Fuego eterno -Dabi

[60] Chocolate con fresas y un poco de humo

[Toga]

Mi amiga __ nos mencionó la calle y pantalla donde se mostrará su evento, en todo el día no vimos al flamas azules. Lo que no nos dijo es la hora y minuto, no almorzamos antes de viajar.

-¿Me regalas un lápiz? -el cabello de la hija del mago creció, sacó un lápiz bonito de color y diseño tierno para dejarlo en mano de la niña. -¡Gracias! Mamá, necesito mi cuaderno.

-¿Otra vez no hiciste tu tarea? Te dije anoche que le pidieras ayu-

-Fue al trabajo, quería pedirle una cita a la secretaria. -su madre la mira con una sonrisa sincera que oculta el odio que siente hacia su exesposo, yo no tendría problema con asesinarlo pero Jin me dijo que me quedara con la liga. -¿Papá donde fue?

-Dijiste que fue al trabajo. -hablando del futuro casado, salió del edificio donde hace su clase con el dueño del hogar de nuestro cuidador de profesor principal. -¡Papá! -la cara de sorpresa de la sirvienta es lo mejor que he visto en mi vida. -¡Papá! ¡Míster!

Nuestro mago voltea mirando la niña de sus ojos, su rostro confuso es de... ¿felicidad y confusión? Ambos. Nuestro cuidador con el nuevo profesor de magia se acercan a nuestra mesa, nuestro pedido llegó a tiempo.

-¿Papá? No soy tu papá de sangre, soy tu padrastro. -la niña sonríe rogando que la ayude con su tarea, su novia también roga. Alguien no tiene idea de cómo ser una buena profesora. -En ese caso, necesitamos ayuda de un experto.

Levantó mi trasero, agarro mi pedido cambiando de mesa para no incomodar la familia Sako. Ni siquiera el lagarto se cree que el mago esté emocionado con tener una novia con hija incluida. Mi héroe cuidador literalmente se toma un descanso con su criminal, pidió una bandeja de sushi y un refresco pero el cuello no se lo quita ni para beber, tiene un agujero en su máscara.

Jin le diría que se saque la máscara, hablaría con toda confianza con el único héroe que aceptó cuidarme de los peligros del mundo.

[Dabi]

Cortando pescado, normal, una persona que odia el pescado corta pescado para una cena en la que no podrá comer. Karin maulla rogando pescado, lo mismo Blue.

-Oigan peludos, esta comida no es suya. -muevo el pie agitando sus platos de comida, insisten en que quieren pescado. -Coman de su plato.

Los gatos insisten... ¿Se enoja Fuyumi si le doy un poco de pescado a los gatos? Pecar una vez más no es malo, un pedazo de pescado cada uno y se fueron de la cocina felices.

Continuó cortando... Olvide algo importante. Pero, ¿qué es?

-¡Ah, Toya! -¡intentó recordar, invierano idiota! -¡Toya, trae queso!

Dejó el pescado escondido con un plato por los gatos hambrientos, perder un pedazo significa un mal almuerzo. Sacó el queso del congelador y camino al pasillo... ¿Un ratón de calle?

-Lanza el queso... -Natsu se esconde detrás de una Fuyumi asustada por un lindo ratón callejero. -Ayuda, ratón feo.

-Aja, mírate al espejo. -lanzó el queso cerca del ratón, agarra el queso y sale de casa con su comida en la boca. Vuelvo a la cocina para continuar cortando pescado pero mamá se me adelantó. -Ya pusiste la mesa, tengo que hacer mi parte de la cena en que no estaré.

-Come algo antes de... -mamá voltea mirando al suelo, sube la cabeza mirándome extraño, asqueada vuelve su cabeza al pescado. -Tus gatos capturaron un ratón.

No me sorprende. Bajo la cabeza al suelo mirando ambos gatos comiendo un ratón callejero, la ley de la vida, comes o te comen. Me agachó acariciando la cabeza de Blue, mi pequeño gatito mayor es carnívoro igual que sus padres en la cama.