9. De primeras veces.

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Las cosas entre ambos jóvenes comenzaron a fluir de mejor manera después que ambos se pidiesen disculpas mutuamente. Ambos se notaban más aliviados, un poco más contentos y empezaban a entrar en confianza. En fin, toda la atmósfera tensa iba desapareciendo poco a poco y esto lo notaban todos.

Wangji se instaló de manera permanente en la casa de Wuxian y también comenzó a ayudarlo a atender la cafetería. A decir verdad, trabajar junto al ojigris era algo que ayudaba a Wangji a que no sintiera tanto el tiempo correr y a la vez a mantener su mente ocupada.

En cuanto a su "matrimonio" se podía decir que después que ambos confesaran que se gustaban, había comenzado un pequeño cambio en sus interiores. Cada día que pasaba era toda una montaña rusa de emociones para los dos, miradas y sonrisas coquetas, uno que otro roce "accidental" que los hacía estremecerse, conversaciones de todo y nada a la vez, en fin, eran demasiadas las cosas que los hacían sentirse más y más a gusto el uno con el otro.

Ambos estaban conscientes que el próximo invierno llegaría tarde o temprano y miles de dudas surgían en cada uno de ellos, pero trataban de hablar lo menos posible sobre el tema, ya que a veces las cosas solían ponerse tensas a la menor mención de ello.

Los días pasaban con tranquilidad, acostumbrándose cada uno de ellos a la rutina y presencia del otro siempre alrededor. Cada vez comprobaban que se gustaban más y más, y que hasta los más pequeños gestos o detalles del contrario los hacían sentirse cálidos y muy muy a gusto. ¿Se estarían enamorando? Tal vez sí, tal vez ya lo estaban y no lo sabían. Lo único que tenían claro estos dos seres era que estaban felices.

Un día como cualquier otro, ambos estaban preparando todo lo que necesitaban para abrir la cafetería. Wuxian se había tomado el tiempo de enseñarle a Wangji a cocinar y a hornear y el Lan había aprendido todo con una rapidez un poco asombrosa. Los chicos estaban en la cocina horneando algunos postres para el día, y Wuxian necesitaba un ingrediente que estaba un poco lejos de su alcance, así que se dio la vuelta para ir por lo que ocupaba, pero en un descuido suyo se enredó con las cintas de sus zapatos. El ojigris solo cerró los ojos y esperaba el fuerte golpe que daría en el piso, golpe que nunca llegó.

En cambio lo que Wuxian sintió fueron unos brazos que lo aferraron fuerte y evitaron que cayera al piso. El ojigris abrió sus ojos con un poco de duda y su mirada gris conectó de lleno con la mirada dorada del Lan, quien era el que había corrido para salvarlo de su aparatosa caída. Por eternos segundos ambos se quedaron congelados en la misma posición, sin apartar sus miradas y casi sin respirar. 

—Eres hermoso. —Pronunció en un susurro el Lan, no queriendo romper la atmósfera que se había formado a su alrededor. Wuxian no dijo nada, demasiado atónito de haber escuchado aquellas dos palabras salir de labios del contrario.

Los ojos dorados finalmente dejaron los grises, solo para concentrarse esta vez en los labios de Wuxian. El Wei se tensó al ver la acción del contrario, pero continuó sin decir palabra no queriendo cortar aquello que estaba pasando.

—Wuxian. —Dijo el Lan llamando la atención del otro. —Voy a besarte.

Y dicho esto, el Lan bajó su cabeza y sin dudarlo, conectó sus labios a los del contrario, iniciando el primer beso que ambos compartirían. Fue un beso que a ambos los descolocó por tantos sentimientos que experimentaron. El roce de los labios cálidos de Wangji contra los fríos de Wuxian al inicio fue un poco extraño por las diferencias de temperaturas, pero rápidamente se acostumbraron. El muerto corazón del Wei se sentía como si fuera a salírsele del pecho, lo que era físicamente imposible, pero sentía una felicidad casi desbordante por aquel beso.

Ambos chicos habían establecido un ritmo lento para el beso, saboreando sus labios, sintiendo cada toque. Era un beso que estaba marcando un antes y un después en su relación. Era un beso que estaba abrumándolos de una manera inimaginable, era un beso que sabía a felicidad, que sabía a esperanzas. Era un beso que ninguno sabía que necesitaba hasta que sucedió, un beso que iba a quedar marcado a fuego en las memorias de cada uno. Era el primer beso de muchos más que compartirían porque ambos desarrollarían la adicción de los dulces labios del contrario.

El Cadáver del Novio... {WangXian}Where stories live. Discover now