Capítulo 57: Segunda pista

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Era Hector, no sabía cómo había llegado hasta la Isla, pero por sus palabras parecía tener claro donde se encontraba el edificio.

—No me has respondido a mi pregunta, ¿que haces aquí? —volvió a insistir Ismael sorprendido con su presencia.

—¿Que creeis, que sois los únicos que habéis venido aquí de nuevo en busca de respuestas?, yo también estaba extrañado de que un edificio de repente y de la nada desapareciese, entonces días más tarde vine de nuevo para ver si encontraba algo, pero lo que me encontré me sorprendió más aún —hizo una explicación bastante lógica.

—¿Que vistes? —preguntamos casi a la vez Ismael y yo.

—Seguirme, cuando os escuche esta mañana que veniais aquí no dude en venir también con vosotros, pero tenía claro que no me ibais a dejar venir con vosotros, así que vine con mi barca, como hago siempre —íbamos andando, tenía claro el punto donde llevarnos.

—Y esto es lo único que tengo —señaló a una zona que no había árboles, pero que estaba desierta.

—¿Ya está? —dijimos simultáneamente.

—Fijaros bien, hay unas líneas en el suelo, y tienen forma de cuadrado, justo el mismo tamaño del edificio, el edificio se encontraba aquí, ya no se nada mas.

Mire y era cierto lo que decía, pero estaba sorprendida, no podia desaparecer así sin más.

—¿Tu que crees que ha pasado con este edificio? —pregunto Ismael a Hector mientras recogía muestras del suelo para averiguar algo.

—Tengo muchas hipótesis, que aquí nunca hubo un edificio y están jugando con nosotros, que era una especie de edificio hinchable y enseguida se lo llevaron, que lo sacaron mediante un avión, muchas, llevo tiempo pensando en lo que ha pasado, y se que lo de la cámaras está relacionado con esto, solo quiero respuesta de que ocurrio aqui.

—Pues sí, está relacionado, pero no deberías meterte en esto, puede ser peligroso —le confesé sinceramente.

—Me da igual, acepto el reto —no tenía ningún miedo, sus palabras eran firmes.

—¿Regresamos?, no creo que encontremos nada más, por ahora es suficiente —nos fuimos los tres de nuevo hasta la ciudad y allí recibí una llamada.

—¿Catherine? —era una voz que la había escuchado antes, pero no sabía de quién se trataba.

—Si, soy yo —le respondí pensando en quién se trataría.

—Tengo información para ti, ven acompañada si quieres —me dijo que me esperaría en el mismo bar que estuve con Hector.

Llegamos Ismael y yo hasta las puertas de aquel lugar donde habíamos quedado, entramos y una voz dijo mi nombre.

—Catherine, aquí —era ella, Aylen, esa chica que me había llevado desde el aeropuerto hasta el hotel, tal vez ella tuviese información de porque desapareció.

—¿Cómo te encuentras Catherine? —me pregunto mientras llevaba en las manos unas hojas.

—Bien, no esperaba tu llamada —estabamos los dos sorprendidos de verla.

—Ya, supongo, bueno, te extrañara verme aquí, y llamarte, ¿verdad?.

—Si, la verdad —no sabía que quería decirme.

—Yo trabaje para él.

El laberinto de Catherine Ross[©]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora