Izuku midoriya, estudiante de 1º año en la UA, no destaca en lo absoluto, y tampoco intenta sobresalir por el simple echo de que no quiere, ¿por que?, desde su primer año simplemente a sido el objeto de las mujeres, un simple muñeco, marioneta, jugu...
La noche estaba en su maximo apogeo, llenando cada rincón de una oscuridad envolvente y un silencio profundo, que solo dejaba escuchar la respiración agitada de teka en una habitación casi vacía.
Un ligero escalofrío recorrió su cuerpo al sentir la respiración de Izuku tan cerca de su rostro... sus labios estaban a escasos centímetros de unirse, y ella no haría nada para detenerlo. Su conciencia poco a poco se perdía en la profunda oscuridad reflejada en los ojos del peliverde, quien se detuvo antes de poder rozar sus labios, dejándola ansiosa y confundida.
Teka: ¿ p-por que te detienes?.
Izuku: no me haz dicho lo que quieres de mi.
Este se alejó unos centímetros, mientras tomaba del mentón a teka y la alzaba levemente.
Izuku: dime teka... ¿hay algo que quieras de mi?.
Sus pupilas se dilataron, mientras una suave sonrisa se dibujaba en su rostro.
Izuku: ¿hay algo que quieras pedirme?...
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Izuku: ¿hay algo que desees que haga?...
Teka: y-yo...
Hubo algo de silencio durante unos segundos, las palabras de teka no querían abandonar su garganta... ella sabía perfectamente lo que quería, pero, solo podia expresarlo con bagás palabras.
Teka: yo...quiero que me beses... quiero que por esta noche, me hagas sentir completamente tuya.
Izuku: ¿ estás segura de eso?, ¿ realmente lo deseas?.
Teka: si, eso es lo que necesito de ti.
Hubo un pequeño momento de silencio y duda.
Izuku:...está bien, supongo que por esta noche, no importa que tú y yo estemos casados con personas distintas.
Este tomó a teka de las mejillas, mientras se acercaba lentamente a su boca.
Izuku: tampoco importará el echo de que soy el esposo de tu nieta...
Sus labios estaban a punto de unirse.
Izuku: ni importara el echo de que lo que hagamos esta noche, lastimara a las personas que amamos si se descubre.
Teka desvió levemente su mirada, mientras cerraba sus ojos y esperaba el cálido tacto sobre sus labios. No pensaba en nada en ese momento, ni en problemas, ni en consecuencias, en su mente solo estaba el deseo de ser poseída por aquel hombre que tenía frente a ella.
Su boca fue invadida por la del peliverde, quien poco a poco iba al subiendo el tono de las caricias, moviendo sus manos hasta el pequeño vestido de noche que cubría su cuerpo, quitándoselo y dejándola semi desnuda, para así bajar hasta el cuello de ella y morderla suavemente.
Teka soltó un leve gemido, el cual cubrió con sus manos, para después sujetar la cabeza de Izuku mientras este le besaba el cuello, manteniéndolo así por unos segundos hasta que estes se apartó.
