20. Hechizado

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Seto, desde muy joven, supo que era un prodigio para la magia, y que iba a llegar muy lejos en el ámbito. Sus padres siempre lo apoyaron e impulsaron a ser mejor, e ir por buen camino.
Cuando era niño deseó ser un profesor querido y respetado, para poder ayudar a los que tenían problemas con la magia, y para poder enseñarle a su hermano menor Mokuba y hacerlo un prodigio como el, ya que el menor tenía problemas con el desarrollo de esta.

Hasta que todo cambio.
Todo a su alrededor ardió en llamas y, junto con sus padres, se fue todo.

Así como ellos se fueron, ese hombre llegó, su ahora tutor y "padre", el inicio de su infierno, el inicio de su oscuridad.
Como si fuera un hechizo malvado, Gozaburo Kaiba se encargó de acabar con todo lo que Seto fue: su inocencia, sus sueños, sus ilusiones. Su alma de niño se ahogó en el fondo y jamás volvió, su calidez se volvió frialdad. Todo cambio en Seto, desde que estuvo en las garras de su padre adoptivo dejó de ser "el pequeño campeón" como le decía su padre biológico y se convirtió en "Seto Kaiba"

Estudió magia solo con los mejores profesores, y se aseguró de demostrar que era el mejor de todos, y claro que lo fue.
Sus maestros se iban en poco tiempo debido a que ya no había más por enseñarle.
Desde muy niño fue un prodigio en el ámbito y aunque su nuevo "padre" fuera un maldito y se excedía con sus clases, admitía que no sería el mejor de no ser por él. Con sus verdaderos padres no hubiera llegado a donde estaba, no tendría el poder que tenía en ese momento, pero la parte más humana que aún tenía el serio y frio Seto Kaiba, sabía que él podría llegar a sacrificar todo su poder con tal de ver la sonrisa de su padre y escuche la risa de su madre una vez más y, aunque era algo que jamás diría, su única luz, lo sabía. Porque en ese mundo lleno de dolor, rabia, odio y frialdad, todavía encontró un poco de calidez, ya que su hermano menor aún estaba a su lado.

Quizás su padre se enfocó más en él por ser mejor, y el mayor, además del poco dominio de la magia de su hermano menor, pero pensó que había sido lo mejor, su hermano estaba viviendo más libre y a su ritmo, no fue obligado a madurar ni a tener muchas responsabilidades.

Mantendría a Mokuba en un hechizo de protección, aun si le costara su propia vida.

Lo que no se esperó, fue que su hermano le regresaría un poco de todo lo que Seto había sacrificado por su bienestar, claro, sin que ninguno de los dos hermanos realmente estuviera consiente y todo comenzó con una cena donde el joven de cabellos negros dijo...

—Padre, hermano... Quiero estudiar en Hogwarts...

Después de esa petición, Mokuba se esforzó mucho para poder ser aceptado en el curso que le debía corresponder, a pesar de ser malo con la magia, trabajo día y noche para poder entrar con una buena recomendación y buenas notas, para fortuna de Mokuba su padre se sintió satisfecho y le permitió entrar a esa escuela de magia, después de todo era de las mejores escuelas de magia y eso podía hablar bien ellos, además de que Mokuba por fin demostraba ser digno de su mirada, ¿por qué no cumplirle el capricho?
Claro que con la amenaza de que, a los primeros problemas, o algún asunto que afectara el apellido Kaiba, lo sacaría.

El menor de los Kaiba, demostró por qué el mismo también era un Kaiba, ya que no solo pudo entrar a la escuela que él quería, sino hacer que Seto entrara con él, aunque a él solo estuviera quizás dos años a lo mucho en esa escuela, pero no le importaba, mientras estuviera con Seto por una vez, medianamente estudiando juntos, se daba por bien servido, ni siquiera le importaba que estuvieran el casas separadas, él era un Hufflepuff y su hermano un Ravenclaw, aun así estaba feliz, sentía que estar en ese lugar, lejos de su padre adoptivo les haría bien y vaya que hizo una gran elección.

...

La primera vez que Seto recuerda sentirse hechizado, fue con Amortentia, cuando una niña se la dio a consumir, pero al primero trozo de chocolate se sintió extraño, aunque el hechizo no duro mucho gracias a un buen hechizo de protección de su querida abuela, pero aun así recuerda la sensación que tuvo, la atracción que sintió por esa niña, y también como a los pocos días se fue pasando, pero Seto tiene muy presente como se siente cuando eres afectado por esa opción de amor.

Fictober 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora