Estúpido nerd | Jaewoo & Dowoo

5

Aquel grito resonó en el coliseo, sobresaltando a más de uno de los jugadores presentes. Johnny corrió hacia su amigo Jaehyun quien permanecía doblado del dolor, un accidente entre dos jugadores había ocurrido con nada más y nada menos que su capitán y un jugador del colegio visitante. El partido que podría considerarse amistoso y de practica terminó en pelea, el castaño no estaba de buen humor y constantemente fallaba los tiros causándole aún más frustración, la misma que pagó en un muchacho un poco más bajo, pero más fornido; y este no se quedó atrás y le golpeó un cabezazo en el estómago dejándolo con aquel dolor y retorciéndose en el piso.

-Se supone que esto es solo amistoso ¡Qué te pasa! -reclamó el estadounidense. Se aproximó a ellos el entrenador quien no estaba mejor que sus jugadores. Detrás de él llegaron los enfermeros del colegio con una camilla para llevarse al herido, mientras los adultos se enfrascaban en una discusión acalorada.

Dieron por terminado el encuentro por obvias razones, los jugadores tomaron sus bolsos y se dirigieron hacia la salida, los de azul que pertenecían al colegio local y los de verde que eran los visitantes se dirigían al bus que los llevaría de regreso, la tensión era palpable. Yuta se encargó del bolso de Jaehyun mientras Johnny le daba alcance en la enfermería.

-Se puede saber ¿qué pasó allá Jaehyun? Ese no eras tú, estabas totalmente desconcentrado.

Pero el castaño no respondió a su amigo, al contrario; su mente seguía en otra parte, específicamente, en la calle que tomaron Jungwoo y Doyoung.

Johnny bufó exasperado, conocía muy bien a su amigo así que era en vano presionarle, así que optó por acompañarle en silencio hasta que este decidiera hablar. Jaehyun se llevó las manos a las sienes, presionando como si con eso podría calmar el dolor de cabeza y sobre todo, ese sabor amargo en su corazón.

.............

-¿Tu madre tiene turno nocturno hoy? -preguntó el pelinegro mientras sacudía sus zapatos para dejarlos en la entrada de la puerta e ingresar solo con medias. Jungwoo solo asintió en respuesta.

-Iré a la cocina a ver que dejó preparado para calentarlo. Si quieres puedes adelantarte a mi cuarto.

-De eso nada, te acompañaré.

Dejaron las maletas sobre el mueble mientras ambos se dirigían a la cocina. Al destapar la olla vieron que estaba listo un rico estofado de res, el dueño de casa procedió a calentarlo para luego ir a la arrocera a encenderla.

-¿No quieres que te prepare algo dulce? -

Jungwoo se lo pensó por unos minutos para luego asentir animado. A pesar de su contextura delgada, la verdad era difícil llenar su estómago, casi siempre estaba con hambre así que le caería como anillo al dedo algo adicional, después de todo... en unos minutos quemaría todas esas calorías con Doyoung.

Para tratarse de un simple cheesecake, los jóvenes terminaron muy sucios de harina y mantequilla, al tener una pequeña manchita en las mejillas, Doyoung ni corto ni perezoso le retiró con su lengua, ambos rieron por las cosquillas, y el más alto se aventuró a sobar con sus pulgares a un lado de la cadera, enseguida asomó un sonrojo de parte del alfa además de un leve suspiro. Ya conocía de sobra lo que quería y mientras el postre se hacía en el horno, ellos aprovecharían a tener su primera ronda.

Doyoung tomó a Jungwoo de las caderas y lo trepó a la cocina, aún tenían el uniforme puesto solo con la camisa arremangadas, la corbata que estaba suelta la tomó el omega para halarlo hacia él y así empezar un beso desordenado entre risas, chupadas de labio inferior o lengua, chasquidos que no paraban de sonar mientras degustaba aquel sabor tan conocido de la boca ajena.