A Jaehyun le parece ridiculo el peinado de Jungwoo, la forma de vestir de Jungwoo, las gafas con aumento de Jungwoo, y la forma desaliñada de caminar, siempre con la cabeza agachada y retraída de Jungwoo, por eso no puede evitar meterse con él. Si...
Transcurrieron dos semanas desde la última vez que fue visto en el colegio Jaehyun, luego de aquella aparición de su padre, por lo cual muchos rumores comenzaron a circular; en especial de que había sido transferido. Este hecho era el que más lamentaban, estaban a pocas semanas de los partidos finales y sin su capitán, la concentración del equipo no era la ideal; en varias ocasiones el entrenador intentó sacar información de los amigos cercanos del castaño, pero ni Johnny ni Yuta supieron decir con certeza el porqué de su ausencia.
Jungwoo por otro lado se encontraba aliviado. Si bien, el trato que le daba sus compañeros no había cambiado, seguía siendo al que obligaban a llevar las tareas, las burlas del grupito de siempre no había mermado, seguía teniendo un puntaje alto en sus materias. Sin embargo, a veces se encontraba así mismo mirando hacia las esquinas por si aparecía una cabellera castaña que conocía y olía bien, para luego sacudir su cabeza, alejando lo que llamaba "estúpido pensamientos y estúpido síndrome de Estocolmo".
Algo que sí había cambiado era el hecho de que se encontraba solo; en pocos recesos era acompañado por Doyoung, pues el alfa pelinegro, luego de explicarle a Jungwoo sobre su nuevo "trabajo", ahora vivía pendiente de Taeyong a quien no dejaba solo por mucho tiempo, e inclusive, acompañaba hasta la casa.
Sí, todos esos cambios habían sucedido y el omega se sentía un poco mal, solo, sin la compañía de la que estaba acostumbrado, pero sobre todo porque en el fondo sabía, que estaba preocupado y extrañaba a ese alfa. Recordó las últimas palabras dichas "Enmendar mis errores"; pero si con eso se refería a desaparecer sobre la faz de la tierra, al pelinegro no estaba muy contento, quería y necesitaba una verdadera disculpa, o ¿era su masoquista deseo de verse nuevamente reflejado en esos vivaces y coquetos ojos?
—Deja de ser tan tarado y disfruta de tu libertad Jungwoo—se dijo a sí mismo, mientras terminaba de ordenar las últimas hojas de las evaluaciones recién tomadas por el profesor de matemáticas. Tal como le había indicado el profesor, solo debía recogerlas, ordenarlas por orden alfabético y guardarlas en la carpeta azul.
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Doyoung soltó un sonoro bostezo, mientras estiraba su cuerpo lo más que pudo. Se sentía cansado además de otros síntomas conocidos, miró su calendario y se alarmó al percatarse de la fecha, entre hoy y mañana tendría su celo y aquello no era de su agrado, no cuando ya había prometido a Taeyong acompañarlo esa tarde del sábado a un picnic, lo cual era necesario para la recuperación del beta, quien ya vomitaba menos la comida.
—Tengo que encontrar alguna solución, la última vez por más que tomé supresores, esos molestos síntomas secundarios...—pensó en alguna alternativa, pero nada venía a su cabeza. Frustrado pero decidido se dirigió hacia la farmacia, serían los únicos que podrían darle otra opción.
Solo caminó unas cuantas cuadras para llegar a la primera, era lo ventajoso de vivir donde vivía. Luego de hablar con uno de los encargados, le ofrecieron unas pastillas que para entonces nunca había probado. Dudoso de si aceptarlas o no, al final accedió y pagó los remedios; pero mientras esperaba la factura y el cambio, sintió que era observado, buscó entre los clientes y se encontró con la mirada de alguien a quien nunca le había hablado, pero reconocía por estar en el equipo de basket junto a Jaehyun. Le dedicó un guiño además de una sonrisa coqueta, lo cual le incomodó sobremanera ¿Por qué se comportaba de ese modo el tailandés?
