Estúpido nerd | Jaewoo & Dowoo

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Las luces se iban encendiendo a medida que iban avanzando los adultos y se escuchaban pasos al otro lado de la puerta. Jungwoo se concentró en mirarse los cordones de sus zapatos mientras Jaehyun dejaba escapar un sonoro bostezo. Se escuchó el clic de la puerta y seguido una cabeza llena de rizos asomó por la puerta.

—mamá...

—¡Oh por Dios! ¿Jaehyun estás bien?-

—obvio mamá que si... tranquila, estos tarados nos encerraron y no tenía batería, así que ya deja de preocuparte que estoy bien como podrás ver.

El alfa se acercó a su madre y la abrazó, aunque la mujer no puedo evitar dejar escapar una expresión de disgusto sobre todo porque un olor diferente y que sabía, no pertenecía a su hijo; le llegó a las fosas nasales.

—Lo sentimos mucho señor Jung y señor Kim, pueden ya retirarse a sus hogares.

Jungwoo solo asintió con la cabeza baja mientras tomaba sus pertenencias dispuesto a salir corriendo pero tampoco quería pasar al frente de todas esas personas y que descubrieran su olor. Pensó que era mejor idea esperar que se fueran los demás. Miró de reojo al castaño, había descubierto otra etapa de aquel alfa, él siempre era fuerte y altanero en la escuela, pero ahora en frente de su madre su comportamiento era distinto, protector con ella.

—no sabes lo tranquila que estoy ahora.

—fresca mamá... Esto no se quedará así... Nadie preocupa a mi mamá.

—no... no tranquilo, no quiero más peleas, pero... ¿quién es él? — señaló la señora hacia el pelinegro.

—ah... ese... ese es Jungwoo, por cierto ya que nos encerraron acá, no pudimos terminar el trabajo, por lo que mañana iré a dormir en la casa de él.-

—oh! me parece una muy buena idea –dijo su madre alegremente-

El omega estaba en shock, ¿su casa? ¿Los dos? ¿Solos? ¿De nuevo?... ¿sería que Jaehyun tenía algo preparado para una venganza?

La madre de Jaehyun se despidió primero para poder retirarse eran las 9 de la noche, y ya debería estar descansando. Aprovechando que ella hablaba, más bien, regañaba de nuevo al bibliotecario, se acercó al menor y le dijo.

—Mañana después de clases, iré a tu casa.

—¿Con permiso de quién? Yo no te he invitado.

—Tampoco estoy pidiendo tu permiso, por si te olvidas tengo que entregar un trabajo... hasta entonces—se fijó que nadie lo estaba viendo—Sueña conmigo—le dio un corto beso dejándolo absorto al otro.

El pelinegro solo volvió en si cuando el bibliotecario volvió a llamarle para que se fuese y así pudiese cerrar. Se disculpó y tomó sus cosas para retirarse rápidamente, necesitaba ir a una farmacia por supresores y también por esa pastilla, no se habían cuidado con condón y no quería correr riesgos.

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Miró a los alrededores, al no ver moros en la costa, avanzó por el pasillo mientras otro grupo de estudiantes no paraban de parlotear. Se sentía ridículo, pero de verdad, no quería toparse al tonto de Jaehyun, menos luego de que se había autoinvitado a su casa, de ninguna manera pensaba dejarle entrar a ese cretino.

Pero como siempre la suerte no estaba de su parte y al girar para ir a su clase de inglés, se lo topó, siendo arrastrado por este hacia los baños. Una vez dentro, lo metió en uno de los cubículos y sin dejarle tiempo a reclamar, lo agarró de los hombros para besarle rudamente.

—¿Qué te pasa? — fue lo primero que dijo una vez logró alejarlo mientras se limpiaba los labios y le miraba con el ceño fruncido.

—Pensé que querías un beso de buenos días.