Uno

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Lan JingYi

JingYi despertó sintiéndose cohibido por la sensación de tener el cuerpo de SiZhui pegado al suyo. Tenía su brazo alrededor de su cintura y sus piernas entre las suyas, y algo largo y firme pegado en su espalda baja. Sonrió. Después del banquete de Jin Ling habían hecho el amor muchas veces durante la noche. La primera de manera furiosa, frenética y muy excitante de pie apenas habían entrado a la habitación. Después, lo habían hecho lentamente, de manera mucho más sensual en la cama. Pasada la medianoche, se habían bañado juntos y habían empezado de nuevo. Luego habían ido a la cama y se había quedado dormido entre sus brazos.

Suspiró, SiZhui no era el único que estaba excitado. Cambió de postura, apartó el brazo de SiZhui y lo vio devolviéndole la mirada. JingYi tuvo que taparse la boca para contener la risa al ver su torso y la sábana levantada a la altura de la cintura por su erección. JingYi se sentó, dispuesto a atender aquella erección. Entonces sintió náuseas y, mientras se tapaba la boca, corrió hacia una esquina, llegando justo a tiempo para vaciar su estómago en una cubeta mientras se afirmaba contra la pared.

Cuando por fin terminó se arrodilló contra el suelo, agotado, la sensación de tener el estómago revuelto siguió latente. Respiró hondo y se apartó el cabello de la cara para ponerse en pie, y entonces oyó una voz profunda a su lado.

—JingYi ¿Estás bien? ¿Acabas de vomitar? —SiZhui lo ayudó a incorporarse y le apartó unos cabellos rebeldes de la cara al ver que volvía a inclinarse sobre el balde—. Te tengo —Le dijo, acariciándole la espalda.

JingYi terminó de vaciar su estómago y se quedó sin fuerzas. Los ojos se le llenaron de lágrimas ¿Por qué había tenido que empezar con las náuseas precisamente aquella mañana?

—Estoy bien, ya ha pasado.

SiZhui lo ayudó a incorporarse. Se aseguró de que pudiese quedarse de pie y fue por un vaso con agua.

—Bebe —Le pidió, tendiéndole el vaso. JingYi bebió y después se lavó la boca. SiZhui lo observó con gesto pensativo.

—No pongas esa cara. Me ha debido de sentar mal algo —Dijo con voz temblorosa. Siempre se le había dado fatal mentir. Tendría que decírselo ahora, pero no se sentía con fuerzas para enfrentarse a él. Solo quería recostarse y aunque fueran las 5 dormir un poco más, pero cuando se giró para regresar a la cama , SiZhui la agarró del brazo.

—JingYi —lo tomó por la barbilla. Sus miradas se cruzaron—. Anoche comimos lo mismo y no estoy enfermo —Comentó.

—Por favor, quisiera recostarme cinco minutos más —insistió JingYi, intentando zafarse a pesar de que sabía que sus palabras causarían más desconcierto. SiZhui no era tonto.

—JingYi... ¿Estás embarazado?

JingYi estaba seguro que SiZhui vio la respuesta en su rostro antes de que le respondiese.

—Sí —Admitió para después agachar la cabeza, sintiéndose mareado.



Lan SiZhui



Habían pasado la noche haciendo el amor. Se había sentido cercanos mientras charlaba y bromeaba con sentimientos correspondidos. Al levantarse y seguirlo para verlo vomitar solo había pensado en ayudarlo. Pensó en todo lo que se habían dicho, pero JingYi había pasado esta revelación por alto.

—¿Por qué no me lo contaste cuanto antes? —Indagó, intentando controlar el enojo que sentía en ese momento.

JingYi levantó el rostro. Sus lágrimas eran genuinas y SiZhui se enojó consigo mismo.

—Quería esperar a encontrar el momento adecuado —le respondió con voz temblorosa, bajando la vista a sus manos—. Anoche fue... Anoche fue especial y no quería estropearlo. Me di cuenta que es por amor, yo...

A SiZhui se le encogió el corazón. Controló su genio, tal vez en el lugar de JingYi hubiera hecho lo mismo. Sintió una punzada de deseo y también de posesión. Era normal, aquel hombre no solo llevaba a su hijo en el vientre sino que era aquella persona capaz de tocar su cinta. Sonrió. Tal vez no fuera el orden en el que se había imaginado que sucederían las cosas, es decir, sabía que algún día tendría que ser padre. Necesitaba un heredero para asegurar una transmisión pacífica del liderato de la secta, pero antes de todo esto, se veía casado como primer paso. Sonrió más. Algo Wei debía tener.

Le puso un dedo debajo de la barbilla para que JingYi lo mirase de nuevo. Ignoró la sensación de deseo indiscriminado. JingYi se llevó las manos al vientre de manera instintiva. SiZhui sonrió más.

—En ese caso, debemos casarnos lo antes posible. —Tomó el brazo de JingYi, sintiendo miedo de que saliese corriendo otra vez—. Ya sabes que quiero casarme contigo, sin hijo o con hijo. Por amor.

JingYi asintió.

—Ahora lo sé. No volveré a huir. Confieso que venía preparado de todas maneras. Sabía que no habría elección. Yo... Oh, SiZhui, necesito sentarme...

SiZhui se puso tenso y lo acompañó a que se sentara sobre la cama.

—¿cómo te sientes? —Preguntó al cabo de un tiempo. JingYi le sonrió y alguien llamó a la puerta.



Lan JingYi



JingYi saltó cuando escuchó que llamaban a la puerta. Juró por el susto que se dio y después se obligó a respirar, esperó a que el dolor que le oprimía el pecho se calmase mientras SiZhui pasaba una capa para cubrirlo y él mismo se cubría. JIingYi se quedó inmóvil donde estaba a pesar de que su instinto lo impulsaba a reprender al discípulo de acababa de entrar de la secta LanLing Jin.

—Siento haberlos interrumpidos, joven amo Lan y joven amo Lan. Pero fui enviado de inmediato a ver si se encontraban bien por el Lider Jin Ling. Han intentado robar dentro de la habitación del líder invitado de Yunmeng Jiang, el líder Jiang. También atacaron en la habitación de Hanguang-Jun y... su esposo.

—¿Qué? ¿Los atraparon? —Preguntó de inmediato SiZhui.

JingYi apretó los puños y los dientes con tanta fuerza que le sorprendió que no se le rompiese la mandíbula, y esperó a que se calmase lo suficiente como para poder pensar. No los habían atrapado. ¿Quién entraría a los aposentos del líder de secta y saldría escapando ileso? ¿Cómo lo logró?

—Iré de inmediato. Pero necesito que mandes a algunas personas que cuiden de JingYi, y que traigan su desayuno.

—¿Qué? —Preguntó JingYi ¿SiZhui pensaba dejarlo allí?

—Estas mareado, te quedas.

SiZhui se vistió de inmediato. JingYi lo oyó vestirse. Deseó iimpedirle que se marchara, pero en su lugar corrió una vez sobre el balde y vomitó otra vez. Cuando por fin se había calmado, el dormitorio estaba vacío, tal y como él había sospechado que lo encontraría. Había una nota encima de la cama. La tomó y vio la tinta pulcra se SiZhui.

"Te amo. No salgas."

JingYi queria desobedecer. Pero... ¿A dónde iría sin espada?

Se arrepintió de haber huido y no volver para que le forjaran una. Además, estaba embarazado y eso le exigía cierto cuidado y nuevas responsabilidades que no iba a eludir. No podía permitir que algo pudiera pasarle a su hijo.


Nota: Tercera y ultima parte de esta trilogía. Mi modem sigue roto, así que estoy actualizando con 10 litros de té de melisa y sesiones de ommmm, espero poder cazar los diez minutos que se mantiene prendido antes que se reinicie. 

Gracias por su apoyo. 


III. Protegiendo a Lan JingYi [ZhuiYi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora