3. Confusos sentimientos.

1.6K 267 29
                                    

Wuxian se sentía muy triste. Las duras palabras de Wangji taladraban su cabeza una y otra vez: ¡Yo jamás me casaría contigo, no te conozco y ni siquiera me gustas!

Esas palabras habían reabierto una profunda herida que el chico de ojos grises pensaba que se había cerrado ya. Wei Ying hubiera dado cualquier cosa porque todas sus memorias hubieran sido borradas cuando murió. Habían recuerdos demasiado dolorosos de los cuales quisiera deshacerse, pero no era así como funcionaban las cosas en el Mundo de los Muertos y tendría que seguir recordando todo aquello que le causaba dolor y tristeza.

El ojigris estaba sentado al borde de un acantilado que daba a una especie de mar con aguas oscuras y extremadamente heladas. El sol no salía como tal en aquel lugar de muertos, tampoco la luna. El día de la noche podían diferenciarse únicamente por una especie de luz artificial que había en aquel cielo sin estrellas, parecía como si un enorme foco se encendiera y apagara con cada nuevo día que amanecía y anochecía. Era un lugar lúgubre, helado, pero era el lugar donde terminabas luego que dejabas de respirar.

El aire que soplaba en aquel acantilado le podría helar los huesos a cualquiera, menos a a Wuxian que ya casi no sentía nada. Estar muerto te hacía volverte insensible a casi todo, solamente podías sentir cosas que en verdad eran fuertes como la tristeza, odio o amor. Y la tristeza que embargaba a Wuxian era grande.

Las saladas lágrimas bajaban de los ojos grises de aquel muchacho que hacía tiempo había dejado de ilusionarse o esperanzarse. Desde hacía demasiado tiempo que vivía en la oscuridad de ese mundo en el que había ido a parar. Su corazón estaba tan roto que podría cortar a cualquiera que quisiera tocarlo. Nadie ahí conocía su pasado o la causa por la que murió, únicamente lo sabían su amigo Kexing y la pareja de este, así como los regidores de aquel mundo que sabían todo de todos.

Ingenuamente Wuxian creyó que aquel muchacho de bonitos ojos dorados sería su nuevo comienzo, que sería el que le devolvería las ilusiones y que le enseñaría que incluso estando muerto todavía podía amar y ser amado. Ingenuamente creyó que el que Wangji se casara con él sería motivo de felicidad y no de la amarga tristeza que corría por sus venas. Wei Ying sabía que quizás todo había sido demasiado apresurado y que no se conocían de nada y ya estaban casados, pero creyó que quizás con el tiempo pudieran ir desarrollando una relación más íntima. Lástima que todas sus expectativas habían sido aplastadas por aquel muchacho y sus duras palabras.

—Hasta que te encuentro, A-Xian. —Dijo una voz asustando un poco al ojigris.

—¿Qué quieres, Kexing? Quiero estar solo. —Ni tan siquiera se volteó a ver al contrario cuando respondió.

Kexing caminó hasta el borde donde su amigo estaba sentado y sin preguntarle si lo podía acompañar se sentó a su lado, viendo también hacia esas aguas oscuras de aquel inmenso mar frente a ellos.

—A-Xian, yo sé que lo que dijo ese tipo te puso triste, pero tú también debes entender que no ha de ser fácil enterarte de que has muerto y que encima estás casado con alguien que ni conoces. —Kexing era directo y eso era algo que a veces Wuxian odiaba, más cuando tenía razón.

—Yo entiendo esa parte, pero creo que no había necesidad de que fuera tan cruel conmigo. Yo no tengo la culpa de que haya terminado aquí. —Y una lágrima más se deslizó por el rostro pálido del ojigris.

Kexing se acercó más a él y le pasó un brazo alrededor de sus hombros, haciendo que Wuxian recostara su cabeza sobre él. El mayor de los dos sabía que lo que más necesitaba su amigo en esos momentos era consuelo y él se lo brindaría siempre. Wuxian era como un hermano pequeño para Kexing y siempre querría verlo feliz y no llorando como en esos momentos, porque sentía que su muerto corazón se rompía en pedazos.

El Cadáver del Novio... {WangXian}Onde histórias criam vida. Descubra agora