Capítulo 9

3.7K 587 153
                                    

mini maratón 2/3 ♡

•••

Jeno llega pasada la medianoche, cuando Jaemin, una vez más, está sentado mirando el televisor, solo en la oscuridad.

Jaemin no lo ha visto desde el incidente en el baño del club, Jeno desapareció poco después, y está contento por ello. No hubiera sido capaz de mirarlo a los ojos sin querer morir, o desear haber estado listo para enfrentarse a él esta mañana, no habría tierra que se abriera y lo tragase entero.

Pero ha tenido un día completo para procesarlo, y no está tranquilo, en absoluto, pero ahora puede hacerle frente.

Jeno se detiene en la sala de estar, mira el televisor.

— ¿Ven a Cenar Conmigo?

—Sí.

—¿Quieres una taza de té?

—Sí, si vas a preparar una para ti.

Jeno va a la cocina, pone el agua a hervir, y las cosas se sienten casi normales. Y mientras Jaemin sabe que se está mintiendo a sí mismo, es un mecanismo de defensa así que sigue la corriente.

—Aquí tienes—le dice a Jeno un minuto más tarde, entregándole una taza de té caliente.

—Gracias.

Jeno se sienta junto a él, pone sus pies sobre la mesa de café y sopla el vapor de su taza.

—¿Dónde estamos hoy?— Pregunta, señalando el televisor.

—Southampton.

—Fuimos allí en vacaciones una vez.

Jaemin vuelve la cabeza para mirarlo.

—¿Cuándo eran niños?

—Sí—dice Jeno, moviendo la cabeza— La familia de Mark tenían una casa allí. No estoy seguro si aún la tienen.

Jaemin resopla y sonríe.

—Parece que tienen casas en todas partes.

—Bueno, al menos sabes que nunca te quedarás sin casa—dice Jeno con una sonrisa.

Permanecen en silencio, y así se mantienen a través de la mitad del episodio antes que el mecanismo de defensa de Jaemin se venga abajo. Él estuvo bien mientras que Jeno no estaba aquí, y estuvo bien mientras Jeno le estaba hablando, pero ahora están aquí sentados, y no se dicen nada, y el elefante en la habitación continúa creciendo hasta que Jaemin no tiene que mencionarlo, no puede simplemente esconderlo bajo la alfombra, como tanto lo desea.

Respira profundo para darse valor.

—Mira, sobre lo de anoche...

—No hay nada de qué hablar—dice Jeno al instante, interrumpiéndolo como si hubiese estado esperando. Su tono es bajo y oscuro, con un toque de advertencia.

Sin embargo, Jaemin no puede dejarlo pasar, porque es un idiota tenaz, y Jeno no puede verse afectado por lo ocurrido. Nunca ha estado en ese tipo de situación antes. Mirando algo que no debía, algo peligroso, incapaz de apartar la mirada. No puede quitárselo de la cabeza, y no quiere que Jeno piense que no le importa, que no siente culpa o incomodidad por haber invadido un momento tan íntimo. No sólo lo invadió, se quedó ahí mirando.

—No fue mi intención encontrarte ahí.

—Es un baño público, Jaemin—dice Jeno llanamente—¿Cómo podrías haberlo hecho a propósito?

El Padrino - NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora