✦ quince ✦

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Era un día muy soleado, los rayos de luz solar se colaban sigilosamente por entre las cortinas e iluminaba parcialmente la habitación. Louis estaba acurrucado entre los brazos de Harry, quién lo apresaba en un abrazo con sus manos firmes en la cintura del Omega. 

Louis bostezó y abrió sus ojos lentamente, cerrándolos de golpe debido a la cegadora luz que provenía de la ventana. Esperó unos segundos y los volvió a abrir, parpadeó un par de veces para acostumbrarse a la luz. 

Sintió la respiración cálida de su Alfa golpearle directamente en la nuca. Sonrió y giró su cabeza levemente para dejar un piquito en sus labios. —Despierta, Hazz. 

—¿Uhm? —frunció el ceño, aún sin abrir los ojos. 

Louis hizo más grande su sonrisa. —Buenos días, Alfa. —volvió a besarlo. —¿Qué tal has dormido, amor?

Harry talló sus ojos con el dorso de una de sus manos y suspiró profundamente. —Bien, bien...

El Omega comenzó a dejar besitos por todo el rostro de su Alfa; en la punta de su nariz, en sus párpados, sus mejillas, en su frente y, finalmente de nuevo, en sus labios. 

Louis siempre regresaba a sus labios. 

—¿Tú como has dormido, Omega? —susurró Harry, con una bonita, pero cansada sonrisa con hoyuelos en su rostro adormilado. 

—Yo dormí muy bien, Hazzie. —sonrió, así formando pequeñas arruguitas a ambos lados de sus ojos. 

Harry sonrió de lado y abrazó todavía más fuerte a Louis. El Alfa colocó su cabeza en el hueco del cuello de Louis, lamiendo la piel delicadamente y dejando algunos besitos en la zona. —Te amo. 

—Yo más, Hazz. —susurró de vuelta. 

Los besos del rizado comenzaron a descender lentamente por los hombros del Omega, posteriormente bajando hasta su espalda. —Eres tan precioso, Omega... tan, tan precioso.

—Gracias, Alfa. —murmuró con un pequeño atisbo de timidez. 

Harry se cernió rápidamente sobre Louis y comenzó a besar su cuello, succionando la piel descaradamente, esta comenzó a tomar un color entre rojizo y rosado. —Mmm... —tarareó, ladeando su cabeza, con una sonrisa ladeada en su rostro. 

—Harry... —susurró con un hilito de voz. 

Harry... —imitó el tono del Omega, con diversión. El ojiazul le proporcionó un suave golpe en el hombro, que tenía intenciones de ser más fuerte, pero no tenía energías apenas para llegar a serlo. 

—Idiota. —rodó los ojos, sonriendo. 

—¿Idiota, mmm? —alzó una ceja. Una de sus manos tomaba con mucha delicadeza el mentón de Louis, mientras que la otra dejaba caricias por la cintura del Omega. —No lo creo.

El ojiazul soltó una pequeña risita y escondió su cabecita en el cuello de Harry, inhalando su delicioso aroma. Harry, por su parte, seguía acariciando al Omega, ahora descendiendo por sus caderas, pasando sus dedos suavemente por la bronceada piel de Louis. Recorrió su espalda baja y posó sus manos en los suaves muslos del Omega, los apretó con un poco de fuerza, con el propósito de dejar las marcas rojizas de sus manos en ellos. 

Louis jadeó en un suspiro. —Hazz... 

El Alfa sonrió cínicamente y prosiguió con su labor. Bajó hasta situarse entre las piernas de Louis y comenzó a dejar besos húmedos en la parte interior de los muslos del Omega. 

—Por favor... —susurró Louis.

Harry tarareó en un asentimiento y sujetó con fuerza las manos del Omega por encima de su cabeza, con una de sus grandes manos. Mientras que la otra, se abría paso entre los muslos de Louis, con un dedo jugando con su rosada entrada. 

Louis jadeó al sentir un dedo dentro de él. Harry soltó una risita grave. 

—M-Más... Harry...

—¿Estás tan desesperado, hm? —sonrió de lado. 

—Haz el f-favor de continuar... —intentó amenazar, sin embargo, Harry únicamente lo encontró gracioso y, en parte,  adorable. 

—A sus órdenes, Alteza. —Hizo una pequeña reverencia con su cabeza y añadió dos dedos más en el interior de Louis. Los movía rápido, pues no había necesidad de ir lento cuando el Omega estaba literalmente goteando. 

Aceleró aún más el ritmo, moviendo sus dedos en sincronía en el interior de Louis, con sus ojos entrecerrados y su mandíbula tensa. 

—Harry... vamos...

El Alfa dejó salir otra pequeña risa en un suspiro, que Louis encontró excesivamente atractiva.

—Agh... Hazz... —insistió Louis.

—Ruega, Omega. —ordenó demandante, pero con un tono de voz divertido.

—Por favor, por favor... Alfa, por fav- ¡ah! —chilló temblorosamente cuando Harry, rápidamente, retiró sus dedos del interior del ojiazul, lamiendo el lubricante impregnado en ellos, lentamente, con su mirada clavada en los ojos azules del Omega, cristalizados por las lágrimas. 

Con su otra mano, alineó su miembro en la entrada del Omega. —¿Bien? —preguntó para asegurarse. 

—Sí, sí. —asintió exageradamente repetidas veces. 

Harry rió. —Te romperás el cuello si asientes tantas veces. —susurró con aquella voz grave que Louis amaba. Sujetó el cuello de Louis con una mano e hizo un poco de fuerza en la zona, evidentemente, sin llegar a lastimar al Omega. —Otra vez. 

—¡Por favor, Alfa! —gimió. 

—Buen Omega. —rozó su miembro con la entrada de Louis, quien tiró de los rizos del Alfa, desesperado. Harry captó la indirecta, decidiendo no hacerle esperar más y, tomando una profunda bocanada de aire, se adentró en seco en el interior del Omega. 

Ambos gimieron al unísono al sentir el contacto. 

Harry comenzó a embestir al Omega, lentamente pero con un poco de brusquedad. El punto era que Louis se acostumbrara por unos minutos a aquel ritmo reducido, para luego comenzar con más velocidad. 

Louis soltaba gemidos y jadeos entrecortados, tenía su mente nublada e ida, y lo único en lo que podía concentrarse era en Harry. Únicamente él.

—Más, rápido... —pidió en medio de un gemido. —Alfa...

Harry aumentó la velocidad, sujetándose con una mano en el cabezal de madera de la cama, que chocaba contra la pared, provocando un característico sonido erótico. 

Louis gimió alto, con desesperación. —Harry... 

—Shh, tranquilo Omega. —dejó un beso tembloroso en sus labios, aún sin detener el acelerado ritmo de las estocadas. 

—Ya estoy... yo... —susurró entrecortadamente, con su voz algo agitada. —Ahhh... —gritó, finalmente corriéndose encima de su estómago, manchando así las sábanas y las pieles de ambos. 

Harry, por su parte, continuó con las embestidas, buscando su propia liberación. Soltaba algunos gemidos graves, que Louis amortiguaba en sus labios, causando jadeos entrecortados y ansiosos de ambos. Dio un par de estocadas más y finalmente, se corrió en el interior del Omega, quien blanqueó sus ojos, ido, a causa del placer. 

El nudo del Alfa comenzó a crecer dentro de Louis. Se colocaron en una posición de cucharita, donde Louis estaba acurrucado en el pecho de Harry, quien lo mantenía cerca, cálido y como en casa. —Te amo, Omega. —Dejó un besito en el cabello suave de Louis. —¿Estás bien? 

—Sí, Alfa. —sonrió. —Te amo más. 


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escribir smut ha sido lo más difícil, raro e incómodo que he hecho jamás 🤔 *muere

basta, siento que ha quedado horrible. ¿qué opináis? 

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