Capítulo 29

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Si ya todo estaba enmarañado en mi vida después de esa confesión fue peor, no sabía cómo sentirme al respecto, ¿Qué debía hacer con ello? Confesarle que en verdad no lo podía tener fuera de mi vida, que yo siempre iba a ser el problema y que él no...

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Si ya todo estaba enmarañado en mi vida después de esa confesión fue peor, no sabía cómo sentirme al respecto, ¿Qué debía hacer con ello? Confesarle que en verdad no lo podía tener fuera de mi vida, que yo siempre iba a ser el problema y que él no tenía nada que ver. Tomarlo como luz verde para comenzar una bella amistad, nótese el sarcasmo. Tomar confianza y preguntarle acerca de lo que estaba sucediendo, porque claramente no me olvidaba que un peligro inminente nos perseguía y parecíamos actuar como si no supiéramos nada. Aunque fuera como fuese, lo último se lo iba a plantear en cualquier momento.

Tras ponerme un vestido blanco suelto recorrí el pasillo hasta la habitación donde se encontraban Michelle y Violet para saludarlas, ambas estaban durmiendo abrazaditas de la forma más tierna posible. Esa imagen se iba a quedar grabada en mi mente porque me generaba mucha paz. No quise despertarlas así que seguí caminando, hasta llegar a las escaleras. Al escuchar un cuchicheo de abajo decidí quedarme espiando desde ahí arriba porque probablemente era algo que me iban a ocultar, como de costumbre.

—¿Ahora qué? —preguntó Marvin—. Esto ya no son bobas advertencias, nos ametrallaron la casa, Matthew.

—Lo sé, no pude mantenerlos al margen. Es muy complicado.

—Entendemos, pero ella tiene derecho...

¿Esa es Tiffany?

La voz de Tiffany me hizo enfurecer, hasta ella sabía y yo no. ¿Qué me creían?

—Es mejor así. —La cortó el mayor de los Hendrix.

—Así lo piensan ustedes. Matthew, la conoces, demasiado, a decir verdad. Ella no se va a quedar de brazos cruzados y quietecita encerrada entre cuatro paredes sin conocer con que se está enfrentando. —Manifestó Tiff.

—Tendrá que —volvió a hablar Matthew.

—¿Y si no?

—La obligaremos —respondió él con una simpleza única.

—¿Qué vamos a hacer? ¿Atarla con sogas a una cama y amordazarla? La haremos pasar incluso peor.

—Es una posibilidad, esperemos no llegar a ello.

—Oh, vamos, Matthew.

—Mira Tiffany, si tú quieres hacer que tu amiga tenga un maldito colapso nervioso enterándose de todo lo que está ocurriendo, está bien. Yo por mi parte trataré de postergar su sufrimiento lo más posible. Ya le causé bastante.

—¡Ya está sufriendo! Y no tiene ni puta idea de por qué, Hendrix.

—¡Me da igual! Esta mejor ahora así sin saber.

—¡No es una niña!

—¡Pero es mi protegida!

—¿Tu qué?

Our Demons✔ [Dementia #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora