✦ once ✦

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Después de un corto paseo por el bosque otoñal, ambos se adentraron en la casa de madera rápidamente, ya que el frío que hacia afuera era realmente infernal.

Louis siempre había querido ir a Canadá desde que era un niño. Había visto cientos de películas en las que aparecían lagos preciosos de tonos azules y verdes profundos, grandes bosques plagados de pinos, abetos y cedros de tamaños desmedidos y brutales. Las grandes nevadas siempre le impresionaron y al igual que la flora del lugar, los animales que habitaban allí le parecían increíbles y hermosos. Visitar Canadá era, en pocas palabras, uno de sus mayores anhelos. 

Él necesitaba ir a Canadá. 

Y bueno, ahora estaba allí. Con su Alfa.

Porque sí, aquel fue el premio que obtuvo por resultar victorioso en el concurso de escritura. Estaba enormemente orgulloso de sí mismo, y Harry, sin duda, lo estaba de igual manera. 

Por lo que ambos no dudaron en dejar la universidad por dos semanas y viajar a Canadá. Decidieron realizar el viaje lo antes posible porque el invierno pronto se acercaría, y allí en Canadá las temperaturas eran, definitivamente, mucho más bajas que en Londres. 

—¿No te parece bonita? —preguntó Harry, mirando el interior de la pequeña casita con una tímida sonrisa que marcaba uno de sus hoyuelos. —Es muy... ¿Hogareña?

—A mí me encanta, en realidad. —dijo Louis inhalando un poco del aire con olor a incienso. —¿Puedes encender la chimenea, Hazz? 

—Claro, Omega. —dejó un besito en la frente de su pareja y se situó frente a la chimenea. Observó los pequeños pedazos de leña colocados en una montañita en el hueco de la chimenea, no entendía cómo se suponía que tendría que prenderle fuego a eso. Frunció el ceño. —Eh, Lou. 

—¿Sí?

—Yo jamás he encendido una de estas... —se sonrojó levemente, señalando a la chimenea con un movimiento ladeado de su cabeza. Louis alzó una ceja, viéndolo con un ápice de diversión. —¿Tu sabes como se hace? 

—Mmm, no. —se acercó más a Harry y miró a los tronquitos que reposaban allí dentro. ¿Cómo podía prenderle fuego a eso? —Podemos buscar un tutorial por YouTube. —sugirió el Omega, ladeando su cabeza al no encontrar solución alguna por sí mismo.

Harry accedió y sacó su teléfono móvil para, seguidamente, buscar en su navegador de YouTube los pasos para encender una chimenea. Ambos visualizaron un video de unos dos minutos que explicaba clara y rápidamente como encender una chimenea. 

No obstante, no lo habían entendido del todo. 

—No importa. —Harry rodó los ojos, harto de la situación. —Yo la encenderé por mí mismo. 

Louis lo detuvo, asustado, tomándolo por el brazo y apartando al Alfa de la chimenea. —No quiero que quemes la casa, Harry. ¿No has visto que bonita es? —Harry frunció el ceño. —Además, la chimenea no es tan importante, déjalo, ¿sí?

—Pero la luz del fuego es muy linda. —miró al techo, con una mueca pensativa. —Es como... cálida.

—Tengo una solución para eso. —el Omega sonrió y Harry ladeó la cabeza con confusión. —Siéntate aquí, espera. —Le indicó a Harry, quien obedeció aún confundido. Louis subió las escaleras que llevaban al primer piso y abrió su maleta, ya que aún no habían dispuesto del tiempo para deshacerlas. Sacó de ella una pequeña cajita en forma de cofre y volvió junto a Harry en el salón. 

—¿Qué es eso? 

—Son luces. —dijo sonriente mientras abría el recipiente y sacaba de él unas lucecitas un poco enredadas entre sí. —Las podemos colgar por la pared o en algún mueble para darle un ambiente más cálido al lugar, sé que no es mucho, pero... sabes que me encantan. 

Harry rió un poco. Louis siempre traía unas de esas consigo. —Por supuesto que las pondremos. —sonrió. —Podrías colocarlas en el mueble de la chimenea, o dejarlas colgando entre aquellas dos estanterías. —sugirió encogiéndose de hombros. 

Louis se acercó a Harry, quien todavía permanecía sentado en uno de los sillones de la sala. Sonrió y le dio un casto beso en sus labios, seguido de otro en la mejilla. —creo que las colocaré... aquí. —dijo el Omega, señalando al pecho de Harry. 

—¿Planeas envolverme con las luces, Omega?

Louis asintió, y comenzó a deslizar el fino cable de las luces por el torso de Harry. El Alfa sonrió divertido. Continuó con su labor, pidiéndole al Alfa que se levantara de su asiento para poder rodearlo mejor.

Finalmente, cuando lo tuvo completamente atrapado entre las luces, las encendió presionando un pequeño botón. Harry rió un poco, Louis le imitó. 

El Omega se colocó de puntillas y depositó un beso en los labios de su Alfa, quien le correspondió gustoso. —Te amo. 

—Y yo te amo a ti, Lou. 



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hola :DD he vuelto a cambiar la portada qkspñqws, espero os guste :DDDD

muchas gracias por los votos y los leídos, como siempre <3333 

E, xX

our own autumn « l.s  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora