Capítulo 9. Rompe la cadena de mentiras.

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Dr. Stone no me pertenece es propiedad de Inagaki y Boichi, yo sólo tomo prestado a los personajes para fines de esta historia.

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"Es tan fácil decir una mentira, pero es difícil dejar de mentir." 

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El pequeño sobre con los resultados del laboratorio pesó en las manos de Senku. Esa era la respuesta a la absurda avalancha de acontecimientos que pusieron su vida de cabeza, esa maldita prueba era su solución o su perdición y en todo caso, lo que sea que se encontrara en ese papel no lo haría cambiar de parecer ni un milímetro sobre su decisión de permanecer junto a Kohaku.

Ryusui no le dijo nada debido al acuerdo de confidencialidad del laboratorio, ni siquiera como un amigo cercano se atrevió a mirar más allá de lo permitido, por lo que el resultado era desconocido incluso para Nanami.

Con total ironía, Senku pudo comparar esta situación con el jodido experimento del gato de Schrödinger; hasta no abrir ese maldito sobre, no sabría si el gato estaría vivo o muerto… y en este caso, si el resultado era positivo o negativo.

Si su destino y su relación con Kohaku no dependiera de ese sobre, quizá encontraría dicha analogía bastante risible.

No fue el caso. 

—¿Vas a abrirlo pronto? —cuestionó apremiante Kohaku, ocultando el ligero temblor en su voz debido al nerviosismo.

Tanto Senku como ella tenían un nudo en el estómago ante la expectativa que estaba carcomiéndolos. Él no le respondió con palabras, Senku le dió una significativa mirada para dejar en claro lo que pensaba hacer a continuación. 

Entendiendo a lo que Senku se refería, ella lo siguió cuando él salió de la habitación con la determinación por delante. Kohaku quizá nunca lo había visto tan decidido en el pasado como ahora, aunque no fue para menos ya que necesitaban con urgencia zanjar el problema para poder seguir adelante con sus vidas.

Y ella notó entonces que toda esa determinación no era más que una fachada bien construida, el ligero estoicismo en la postura de Senku lo delató. 

Encontraron a Luna en la sala con la bebé en brazos. 

Era ahora o nunca.

—Luna —llamó Senku al acercarse a ella—. Tenemos que hablar. —trató de captar su atención.

Y lo logró, Luna lo miró primero a él y luego a Kohaku, tal como lo hizo la primera vez que llegó al departamento. El día en el que la propuesta de Senku se fue al caño por su intromisión. 

Kohaku decidió mantenerse al margen por ahora. 

—¿Qué sucede, Darling? —Un sólo pensamiento se instaló en su mente "Algo va a pasar".

La confirmación de Luna fue el hecho de que ese ambiente tenso y hostil entre Kohaku y Senku se había disipado literalmente de la noche a la mañana. Desde la discusión que ambos tuvieron un par de noches atrás a causa de algo que ella no supo del todo. 

Quizá en el transcurso de esos días ambos habían limado asperezas y arreglado ya sus diferencias, diferencias de las que ella fue la culpable inmediata.

Si ese fue el caso, entonces ¿Dónde la dejaba todo esto ahora? De alguna manera la ambivalencia se hizo presente en Luna, por un lado, sintió un peso menos en su consciencia pero por el otro, estaba su hija ¿Qué sucedería si Senku y Kohaku la echaban a la calle?

Luna no tenía otro lugar a dónde ir. 

— ¿Está todo bien? —trató de hacerse la desentendida, aunque por dentro estuviera muriéndose de miedo por lo que fueran a decirle.

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