El Cadáver del Novio... {WangXian}

4. Un triste pasado...

Wei Wuxian siempre había sido un alma inocente, siempre con una sonrisa en su cara y dispuesto a ayudar a quien lo necesitase. Sus amigos lo querían y apreciaban muchísimo, así como también su familia adoptiva. Realmente Wuxian tenía todo para ser feliz, o casi todo, ya que él sentía que había una tan sola cosa que le faltaba para estar completo: AMOR.

Wuxian vivía enamorado de la idea del amor, de encontrar a esa persona con la que querría compartir su vida, esa persona que le hiciera girar su mundo y acelerar su corazón. Él vivía soñando con el día de encontrar a su alma gemela, su otra mitad y tener un romance digno de televisión, y también soñaba con el día en que uniría su vida a esa persona. La idea de tener una boda lo ilusionaba demasiado, tanto así, que tenía todo planeado meticulosamente.

Cuando sus amigos cercanos comenzaron a encontrar a sus otras mitades el ojigris se alegró, porque pensó que eso significaba que su turno se estaba acercando. Cuando sus amigos comenzaron a comprometerse, planear sus bodas y a pedirle que fuera el padrino de honor, Wuxian se alegró. Pero cuando el tiempo pasó y sus amigos finalmente se casaron, Wuxian no pudo alegrarse más porque él aún no encontraba a su alma gemela. Llámenlo tonto, paranoico o cómo quieran, pero el chico pensaba que alguna especie de maldición le había caído al haber sido padrino de bodas de todos sus amigos.

El ojigris ya comenzaba a desilusionarse que quizás nunca encontraría el amor y que se quedaría solo. Las muchas citas y personas que había conocido no habían hecho click con él, no había encontrado esa química de la que todo el mundo habla, mucho menos sentir esos escalofríos y tu corazón deteniéndose al ver por primera vez a aquella persona que sería tu otra mitad. Wei Ying ya estaba cansándose de sus infructuosas citas y todas aquellas decepciones que se apilaban como lastre en su pecho.

Estaba a nada de tirar la toalla y rendirse en su búsqueda del amor hasta que apareció él. Un hombre elegante y que al instante de Wuxian conectar su mirada con la suya sintió una corriente eléctrica recorrerlo de pies a cabeza, y su mente y corazón se pusieron de acuerdo para gritarle: ¡ES ÉL!

Desde que conociera a aquel galante hombre que lo cautivó desde el primer momento con su forma de ser y sus palabras dulces y llenas de amor, Wuxian se sintió en la novena nube. Todo era más bonito, los colores más brillantes e intensos, el aire se sentía puro, y todo en general era mil veces mejor para el ojigris desde que ese hombre ingresara a su vida y la pintara color de rosa. Ese hombre lo había enamorado de una manera en la que nadie lo había logrado antes. Wen Chao era el nombre de aquel a quien Wei Wuxian le entregó su amor, su alma, su devoción y todo lo que él era.

Por fin Wei Ying se sentía completo, tenía todo y más de lo que hubiese pedido en la vida: tenía amigos incondicionales, una familia que lo quería y una pareja que lo amaba. Nada podía arruinar su felicidad. Y por un tiempo, Wuxian estuvo en lo correcto porque nada ni nadie pudo opacar su absoluta felicidad, solo aumentarla. Y ese hombre fue uno de los encargados en aumentar esa felicidad en la vida del ojigris, ya que un día en que Wuxian menos lo esperaba en una cita de lo más romántica, su novio le propuso matrimonio.

—A-Xian, cariño, sé que llevamos juntos solamente un año, pero este tiempo ha sido más que suficiente para darme cuenta que tú eres el amor de mi vida, la persona con quien quiero compartir el resto de mis días. —El hombre se levantó de su lugar, rodeó la mesa de aquel restaurante elegante y se puso frente a su novio, hincándose frente a él y tomando su mano izquierda entre la suya. —No puedo ver una vida en la que tú no estés a mi lado iluminando mis días con esa sonrisa tan brillante que posees y que tanto adoro. Sin ti nada tiene sentido, cariño, y es por esta razón que quiero pedirte que por favor unas tu vida a la mía. Wei Wuxian, amor mío, por favor concédeme el honor de convertirte en mi esposo y te juro que haré hasta lo imposible por hacerte feliz.