es quien lo disfruta ser sumiso y quién el dominante... cuando en el corazón, en el alma y en la mente esto ya es algo transgresor, entonces sexualmente Madara fue el sumiso pero Tobirama ya se había dejado dominar por él desde hace capítulos atrás pero corporalmente ambos son similares, y Madara jugo bien con la mente de Tobirama entonces por ahí trate de darle camino a este capítulo que no se si quedó, de las correcciones que hice esta fue mi favorita.

Y ya casi acabamos esta obra, tal vez dos capítulos más y ya, esto va a terminar feo por que en el corazón no debería de haber roles queridos lectores, recuerden eso.

Gracias por leer y espero sus comentarios uwu. 




COMO UN LADRÓN (TOBIMADA-TOBIIZU)Where stories live. Discover now