He transmigrado como la princesa de un poderoso reino, tengo padres amorosos, el mejor hermano del mundo y llevo una vida grandiosa siendo parte de la realeza, realmente adoro estar en este lugar desconocido pero que aún así me es familiar.
Un seg...
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Abro los ojos con lentitud al sentir una textura suave y cálida a mis espaldas, inmediatamente me siento observando a mi alrededor notando que me encuentro en mi habitación, mis ojos se dirigen a mi atuendo y me percato que traigo una pijama limpia.
«¿Acaso todo fue un sueño?»
Suelto un suspiro negando con la cabeza, se había sentido demasiado real para serlo, además que recuerdo perfectamente la sensación vivida de la brisa helada y el césped, además que fui consciente de las pesadillas de Claude y no tendría razones para soñar con eso.
━ Su Majestad, es hora de que se despierte ━ Del otro lado de la puerta la voz de una doncella se hace presente
━ Estoy despierta. Adelante ━ Avisé e inmediatamente las grandes puertas son abiertas, de las mismas entraron cuatro doncellas que hicieron una reverencia instantáneamente
━ Saludos a la Soberana de Obelia ━ Comentan al unísono y noto que son las mismas de siempre así que no había de que preocuparse
Retiro las sabanas de mi cuerpo soltando un leve bostezo mientras me dirigía hacia el baño, seguía siendo incómodo que me ayudaran a quitarme la ropa pero con el paso de los días esperaba acostumbrarme o entonces preferiría hacerlo sola.
Cuando me sumergí a las bañera pude notar a las doncellas mucho más atentas y amables de lo usual mientras llenaban mi cuerpo de esencias florales, antes eran educadas pero no tan atentas como ahora, simplemente parecían más cooperativas. Debía preguntarle a Alicia qué había ocurrido para este cambio.
━ Majestad, usted posee una piel tan dersa y hermosa ━ Comenta una de las doncellas mientras lavaba mi cabello con una sonrisa
━ Sin duda, la luna de Obelia es la mujer más hermosa de todo el continente ━ Apoya otra doncella aplicando fragancia de jazmines al agua con la misma expresión que la anterior
«Sé que soy hermosa, pero ya basta.»
Claro que a una mujer hermosa le gusta recibir cumplidos acerca de su belleza pero cuando son halagos constantes estos simplemente dejan de tener importancia.
Finalmente me habían terminado de preparar, esta vez era un vestido de color amarillo de mangas con algo de encaje de flores del mismo tono que el vestido, el escote no era prominente pero para que mi cuello no estuviese tan expuesto había un collar de perlas brillantes que iban a la perfección con los pendientes que traía puestos, mi cabello se hallaba suelto y peinado perfectamente dejando mi flequillo de la misma manera que siempre, sin olvidar las lujosas joyas para complementar.
━ Majestad, definitivamente no deja de sorprendernos ━ Suspira una de las doncellas al terminar de prepararme
Con un ligero movimiento de manos todas inmediatamente salen dando una reverencia, me coloco de pie observando nuevamente mi apariencia en el espejo, no sabía que sería tan difícil evitar ser glamurosa pero realmente no era molesto, me gustaba.
